—¿segura que aún quieres ser reina?
Me encontraba en el camastro mientras miraba a las demás divertirse en el inflable, sentí la mirada de mi prima.
—Es una gran mierda —soltó al no escuchar mi respuesta.
Esta vez la miré, en todos estos años nunca hablamos sobre nosotros y la responsabilidad que nos había tocado al nacer. Era raro o se sentía raro hacerlo.
—No te hagas de la que no lo has pensado, no he actuado como buena prima alguna veces porque estoy acostumbrada a salirme con la mía, siempre, sin embargo como reina no es así. Todos esperan cosas de las que no estoy segura de poder cumplir, la mayoría del tiempo no sé lo que hago, y la otra finjo que lo sé. Tú puedes salir de esta, tu si tienes otras alternativas sin despojar a tu familia.
La dirección de su mirada se fue hacia las chicas una en concreto.
—Ella no lo quiere, aunque pareciera que si, o que lo hace excelente, me lo ha dicho.
—¿Cárter?
—Mucho menos.
—gozar sin responsabilidades.
—Exactamente.
—Yo no sé qué haría sin mi padre.
—Tu papá es el mejor.
—Lo sé, por eso me da celos que te consiente más ti.
—Eso no es verdad, pero tú eres su hija.
—Una hija que es reina.
—Tu lo has dicho. Nuestros padres siempre querrán lo mejor de nosotros, he metido la pata y por todos no lo haré de nuevo.
—Entonces no te quedes triste como perro sin comer y diviértete.
—¿me has llamado perro?
—Si.
Las dos empezamos a reír, ella dejo de reír.
—también hay cosas buenas, créeme y aveces las cosas buenas le ganan a las malas.
—gracias —le sonreí.
—Vamos bulldog. —se levantó del camastro.Puse cara de ofendida, empezó a reír.
—Ya veras.
Sin esperar la aventé a la alberca, ella me sujeto por el brazo haciendo que cayera junto con ella.
—Me siento mal de haberles arruinado la despedida de mi chapulín —mencione al salir del agua donde había estado sumergida.
—No deberías — Karina sonrió y con la cabeza señaló hacia ella gran puerta de cristal, donde los chicos salían a vernos.
—¡tremendo mogollón que habeis armado, hermanas! —Cárter fue el primero en hablar.
—¡Ay cállate con tu asentó castellano! —me quejé.
—Han arruinado una divertida despedida de soltero.
—Aunque no tan divertida como la de ustedes, ¿no? —contestó Nate, me extendió la mano para ayudarme a salir de la alberca y después ayudar a Karina.Las demás ya se acercaban a nosotros.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó Nadine, sin creérselo que estaban aquí.
—¿y todavía te molestas? —le contestó Cárter.
—El que debería estar molesto es Nate, y no lo veo nada molesto —Le respondió.
—Sentimos arruinar tu despedida, hermano —se disculpó Harper, lo abrazó.
—No pasa nada —sentí la mirada de Nate, solamente lo pude ver de reojo, me sentía avergonzada.Salió de mi periferia para luego volver y que me pusiera una toalla para que pueda secarme.
—Gracias.
—Que bueno que han llegado, chicos —dijo mamá con una gran sonrisa.
—creó que iré a cambiarme.Aproveche que mi madre salió a saludar a todos y subí a mi habitación. Me sentía avergonzada porque Nate sabía que ayer me descontrolé, dejó su fiesta por mi, no se lo merecía.
Estaba quitándome el vestido cuando escuché que tocaron la puerta, me envolví en la toalla y abrí la puerta, Nate apareció tras ella.
—Pensé que te alegrarías al verme aquí —podía ver qué estaba un poco confuso o ¿herido?
—Lo hago.
—¿y por no me has saludado y mirado?
—Lo sien...No me dejo terminar la frase y me había agarrado por la cara dándome un beso, saboreando su dulce aliento, sin más me cargo y entrelacé mis piernas en su caderas, la puerta se cerró poco después sentí el colchón sobre mi espaldas.
No quería separarme de Nate ni para agarrar airé, tenía unos días sin verlo, él era mi brújula para el bien.
—Lamentó haberte arruinado tu despedida —mi cabeza descansaba sobre su pecho, él acariciaba mi espalda, sentí su beso en mi cabeza.
—No arruinaste nada. La idea de Charles era ir a un club nudista y emborracharnos.¿Club nudista? En un movimiento me levanté para sentarme y poder verlo a la cara.
—¿Club nudista? —sonrió divertido.
—Si.
—¿Cárter te ha llevado a un club nudista?
—Pero solamente pensaba en ti —dijo sin responder a la pregunta y creyendo que con esa contestación se salvaba.
—No evadas la pregunta.
—No lo hago, únicamente que me has preguntado dos veces lo que ya te conteste a la primera.
—No te pregunté lo mismo.
—Lo has hecho.
—¿Han ido a un club nudista y a mí me han echado el palo por haber tomado 3 copas de champán y ustedes salen bien?Se encogió de hombros.
—No me arrepiento de haber arruinado tu despedida.
—Hace rato has dicho que lo hacías.
—Cambie de opinión. —Empezó a reírse
—Ven aquí —intentó agarrarme de las manos, yo muy hábilmente me quite de su agarré, antes que pudiera agarrarme por completo me baje de la cama y me dirigí al baño.Le puse el seguro para que no pueda entrar, me duche dándome mi tiempo, al salir el se encontraba en la cama con una de mis batas, se veía chistoso, tocaron la puerta.
—Phoebe —se escuchó la voz de mi madre al otro lado.
Nos miramos con pánico, lo primero que se le ocurrió fue esconderse debajo de la cama, abrí la puerta y mi madre pasó sin ser invitada, tal vez no lo necesitaba.
—Phoebe antes de irme, quería pedirte disculpas por lo que ha pasado hace rato. —me sorprendió que mi madre lo hiciera.
—No me regañaste sin razón.
—Tal vez no fue el momento, ni la manera.
—aceptó tus disculpas.Era muy raro que mi madre pidiera disculpas a alguien, porque aceptar su error nunca era una opción para ella, siempre lo decía y con eso sufría mi padre. No quería hacérsela difícil, se lo que cuesta hacerlo.
—te amo hija. Solamente quiero que te cuides y diviertas.
—te vas más tranquila al ver que los chicos han llegado.
—No diré nada que lo niegue.
—está muy rara tus disculpas.
—Lo siento, pero así son las cosas.
—Bien, diviértanse con precaución.Me dio un besó en la frente, se encaminó a la puerta y antes de salir por completo volteó a verme.
—Adiós, Nate.
Abrí los ojos en sorpresa y sentí caliente las mejillas de la vergüenza, mi madre salió sin decir nada más.
— Tu mamá es muy astuta —hablo Nate cuando salió debajo de la cama.
—he salido igual a ella.
—Ya lo creo.
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The Crown
RomanceAhora que la princesa Phoebe aceptó el trono y a Nate en su vida. ¿Por fin podrá tener su final feliz a lado del hombre que ama? ¿El pasado no se le interpondrá en el futuro? ¿La corona le quedará grande o estará a su medida? Son demasiadas las p...