«Sempiterno; que durará siempre, que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.»
✔ Relación poliamorosa
✔ Todos los personajes son de S. Meyer, a excepción de Alessa.
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—Podemos volver a Forks, experimentar y después volver a viajar para que puedas terminar tu éxodo —sugirió Pietro mirándome desde su posición en la mesa mientras comía golosinas.
—Podríamos hacer eso... —dije con duda mientras terminaba de preparar la cena —la cena está lista, vamos.
Comenzamos a comer lentamente, bueno, al menos yo. Pietro era increíblemente rápido.
—No lo sé, estoy muy ansioso de ir a Forks —dijo casi rebotando de la emoción. Pietro era rápido y su mente también, como consecuencia comía muchísimo, más que yo.
—Tal vez tu compañero o compañera se encuentra en Forks —sugerí emocionada ante la idea de que mi hermano, quien había pasado tantos años solo, encontrará a su persona especial.
—¿Lo crees? —sus ojos comenzaron a brillar y no pude evitar sentir ternura.
—No perdemos nada con intentar —dije limpiándome con una servilleta —, llamaré a papá.
Me levanté a dejar mi plato sucio y tomé mi teléfono.
—Tienes una casa en Forks, ¿verdad? —pregunté para cerciorarme.
—Sí, está en el bosque. Nadie puede acercarse, hay un hechizo "no me notes" y hace que las personas sientan que iban a otro lugar. También funciona con otras criaturas —me guiño un ojo completamente orgulloso.
—Eso es genial, amo la magia —suspire mientras sonreía y escuchaba la voz de papá al otro lado.
Papá se oía muy entusiasmado pero algo decaído. Me contó que Bella estaba realmente mal, algo que me ponía bastante triste.
—¿Cómo estás tu, cariño? —papá preguntó con cautela, probablemente temeroso de que yo estuviera como Bella.
—Estoy bien, papá. China es realmente genial —dije con una sonrisa divertida y Pietro soltó una carcajada ante eso, sabiendo que definitivamente no estábamos en Chino o siquiera en el continente asiático, le dirigí una mirada fulminante.
—¿Qué fue eso, Alessa? ¿Estás con un chico? —su voz se oía increíblemente preocupada y tensa, algo que me hizo sentir mal.
—Es un amigo, papá —explique con rapidez, no queriendo que malinterpretará las cosas —, más como un hermano.
Dirigí mi mirada hacia Pietro, quien sonreía mientras hacía un corazón con sus manos y me miraba muy atento, blanquee los ojos con diversión, mi hermano tenía alma de vieja chismosa.
