Capítulo 8

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Advertencia contenido 🔞

Caminé las calles más transcurridas,  las ventas siempre salían eso era lo bueno casi nunca había mala venta.

El calor infernal me abrazaba, caminé a una panadería y compre una refresco mi garganta picaba por la sequedad. Volví al trabajo y en cuestión de minutos vendí todo lo que había tenido en la paleta. Caminé rumbo aún comercio dónde se hacía avance, uno cambiaba el efectivo y ellos se encargaban de transferir a la cuenta de preferencia, aquello era solo para ayudar en la comida y el préstamo de Úrsula si tenía que llevarlo en efectivo.

Mire a ambos lados antes de cruzar la calle, compre la mercancía del otro día.

Demian me esperaba, la presencia de aquel hombre era agobiante. Sentí mi corazón palpitar aceleradamente mientras me acercaba a la residencia, podría estar más nerviosa? Lo dudaba, su olor a menta me mareaba y su tacto era como mil alfileres martillando mi delicada piel.

Santa Madre! No podía, claro que no podía dejar que mi cuerpo reaccionará tan fervir a aquel endemoniado hombre, solo Dios sabía lo que escondía aquella mirada fría y calculadora. Uyendo toda la vida en mi barrio de hombres como él y ahora Demian hacia que mis barreras se desequilibraran lo tengo que admitir, por ello mi comportamiento tan tosco.

Mire a ambos lados mientras abría la puerta.

- Necesito que me digas que te relaciona con Briel?.- sus pupilas estaban dilatada y su pose amenazadora me intimidó, me sentí como un animalito indefenso.

- Espera?- parpadee tratando de comprender- Que Briel? No te entiendo.- sentencie pasando por un lado.

De nuevo aquella mano firme me tomo del brazo derecho, jalandome aún costado e impidiendo mi paso. Diablos! No lo mires a los ojos Alaia, no lo mires joder.

Mi mente no hizo acopio y juro que sentía como si aquellos ojos color petróleo me estuvieran hipnotizado, si no es por lo que dice hubiera bajado la guardia.

- Eres jodidamente sorda o que?.- reafirmó su agarre.- Que demonios haces con Briel? O mejor dicho que tienes con Gabriel?.

Eh? Ya va este tipo era loco o le daban cuerda demás para ello.

- Primero me estás lastimando.- dije y mire mi brazo sus nudillos apresaban mi piel y allí otro tatuaje me saludo en tintas negras decia Odio , nunca me soltó solo dejo de presionarlo fuerte.- Segundo no soy para nada sorda y tercero mi situación sentimental no te incumbe.- indique furiosa.- Espérame?- dije mientras reaccione de nuevo.- Y como coño sabes que estaba hablando  y mejor por qué lo llamas Briel?.- esta vez ataque yo.

- Tú situación sentimental me importa una mierda.- mascullo con una rabia soltandome, señores estaba molesto y me dio miedo en dos días conociéndolo, no lo había visto tan asi.- Gracias a tu flamante casera que es chismosa de las primera.- camino hacia la ventana que estaba al lado de la cama.- Eres grande no tengo porque decirte que tipo de persona es Gabriel cuando lo sabes perfectamente no es asi.- se volteó con los brazos cruzados, Dios sus músculos eran una tentadora vision.- Alaia!.- concluyó con prepotencia.

Encendí la radio ignorando lo completamente y se escucha una canción romántica.

Amaba las canciones de Maná eran tan expresivos.

<< Tienes todos los espacios inundado de tu ausencia, inundado de silencio no hay palabras no hay perdón.
Tú me tienes olvidado no respondes al llamado, no heches tierra la palabra me condenas a la nada no me entierres sin perdón. Mira corazón que es un engaño se revierte y hace daño, se revienta en el aire como pompas de jabón. Como pude haberte yo herido engañarte y ofendido alma gemela no te olvido aunque me arranquen el corazón>>

Alaia: El Demonio Ruso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora