Capítulo 28

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Por las bolas de papa Noel!

Las personas gritaban descontroladamente, gritaban cosas horrendas y se podía sentir lo enojado que estaban ya que esperaban la muerte del demonio en aquella arena pero, no había sido así La Sombra había pedido solo un beso por no darle muerte al ruso.

El parlante sonó mientras miraba el rostro de Demian lleno de sangre.

<<Damas y señores el juego llego a su fin, lamentablemente no se llegó a lo que habíamos esperado pero, la sorpresa era ver  a la pequeña princesa blanca hacer fin aquella situación. Lo ha hecho? Que hará ahora? El demonio dejara pasar aquel intenso beso a La sombra? Un sacrificio por otro sacrificio? Bueno damitas no vemos dentro de quinces días aquí en el Purgatorio donde sacias tus más oscuros deseos, Un aplauso a nuestro anfitrión Dominic Salvatore>>

La voz chillona de Hidra dejo de escucharse. Jesús bendito que pasaba con estos hombres la mayoría dementes de cuna sinceramente.

-Joder Marcus.- hable al verlo entrar con otro hombre. Me levante para darles mas espacio y caminamos fuera de aquel lugar.

-Ocupada al final no?-pregunto amenazante Marcus.

-Solo Cállate- camine pasándole por un lado.

Bastante tenía que lidiar con mi persona, les juro que solo lo hice para que no hubiera más muerte, aun mas hubiera hecho cualquiera cosa por Demian.

Había bajado al purgatorio encontrándome con Hades y clame por la vida del demonio, solo tenía que besar a hades y lo hice, sin más preámbulos lo hice y no me arrepentiría Demian aun tenia vida era lo principal.

Al salir del laberinto las miradas estaban en mí, me sentí aún más pequeña la verdad. Cuando de la nada mi mirada se cruzó con el mismo hombre cabello color cobre, aquellos maliciosos ojo verdes  me miraron  con descaro, baje mi cara y lo esquive yéndome lejos, tan absorta en mis pensamientos que no encontraba Marcus entre tantas personas.

Di un paso vacilante hacia delante y luego otro atrás, chocando con cuerpos diferentes.

-Princesa Blanca perdida- exclamo la voz de Hidra y suspire de pura tranquilidad.-Sígueme te llevare con Marcus!.

No objete y me coloque aun lado de esta. Salimos por la puerta principal, cruzamos a mano izquierda mirando a unos cuantos metros las camionetas de Demitan.-Ten!-me tendió los zapatos.

-Gracias…

Al subirme al auto ya Demian estaba despierto con su mano derecha en sus costillas. Su sonrisa me abrumo un poco e igualmente le devolví una, ese era el demonio que me había cautivado. Me acerque más colocando mi cabeza en su hombro, aspirando aun su enigmático aroma mentolado y almizclado que a pesar de estar cubierto por sudor y sangre no dejaba de brotar era aroma tan familiar.

Cerré mis ojos por unos segundos….

*****

Nos bajamos rápidamente del carro y nos adentramos aun hotel todo guao, los empleados ni miraron a Demian cuál iba colgando del brazo de Marcus sin dejar te sostener su costilla izquierda, sabaran porque no? Bueno no han oido el dicho que dice: Por la plata baila el mono, el Ruso era la plata y los monos los del Hotel que al verlos no hllaban que hacer. Sin embargo al detener la mirada en mi era una clara expresión: Y esta de donde salio? Quien eres tu eh?

Nos adentramos al ascensor solo nosotros, Marcus llevaba la llave en la mano nuestro reflejo se veía  en ambos lados del asecensor la mera verdad? Nos veíamos como si terminaríamos de filmar una película de Masacre cual nos había dejado muy cansados.

Alaia: El Demonio Ruso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora