Capítulo 29

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"Locura."

-Bien hecho, Zoey Gardner. Puedes respirar, has aprobado Física.- Sonrió el profesor Willson, acomodando sus gafas y entregándome el último examen en todo el año. Mis ojos se abrieron de par en par, atrapando las hojas de papel escrito entre mis manos y admirándolas como si de algo sagrado se tratase.- Recuerda que en la semana que viene será tu graduación, Zoey.- Habló luego, viéndome y examinándome. 

Realmente estaba feliz, había estudiado toda la noche para esto. Luego de que mi madre se despertase, enfoqué todo mi ser en los libros, buscando la forma de memorizar cada palabra y fórmula en mi mente, intentando que nada se me escapara o confundiera.

Salí de la clase apretando mi examen, buscando la salida del instituto, rezando para no cruzarme con nadie más. Era tarde, me había quedado a terminar mi examen y a esperar que el profesor Willson lo corrigiera. Los pasos sonaron por los corredores, dándole un extraño toque misterioso y sombrío al lugar. Mis manos se estamparon en la puerta de salida, la cual se abrió ante mi paso y me dejó débil ante la caliente brisa. El verano comenzaba a amenazarnos últimamente, con sus cálidas brisas y sus lluvias típicas.

Mis ojos leían una y otra vez la nota ya puesta y escrita en rojo, aún no creía que había pasado mi último año. Que me marcharía de esta ciudad para jamás volver. Mis pies seguían moviéndose, automáticamente lentos y relajados sobre el cálido asfalto gris. Mis manos dejaron caer las hojas escritas cuando mi cuerpo colisionó contra otro. Escuché un leve gemido agudo a mi costado, por lo cual levanté mi vista para encontrarme con una bonita mujer, de más o menos mi edad, al parecer.

- L-Lo siento.- Logré susurrar, esperando alguna maldición de su parte, o simplemente su indiferencia, dejándome atrás y marchándose.

Sus claros ojos buscaron los míos, pude notar su oscuro y brillante cabello caer por sus hombros delicadamente, mientras que su rostro le daba un toque dulce y aniñado a su persona. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, mientras negaba con la cabeza y se ponía en cuclillas a levantar los papeles caídos.

- No, yo lo siento. Estaba demasiado distraída.- Sus dedos tomaron los papeles, uno por uno, acomodándolos y luego entregándomelos con extremada delicadeza. Logré sonreír, aparentaba ser una chica demasiado dulce.- ¿Cómo te llamas?- Preguntó, clavando sus verdes ojos en los míos, creando un buen contraste entre cristalinos colores.

-Me llamo Zoey.- Sonreí, extendiendo mi mano libre y sintiendo un leve estremecimiento en cada músculo de mi cuerpo. Estrechó mi mano segundos luego, sonriéndome con la misma efusividad y dulzura.

Soltó mi palma con un leve revoloteo de pestañas.

- Bonito nombre, Zoey. Mi nombre es Emma.- Sonrió aún más, demostrándome calor y ternura. Recibí una gran sacudida, la cual alertó mi cuerpo completo, haciéndome abrir mis ojos de par en par. ¿Emma?

- ¿Por qué esa mueca, cielo? –Preguntó en una risita lenta y gentil.

-Mi dios.- Solo logré susurrar, sintiendo todo mi cuerpo congelarse. Ella... sí, era ella.- ¿Emma? ¿Tú eres Emma?- Pregunté como una idiota, llegando a parecer estúpida frente a ella. Sus ojos se clavaron en los míos, la confusión cubrió por completo su semblante, en busca de alguna buena explicación de mi parte.

- Me recuerdas a alguien. Lo siento, de verdad. Solo que... siento que alguien que yo conozco estaba buscándote desde hace meses y...

Sus ojos se abrieron de par en par, pude notar su cuerpo temblar a la vez que su anatomía retrocedía, sus pestañas revolotearon con desesperación al mismo tiempo que su rostro palidecía.

- Tú... eres Zoey Gardner, la chica que... cumpliría la profecía. Tu... tu nombre está escrito en....- Los jadeos inundaron sus labios, dificultándole el habla, mirándome con desconcierto y asombro. Pude notar el miedo en sus extremidades, las cuales temblaban sin detenerse.- Tu nombre está escrito en la sagrada profecía.

The Solitary Angel | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora