Capitulo 7

173 25 4
                                        

Regrese al palacio algo cansada, Janet me había dicho que el almuerzo está listo, pero lo que menos quería era comer, a pesar de que salí animada de mi consulta con el doctor Haman, y de qué dijo que no podía recetarme nada para dormir debido a mi historial, me dio consejos para que pueda dormir.

Eran más de las 3:30 y como iba a comer sola mejor me salte el almuerzo, me fui directo a mi habitación, solo pedí un té a ver si eso me ayudaba a dormir un poco, Nate me había mandado por mensaje que me vería en la noche, tenía el palacio para mí, ya que Nadine iba a ir con Harper y como mis padres seguían afuera.

Al entrar a mi habitación pegué un gran brinco al ver a Nate sentado en uno de los sillones, que tenía en mi habitación, él empezó a reír por ver lo que me había provocado.

—Estuve a nada de gritar —Él seguía riéndose —No es gracioso, pudo darme un infarto.
Al decir eso él dejó de reír.
—Lo siendo, Pebe —se acercó a mí, la música sonaba por lo bajo.
—No sabía que estabas aquí, nadie me dijo nada.
—Porque quería darte una sorpresa.
—Vaya que lo fue —Dije con una sonrisa, él volvió a sonreír —Es solo que venía distraída.

A pesar de que casi me hago pipí del susto, amaba que Nate estuviera aquí.

—¿Me perdonas? —lo miré confusa —por asustarte —explicó.

Lo acerqué a mí porque tenía 24 horas que no lo había visto para nada y necesitaba sentirlo cerca, oler su perfume.

—Te amo y no tengo nada de que perdonarte —Lo besé lo más apasionadamente que podía, nuestras lenguas se topaban, sabía a dentífrico quería más de Nate y deseaba que él quisiera más de mí y lo comprobé cuando me acercó más a él, pude sentir su excitación, lo que hizo que mi parte lujuriosa se encendiera.

Sin separarme de él, le quite la americana, él me detuvo separándose de mí cuando iba a seguir con su camisa.

—Phoebe... —su mirada estaba oscura por el deseo y su respiración era entrecortada.
—1000% —dije viéndolo a los ojos, para que vea que también lo deseaba y que estaba lista, sin esperar más respuesta de mí me volvió a besar, mis dedos no lograban desabotonar la camisa, la estiró hasta que los botones salieron volando por la habitación, sus besos fueron bajando por mi mandíbula hasta llegar a mi cuello, gemí por el placer que sus besos me provocaban, no sé cómo es que habíamos caminado hasta la cama, se detuvo para quitarme el vestido que gracias a dios era fácil de hacerlo, y tal vez debí ponerme otra lencería más sexi, pero tampoco estaba tan mal la que tenía.

—Eres hermosa —dijo viéndome con deseo, no pude más y volví a besarlo, por qué ¡Dios! Él también era tan sexy con ese cuerpo bien trabajando en el gimnasio, me deseaba y no me importaba nada más que eso, me quitó mi brasier

Sentí el colchón en mi espalda, ya que Nate estaba encima de mí, me arqueé por los besos que me daba y más cuando bajo a uno de mis pechos, los mordió y chupó, no podía estar más mojada y necesitaba sentirlo, todo se sentía tan bien.

Se volvió a separar con cara de preocupación, lo que hizo que me alarmara.

—¿Qué... que sucede? —dije con la respiración entrecortada.
—No tenemos condón.

¡Mierda... mierda! Era verdad. ¿Por qué tenía tan mala suerte? Justo ahora que todo iba tan bien.

—No me importa tener un hijo ahora, pero...
—Lo sé —dije algo cabreada porque nos estuviera pasando esto —Tomare la pastilla del día siguiente.

Él me miro para saber si estaba segura de lo que acababa de decir.

—Por favor...

Suplique, suplicaría lo necesario... estaba dispuesta a correr ese riesgo. Aunque Nate y yo nunca habíamos tocado ese tema desde que estamos juntos.

The CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora