- Señorita Alaia!- exclamó Nika por el pasillo.
Me encontraba en el despacho del Ruso, mientras colocaba el teléfono de mesa en su lugar. Di una vuelta en la silla giratoria, con la mirada en el techo.
No me sentía de ánimos para salir la verdad. El no saber por más de casi un mes nada de mis padres, una punzada de dolor creció en mi corazón.
Y si algo les había pasado?
Y si Gabriel los daño?
- Joder!- grite de golpe levantandome de la silla.
La puerta se abrió y Mika entró haciendo una mueca de disculpa.- Lo siento Mika te oí pero, estaba distraida.- caminé dándola vuelta al escritorio.
- El señor ha enviado un paquete para usted- sonrió.- se encuentra en su cuarto.- dijo abriendo la puerta.- Si no necesita más de mi servicio me puedo retirar?
- Claro que si Nika ve a descansar.- llegue a ella y coloque una mano en el hombro.- Gracias.
- Es mi trabajo señorita- dijo sonriendo para luego desaparecer por el pasillo.
Nika era una mujer de unos treinta y tantos de años, pequeña y gordita, ojos marrones, cabellos negros. Había cuidado de la mansión por más de tres años creo que desde el comienzo que pasó a manos de Demian.
Caminé y entre al cuarto.
Lo primero que mis ojos captaron fue el nombre de Carolina Herrera.
- Que mono!.- hable mientras revisaba el contenido.
Señores y mi sorpresa no fue más que ver una hermoso vestido negro, manga larga con la espalda descubierta y en la pierna izquierda tenía una abertura que mostraba una porción buena de carne.
Unos botines negros descubiertos en las puntas de los dedos.
Ja! Demian era perverso. Será que no se acordaba que ese no era mi tipo? La verdad es que esas fiestas de galas nunca me gustaron primero porque nunca había ido a una y segunda porque eran de seguro aburridas.
Los accesorios eran un bolso de mano plateado y un antifaz negro.
Enserio? Una fiesta de disfraz.
Mire el reloj y marcaban las seis y media. Corrí por todo el cuarto luego de haberme duchado, mi ropa interior fue negra, me seque el cabello con el secador, luego lo planche dejando una ondas en la puntas, para luego concentrarme en el maquillaje, resaltando mucho mis ojos aplicando rímel, sombras platas y negras, para luego culminar con los labios con un rosa cálido y mis pómulos con un poco de brillo.
Colocarme el jodido vestido fue la faena más agobiante del siglo, era un aprenda delicada y la trate como tal, pensando que pobre del, ya que Demain no dejaría rastro alguno del vestido si tocaba quitarlo él.
Y mi piel se erizo por aquel pensamiento.
Vi la hora y mierda eran ya las seis y veinte. Corrí con un tacón colocado y el otro en la mano, tome el bolso de mano deteniendome al verlo vacío, enserio? Tenía que llevar un bolso caro y sin nada dentro?
Que desperdicio de dinero la verdad.
Volví a detenerme al ver el antifas plata en la cama, me fui al espejo y me lo coloque.
La verdad? Me veía poderosa y sexy.
Llegué a la entrada de la mansión y no mire a nadie. Podía pasar que me dejaran embarcada?
Alaia todo puede pasar mijitica.
Caminé en ese trecho corto como por cinco minutos llegando a exaperarme. Suspiré y cuando ya iba a tomar la puerta para entrar un auto pito y bajo un hombre.
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Alaia: El Demonio Ruso
Random(#Primer Libro de una Duologia.) Un hombre con un pasado tormentoso, lleno de secretos y maldad. Una mujer con un presente tranquilo. Que pasa cuando una noche ambos se cruzan por hazares de la vida? O quizás solo son una pieza más en el tablero? Al...