Capitulo 10

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Me levante a las 6 am porque no pude dormir y tal vez tenía que ver la maldita pesadilla a causa que Nate no se había quedado a dormir esta noche, odiaba el hecho que mi sueño dependiera de él.

Necesitaba buscar la maldita solución, no dejaba de preguntar porque después de este tiempo se volvieron más frecuentes y no había más que lo que el doctor Haman me dijo.

Miedo.

Miedo a perder a Nate, que descubra lo que había hecho con Jacob, mi oscuro secreto.

Mi ita diría que pueda que mis sueños me están avisando de algo, yo no creo en esas cosas.

Tenía que aprovechar el tiempo antes de irnos a la iglesia, ya que hoy adelantaron la misa de aniversario luctuoso de Anne, porque mi padre planeo su escapada con mi mamá, y a pesar de que ayer practique, quería hacerlo más, seria un día ocupado.

Me encamine a la sala de música, los sirvientes ya estaban con su rutina de limpieza en el palacio al pasar junto a ellos hacían reverencia hacia a mi en modo de saludo.

Después de una hora de ensayo decidí que no tocaría el piano, ya no tenía las mismas habilidades de cantar en tocar el piano, y ahora no tengo tiempo de practicar como antes que podía pasarme horas en el piano.

La canción necesitaba ser cantada muy bien, era tan hermosa que si fallaba la echaría a perder por completo y no puede arruinarse, es un pecado.

Odiaba el hecho que papá pudo haber contratado a la artista aunque esté retirada, pero por algo papá me pidió que yo lo hiciera en lugar de ella aunque tal vez algo me dice que no accedió a cantar.

Practique una hora hasta que vi que era momento en que me arreglara para la misa.

—¿Qué haces tan temprano despierta? —Se acercó a mi todo sudado, conociéndolo venía del gimnasio.
—Tuve que practicar.
—¿Practicar? No estabas en el gimnasio.
—Practicar en la sala de música —le explique.
—¿Vas a cantar hoy?
—Es un favor a papá por la cagada que hiciste ayer.
Puso los ojos en blanco, sabiendo lo que le venía.
—No empieces tú igual, tuve que desayunar hasta al medio día.
—Fue culpa tuya.
—Solo quiero una mejor educación.
—No lo creó tío — dije imitando su horrible español de cuando hablaba con sus compañeros de escuela.
—Te sale fatal.
—No me interesa que me salga bien y tampoco a ti.
—Estudio ahí, no es mi culpa solo se pega.
—Chuck solo te queda este semestre ahí, después tendrás que regresar a la milicia.
—Eso está por verse —Entró a su habitación dejándome sola, caminar a la mía.

Cuando salí de bañarme, las estilistas tocaron la puerta anunciando que estaban aquí, les abrí para que pudieran pasar, una me maquillo y la otra me peino, mientras otra arreglaba el desastre de mis uñas, y es que desde que volví de mi gira y antes que me pidiera matrimonio Nate me arregle las uñas y de eso tenía casi dos semanas.

Janet entró con una pequeña bandeja con agua y una  pequeña pastilla.

—Lo que me pidió.
—Gracias.

La maquillista se hizo a un lado para que pueda tomar la pastilla, no quería sorpresas de embarazo antes de la boda.

Todas salieron y se quedó la que me ayudaba a vestirme, escogí un vestido muy soso típico de Nadine por qué ni mi madre usaba tanto esto a mi edad, pero era porque tenía que estar presentable para la iglesia y más si sería mi primera aparición después de un año de gira y también de anunciar mi compromiso con Nate, necesitaba dar buena impresión a todo mundo.

<<Mírenme ya no soy rebelde, ahora soy casi una monja>>

La cara que pusieron mis hermanos al verme cuando llegue a su encuentro antes de irnos, me causo un poco de molestia, pero gracia a la vez.

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