Hermoso Desastre ✔

09

Sentimientos extraños.

—¿Puedes correrte un poco? — pedí sin obtener respuesta.

Iba a pellizcarle si seguía ignorandome y luego de una patada lo haría correrse para poder acomodarme.

Me encontraba en la camioneta de los padres de Marcos, Harley iba en el copiloto. Alice, Sam, Lucas y Miley estaban sentados en la primera hilera de cuatro asientos. Después estaban las rubias hermanas que ocupaban un solo asiento, Alec, Dugan y yo. Y comenzaba arrepentirme de querer meter ese traje de baño negro a última hora y acaban sentada al lado de este aborto natural.

—Dugan por lo más sagrado estoy sofocandome aquí cuando hay más sitio ¿Puedes por favor darme más lugar? — volví a intentar manteniendo a la fiera bajo control.

Esta vez se corrió hacia su izquierda sin rechistar, dejándome acomodarme por fin.

—¿Ves como las cosas se resuelven con un "por favor"? — se burló sonriendo con autosuficiencia.

Te colocaría un por favor en el trasero de una sola patada.

Suspiré repitiendome que era un viaje de amigos y un fin de semana para que todos la pasaramos bien, no para que mis intentos por asesinarle salieran a flote.

— Le he dicho a mamá que estamos de vacaciones juntos y me ha felicitado por ser un excelente novio — comentó por lo bajo para que nuestros amigos, los cuales no estaban enterados de esa mentira creada por nuestras madre y que ellas mismas se creían, no se enteraran se nada. — ¿A qué soy un novio genial? Deberías ser como yo y escaparte esta noche a mi habitación.

Mi boca se secó ante sus palabras y el corazón se me subió a la garganta. Lo miré sin palabras por su atrevido comentario.

—No hables estupideces, piojo anormal. — contesté roja por la vergüenza y me giré ignorandolo para participar en la conversación de Leyla y Heyla.

Mientras Leyla hablaba de ese grupo musical que tanto le gustaba, oí su risa como si su boca hubiera estado sobre mi oído. Las cosas estaban raras, había empezado a sentirlo así cuando llegué a la conclusión de que siempre habíamos peleado pero nunca hubo comentarios descarados, sonrisas o acercamientos de por medio. Y el hecho de que cada una de estas cosas me gustara me asustaba en sobre manera.

💖

—He amado la casa, la habitació, la piscina. ¡Todo! — Miley demostró su amor por el hogar de nuestra amiga.

La peliazul sonrió contenta. La casa era un sueño a los ojos humanos, tenía ese estilo veraniego pero sin dejar de lado lo elegante, igual que su dueña. La habitación si era algo realmente emocionante, estaba decorada de azul cielo y blanco y era tan grande que parecía un salón de baile. Al haber solo 5 cuartos nos vimos en la necesidad de compartirlos, mis dos mejores amigas y yo ocupabamos el último de la segunda planta, en el primero estaban Sam y Alice y el de en medio las hermanas de cabello rubio.

— Ree ¿Puedes peinarme? — preguntó Harley y luego de afirmar me dirijo a ella soltando el disfraz que la pelinegra se pondría cuando terminara de bañarse.

Comencé a hacer el peinado que utilizaba la princesa Jazmín, he de admitir que si el creador de la caricatura hubiera pensado que ahora mismo una chica con cortocircuito cerebral y cabello azul se estaría vistiendo la protagonista femenina se replanteaba dos veces la idea de lanzar la peli. Aún así se veía hermoso, su pelo y atuendo combinaban perfecto, al igual que Miley que lejos de ser la Blanca Nieves que conocemos traía el mismo vestido pero ajustado al cuerpo y sobre la mitad del muslo.