«Sempiterno; que durará siempre, que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.»
✔ Relación poliamorosa
✔ Todos los personajes son de S. Meyer, a excepción de Alessa.
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Odiaba despertar temprano. Bella solía decir que en mi antigua vida era una clase de oso.
Pero bueno, ¿quién no odia despertar temprano? Debería ser sacrilegio, hice mi mayor esfuerzo y de toda mi fuerza de voluntad para levantarme de mi cómoda y caliente cama, que me llamaba a volver a dormir. Suspire con cansancio, rascando mi ojo derecho mientras bostezaba.
Tomé una toalla y ropa, mientras me dirigía al baño, debía apresurarme.
Tomé una ducha de agua caliente con rapidez, cambiando mi pijama por ropa para el instituto, no entendía por qué teníamos que ir, o sea, ¡acabamos de llegar! Bajé con rapidez a la cocina para preparar un rápido desayuno. Sólo había cereal.
Suspire frustrada mientras pasaba mi mano por mi cara, definitivamente tengo que ir al supermercado después, ¿cómo ha sobrevivido papá? Serví cereal en tres platos hondos. Papá Y Bella bajan las escaleras juntos, parecían tratar de entablar una conversación, reí mientras llevaba una cucharada a mi boca.
-Buenos días - saludé después de haber tragado.
-Buenos días, roja - papá saludo con una sonrisa. Bella sólo me dio una sonrisa. Estaba aterrada, lo sé, no le gustaba ser el centro de atención y obviamente lo seríamos.
Desayunamos rápido y papá se fue al trabajo, mientras tanto Bella y yo decidimos que ella conduciría.
Ignorando la mirada de básicamente todo el sector estudiantil, tomé la muñeca de Bella para entrar al edificio, mientras mi hermana revisaba el horario, afortunadamente teníamos el mismo, hasta que un joven se acercó a nosotras.
—Ustedes son Isabella y Alessandra Swan, las chicas nuevas. —afirmó el chico de ojos rasgados. —. Hola, soy Eric, los ojos y oídos de este lugar. Cualquier cosa que necesiten, guía turístico, cita para el almuerzo, un hombro para llorar. —se presentó con demasiada rapidez, me sorprendió haberle entendido siquiera.
—Soy más del tipo que sufre en silencio. —Bella dijo tímidamente, bajando la mirada. Suspiré, mi hermana mayor era algo ingenua.
—Buen titular para tú característica, —dijo con una gran sonrisa, Dios, ¿no se cansa de sonreír? Quiero su actitud por las mañanas. —¿y tú? —me miró expectante, esperando una respuesta.
Sonreí sarcásticamente.
—Chica que golpeará a cualquiera que moleste a su hermana. —lo mire con una sonrisa maliciosa.
—Chica ruda, fascinante, —halago Eric. —estoy en el periódico estudiantil, y ustedes, nenas, son primera plana.
—No, no lo somos. —se apresuró a negar Bella, aterrada. Miré seriamente a Eric, haciéndole saber que hablaba enserio, no me caía mal, al contrario, pero ni a Bella ni a mi nos gusta ser el centro de atención, además, sólo somos dos nuevas alumnas, ni que fuéramos la Reina de Inglaterra o algo así. Nos despedimos de Eric amablemente (puedo ser amable, ¿saben?) y nos dirigimos rápidamente hacia la clase de Educación Física, el Infierno para Bella, por decir de otra manera.
