Capítulo 6

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Increíble o no acompañe a Nadine a su entrenamiento de salto ecuestre, ella llevaba mucho tiempo haciendo esto que yo y tenía más práctica, por lo tanto, me dio una paliza.

—Tengo que practicar más, dentro de unas semanas será el concurso.
—No sabía que te habías inscrito.
—Lo hice.
Miré la hora, tenía que irme a mis obligaciones.
—Tendré que irme.
—Te veo en la cena.

Salí de ahí con mi caballo, se lo dejé a un encargado y le pedí que me llevaran de nuevo al palacio, era una mañana con mucho calor, y no quería oler a caballo en el desayuno, apenas llegue fui directo a mi habitación a tomar la primera ducha mañanera, mis doncellas llegaron para dejarme lista, llegue al desayuno mis padres ya se encontraban ahí.

—¿Has ido con Nadine a practicar? —preguntó mamá.
—Sip —no me sorprende que lo supieran —Es muy buena.
—Si, a veces se exige demasiado, no sé qué espera para conseguir novio.
—Lo conseguirá cuando sea el momento y ella quiera —puntualizó mi papá, si ellos supieran qué ha tenido novio por un año —Por cierto estaba pensando en darle a Carter tu casa...
—Espera ¿Por qué?
—Creí que podías tomar la de él.
—Charles no es duque de Cambridge, yo sí.
—Pero te convertirás en reina y podrás vivir aquí o en el otro palacio.
—Lo sé, pero eso fue un regalo.

Mi mamá miró a mi papá que buscaba qué decir y comprendí por qué estaba tomando esa decisión. Ahí había pasado muchas cosas, en especial cosas no tan buenas.

—Miren agradezco porque lo hacen y lo entiendo, pero es mi castillo, fue mi primera casa y le llegue agarrar un cariño.
—¿Estás segura, cariño?
—Sí.
—Está bien —cedió mi papá, sé que solo intentan protegerme —Hoy tendrás día libre, tenemos un evento tu mamá y yo al medio día.
—Eso son buenas noticias —les sonreí para que vean que era asunto olvidado lo de la casa.

Terminamos el desayuno y mis papás se fueron a alistar para su evento y yo me sentí más aburrida que una perdiz, creó que me había acostumbrado a hacer algo en este año que ahora de que tengo el día libre no sabía qué demonios hacer.

—Janet —le dije para que acercara a mí, deje de tocar el piano —Prepara el coche iré a la casa.

Ella me miro sin comprender de qué casa le decía.

—a la mía —le aclaré.
—Por supuesto —empezó a mandar mensaje por su teléfono —Podemos irnos, alteza.
—Claro.

Me abrieron la puerta para que pueda salir del auto, por fuera se veía igual de como la había dejado, el personal me saludo cuando entré.

—Bienvenida Alteza.
—Gracias.

Recorrí la casa sola, después de decir que regresarán a lo que tenían que hacer, la parte de arriba era difícil que la subiera, aunque al final lo conseguí, entré a la era o fue mi habitación y lucia muy diferente de la última vez que la vi, por supuesto que ya no estaba todo desordenado, que tampoco iban a haber botellas tiradas en el suelo, las sábanas y colcha eran otras y no culpaba si las habían quemado, yo misma lo hubiera hecho.

Las imágenes de lo que había hecho aquí con Jacob, me llegaron de forma desagradable que hizo que me provocara náuseas.

La manera en que deje que me manipulara para que me drogara y así poder hacer conmigo lo que se le antoje o pegarme cuando peleábamos.

Me estaba ahogando, cuando me soltó, tosí en busca de aire.

— ¡Mierda, Phoebe! ¿Por qué siempre me haces ver cómo el malo? Ven, cariño.

Lo alejé con una mano.

— Perdóname — se puso de rodillas — ¡por favor! — empezó a llorar, lo abracé.
— Está bien.

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