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-¿Vienes a despedirte?- pregunto Leire triste cuando vio a Olimpia entrar por la puerta de la habitación del hospital.

-Buenos tardes a ti también- dijo sonriendo cuando vio a Álvaro con ella.- Pero siento decirte que no.

-¿Porque?- pregunto ahora Nico.

-Tengo otro caso- dijo cansada mientras se sentaba al lado del jugador.

-¿Que ha pasado?- pregunto Aurora después de haber regañado a Leire por celebrar que Olimpia no se iba.

-Esta mañana un padre ha denunciando la desaparición de su hija- respondió con una mueca- Bueno solo venía a decir eso, me voy que tengo que buscar donde quedarme.

-Quédate en mi casa- dijo rápidamente Nico- Si quieres claro.

-Oh, no quiero molestar.

-No molestas de verdad- dijo él con una sonrisa.

-De acuerdo, pero tengo que pasar antes por la casa de los Rodríguez para empezar con el caso, y muchas gracias por dejar que me quede- dijo abrazándole.

-Si quieres te escribo y te paso a buscar después.

-Genial- dijo con una sonrisa para después irse.

-¿Acaso tienes su número?- pregunto Álvaro una vez que Olimpia se había ido.

-Mierda- respondió.

-Yo lo tengo hermanito- dijo Leire con una sonrisa.

-Y yo- dijo Aurora.

-¿Y porque yo no?- pregunto incrédulo.

-Leire se lo pidió- respondió simple su madre.

-Cierto Nico, si no te das prisa me la quedo yo eh- añadió ahora Leire.

-La vi antes- replicó Nico.

-Me rescató a mi- debatió Leire.

-Yo he pasado más tiempo con ella.

-A mi me ha dado su número.

-A mi me ha agarrado de la mano.

-A mi me ha dado un beso en la frente.

-A mi...

-¡Ya vale!- regaño su madre.

-Perdón mamá- dijeron los dos a la vez- A mi me quiere más.

-Dios- susurró Aurora al ver que seguían discutiendo por Olimpia.

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-Hola, muchísimas gracias por pasar a buscarme-agradeció Olimpia mientras entraba al coche.

-No las des, ¿que sabes de momento? ¿Crees que la encontrarás?- pregunto Nico por el caso mientras conducía hacia su casa.

-No lo sé, este caso es más difícil. Es una chica de diecisiete años que había salido de fiesta con unas amigas para despedir el verano ya que ella no vive aquí, y no volvió a casa- respondió con una mueca.

-¿Porque es más difícil?

-Con el de Leire al menos teníamos sospechosos, pero es que el de ella no hay ninguno. Es muy probable que haya sido un degenerado el que la haya secuestrado, y joder esos casos no acaban bien.

-¿Has tenido algún caso así? ¿El que... bueno, no haya acabado bien?

-No, sería mi primero y no estoy preparada para ello.

-Tranquila- dijo mientras la agarraba la mano- Seguro que la encuentras, eres la mejor en esto.

Olimpia le dio una sonrisa para después los dos quedarse en un silencio cómodo lo que quedaba de trayecto.

-Ya hemos llegado, tengo que decirte una cosa que se me había olvidado.

-Dime.

-Vivo con un compañero.

-¿Y él está de acuerdo?

-Si, de echo está muy de acuerdo- dijo mientras abría la puerta y ayudaba a Olimpia con la caja del caso, entraron y se encontraron con su compañero esperándolos.- Olimpia este es Pablo Gavi.

-Mejor llámame Pablo o Gavi como quieras- dijo sonriendo mientras abrazaba a Olimpia a la que pillo por sorpresa esa acción.

-Olimpia pero puedes llamarme Oli- dijo mientras le devolvía el abrazo.

-Bien- dijo Nico mientras miraba a Gavi- Es hora de irse a la cama Gavi.

-¿Que? ¿porque? No eres mi padre.

-Gavi.

-Oli dile algo- dijo Gavi a la madrileña.

-De echo tiene razón- dijo con una sonrisa- Y Nico tú también deberías irte a dormir, que me ha dicho Leire que tenéis entrenamiento mañana.

-Chivata- susurró Nico- ¿Y tú cuando duermes?

-Tengo que mirar el caso- respondió con una mueca de cansancio.

-¿Puedo ayudarte?- pregunto Gavi ilusionado.

-Véte a dormir y mañana me lo pienso.

-Genial- dijo para subir las escaleras corriendo.

-¿Cuantos años tiene?- pregunto Olimpia.

-Diecisiete.

-Es adorable.

-¿Te gusta?- pregunto Nico.

-No, es más instinto maternal lo que he sentido ¿sabes? Nunca he tenido hermanos y adoro a los niños, algún día quiero tener alguno- respondió ella.

-Puedes utilizar a Gavi mientras tanto- aseguró Nico con una sonrisa- Te mostrare tu habitación.

Imposible || Nico González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora