No había dormido nada después de aquella pequeña conversación con Demian, di vueltas y más vueltas, hasta que el sol choco en mi ventana. Me había levantado y fui directo al jardín.
Sola.
Y solamente sola.
Era tan temprano, tanto que ni los empleados daban señales de vida.
Batalle mucho en la madruga aguardando las ganas inmensas de ir a su cuarto, decirle que quería estar con él, decirle que solo quería estar a su lado y que no me importaba nada.
Pero....
Cómo siempre ha de haber un pero, tan solo no podía. Porque demonios tenia que doler tanto? Si es verdad, nunca estuvimos en una relación legal por decirlo así, pero habíamos tomado riesgos ambos porque sabíamos que cualquier cosa podía suceder.
Joder! Si soy tonta al reclamar algo que nunca tuvo nombre, aún así fue tan fuerte que no puede tan solo dejarse ir, con el tiempo quizás.
Estaba sentada en la grama con un vestido largo y descalza.
Había pasado quizás dos horas hasta que oí pasos acercarse. No me voltee, mi mirada aún estaba a lo lejos cual veía tan solo maleza verde, árboles grandes y el sonido de aves pasar por aquel cielo tan azul.
Sentí un cuerpo a mi lado y voltee.
Xiaoqui..
La coreana pelinegra llevo su mirada en frente mientras, suspiraba. No hable solo recoste mi cabeza en su hombro mientras una lágrimas silenciosas volvían a bajar.
Odiaba el llorar, no había aún cosa más inestables que llorar con ello soluciriamos nada o quizás si, tan solo desahogo un desahogo que muchas veces acababa siempre estaba allí, no ocupaba un espacio tan grande pero, al ser tocado era igual de potente que un C4.
Solo habíamos compartido pequeñas pláticas y pequeños rato, aún así Xiaoqui era lo más parecido a una amiga aquí en París.
Tan pasiva y buena oyente, aquella coreana en todo momento solo me escucho y me brindo un hombro en las veces que lo necesite.
Sorbo mi nariz.- Mejor?- pregunto la coreana al cabo de unos segundos.
- Duele- hable mirándola.
Xiaoqui era toda calma y honestidad.
- Siempre dolerá.- dijo tomando mi mano dándole un pequeño apreton.- La pregunta es podrás lidiar con él?- trago grueso. Oí aquello podría?.- El dolor estara en tu vida siempre pero, eres la dueña de darle un gran significado y de dejarlo sucumbir en tu día a día- agrego tomando las Hazas de su bandolero.
- Me mintió Xiaoqui.- lo solté de golpe agarrando una piedra y tirándola lejos.- Jugo doble play. La verdad me siento muy dolida, Demian estaba empezando hacer mi mundo, solo el en medio y en cuestión de segundos todo se va al diablo...- agregué frustrada.
- Quizás sea la menos indicada, quizás lo que te voy a decir no es lo mejor y puedo ver que el señor a siemple vista es un diablo disfrazado de santo.- la mire con sorpresa. Nunca habíamos hablado de ello.- Pude sacar conjeturas, pero esto es lo de menos Alaia.- Se volteó y me miró.- Desde un momento tú lo aceptaste.- la mire como oye Mija estás de mi lado o que? Xiaoqui solo sonrió y sacudió la cabeza.- No con ello quiero justificar la mentira, Alaia puedo mirar en tus ojos que quieres correr detrás del, que quieres refugiarse en el y que no quieres dejarlo pero, también puedo ver ese miedo, miedo por lo vivido en el pasado, miedo que volvió a renacer y está bloqueando tus verdaderos sentimientos.
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Alaia: El Demonio Ruso
Casuale(#Primer Libro de una Duologia.) Un hombre con un pasado tormentoso, lleno de secretos y maldad. Una mujer con un presente tranquilo. Que pasa cuando una noche ambos se cruzan por hazares de la vida? O quizás solo son una pieza más en el tablero? Al...