Capitulo 8

147 24 1
                                    

—Buenos días, mi pequeño chapulín —dije dándole un beso, me alejé de él porque no confiaba en mi autocontrol.
—Me has ganado —dijo somnoliento, se estiró haciendo que la sabana resbalara hasta donde termina su escultural abdomen.
<<Yo querer>> grito mi mente lujuriosa.
—El que madruga Dios le ayuda —no tenía tiempo, papá quería que fuera temprano a verlo antes del desayuno.

Ya estaba vestida, tenía mucha energía a pesar de que la gocé ayer. Nate miro el reloj y se sentó en la cama.

—¿No es muy temprano?
—Si, pero mi papá me pidió que vaya a verlo antes del desayuno.
—Oh, o sea que ¿ya?
—Sí.

Vi su cara de decepción, se levantó de la cama sin ningún pudor mostrando su cuerpo desnudo, me mordí el labio para apagar lo que estaba empezando a revolucionar en mi parte íntima, se acercó a mí y yo inconscientemente me aleje, me miro divertido.

—¿Estás huyendo de mí?
Me encogí de hombros, mi vista se fue a su miembro, ¡mierda! ¿Por qué lo miré? Ahora no podía a callar lo que mi cuerpo pedía y era a él.
—Es que es tarde...
—Solo quiero darte un beso.
—Si, bueno... alguien dice otra cosa.
Sonrió
—Prometo portarme bien, me ducharé y pasará.
—Bien.

Me acerqué que a él para que pudiera darme el beso, me tomó por las caderas y me acercó más a él, pude sentir más su erección, yo sentía mis bragas como se mojaban, sus manos fueron bajando hasta mis nalgas las cuales apretó e hizo que gimiera en respuesta.

—No te entretengo más. —dijo soltándome y separándose, yo me quede como boba mirándolo
—¡A la mierda! Papá puede esperar — antes que diera por completo la media vuelta lo jale de nuevo a mí, esta vez quería me metiera si lengua hasta la campanilla y otra cosa más.

Él me dio la media vuelta haciendo que me apoyara en la cama, subió mi vestido, y bajo mis bragas que estaban mojadas, metió su mano para confirmarlo y jugó con mi feminidad, yo empecé a retorcerme de placer, lo necesitaba y eso estaba más que comprobado, sentí como se hundió en mí, sus movimientos eran rápidos y es porque obvio esto iba a hacer rápido porque el tiempo lo tenía contado.

Se agarró de mis caderas para tener más estabilidad, grité cuando me hizo llegar, escuché su gemido cuando él llegó justo después de mí.

—Marie necesito que me... —Alcance a escuchar —¡AHHHH SANTA VIRGEN DE LA PAPAYA! —gritó Nadine en español.

Como flash Nate jalo la sabana de la cama tapando su cuerpo y yo bajé lo más rápido que pude mi vestido y subiendo mis bragas.

—¿¡POR QUÉ NO TOCAS!? —Grité.

La miré y tenía sus manos tapando sus ojos.

—Lo siento... yo pensé... —dijo desesperada —¿Es seguro ver?
—¡SI!

Se quitó las manos de los ojos y tenía una sonrisa de diversión que me dieron ganas de quitárselo de un golpe, me miro y luego a Nate, yo hice lo mismo y el pobre estaba más rojo que un tomate.

Automáticamente, las dos empezamos a reír del pobre de mi chapulín.

—¡No es gracioso, en serio!
—Lo siento Nate... —dijo entre risas Nadine —mejor te veo a fuera —iba a salir, pero se detuvo —Por cierto —Nadine miro a Nate guiñándole el ojo y alzándole el dedo gordo en aprobación.

Nate la miro sin creerse que ella acaba de hacer eso y otra vez se puso rojo, Nadine salió por la puerta divertida.

—Al parecer mi hermana y yo pensamos que eres sexy —Le guiñe el ojo —a y también otras más, por cierto.

The CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora