Capítulo 4

97 11 0
                                    

"Imponente y Veloz"

Otra hora más y juraba que explotaría. Por suerte era el fin del día de hoy, ya
podía largarme a mi casa, donde me esperaban dos pesadillas con colmillos y garras. Las clases eran cárceles, y los estudiantes los encarcelados. Yo era un
encarcelada más, pero yo era inocente, estaba con un par de idiotas que reían
de cada error ajeno.

-Hey, Gradner, ¿ha venido el homosexual de tu amigo nuevo para salvarte hoy?- Preguntó una irritante vos detrás de mí. Cerré los ojos con fuerzas mientras apretaba las correas de mi mochila que colgaba de mi espalda. Oh dios, Mark Tells jamás dejaría respirar en paz.

-Mira, Mark...- Me volteé con furia para verle a los ojos azules.- Harry no es homosexual, y tú sólo has quedado enfadado con él.

-Claro que lo es. ¿Te has dado cuenta de que sólo habla contigo? Esta solo...
igual que tú. No habla con nadie más que no seas tú, Gardner.- Carcajeó
mientras se llevaba una mano al abdomen y aumentaba su risa
exageradamente.

-Empezaré a creer que sólo molestas a Zoey porque te gusta.- Otra voz se
coló en nuestra discusión. Volqué mi cabeza para encontrarme con el castaño y sus ojos verdes únicos y cristalinos, pacíficos y pacientes.- Acéptalo, Mark. Mueres por ella.- Se acercó a nosotros con una sarcástica sonrisa y sus manos en ambos bolsillos delanteros de su jean negro.

-Hasta que llegas, Harry.- Carcajeó Tells luego.- ¿Ella?- Me señaló con
desprecio mientras enarcaba una ceja y sonreía con ironía.- ¿Gustarme?
Claramente, Zoey te ha convertido en un idiota.

-¿O tú te has convertido en un idiota para llamar su atención?- Preguntó
retóricamente mientras caminaba con grandes pasos hasta mi lado y me
miraba con su cálida y dulce mirada. Aquella que me hacía desfallecer al verla.

-Styles, Styles, Styles.- Negó Mark para luego chasquear la lengua y mirarlo
con un odio profundo y una ira enorme.- Ya te he dicho en la cafetería que este era sólo el comienzo. No juegues conmigo, idiota, no sabes de lo que soy capaz de hacer.- Amenazó Tells mientras se acercaba a su "víctima" y la
tomaba de la remera... de nuevo.

-Mark, ¿por qué mierda no te largas? Deja de creerte un dios y vete por
dónde has venido. – Exclamé mientras lo empujaba con brusquedad y fuerza,
la cual no sabía que tenía, haciendo que se alejara de mi castaño amigo y
posara su enfadado semblante en mí.

-¡Vete a la mierda, Zoey! ¡Eres una maldita zorra! ¡Aúllas por las noches,
puedo asegurarlo!- Gritó con una furia extremadamente impresionante. Oh
dios, jamás había visto a Mark tan enojado. Jamás había pasado de insultos y risas. Tal vez, odiaba a la nueva Zoey, la cual estaba comenzando a contestar sin importarle las consecuencias luego.

-¡Cállate, Mark!- Gritó Harry. Lo miré impresionada, era la primera vez que lo veía enfadado. Sus ojos pacíficos se transformaron en dos esferas furiosas y
su mandíbula se tensó fuertemente.- Respeta a las mujeres, imbécil. Respeta
a Zoey, Tells.- Lo enfrentó luego mientras se salía de mi lado y caminaba a paso amenazante hasta el chico de ojos azules que se proponía hacer mi vida más miserable cada día.

-Tú no eres nadie. Tú no me das órdenes, Styles.- Lo desafió Mark para luego entrecerrar sus ojos y mirarlo con sarcasmo e ironía. Dios, era tan...
detestable.

-Tells, compórtate. No dejaré que maltrates a Zoey. No tienes derecho a
llamarla como la has llamado.- Dijo Harry. Me acerqué hasta él y lo tomé del brazo. No valía la pena pelear con Mark. Él era un caso perdido. Harry me
miró, sus ojos se ablandaron y volvieron a ser los pacíficos de siempre, una cálida sonrisa se formó en sus labios y unos lindos hoyuelos salieron a la luz. Era perfecto, él era humano... ¿verdad?

-Vámonos, Harry. Sabes que no vale la pena hablar con él.- Le ordené a mi
nuevo mejor amigo, tomé su mano y la entrelacé con la mía. Un escalofrío me
recorrió toda la espina dorsal, una sonrisa de tonta me poseyó y mis piernas flaquearon al instante.

-Adiós, Tells.- Sonrió cálidamente Harry mientras emprendía camino a mi lado, ya que yo ya estaba dándole pequeños tirones para que se alejara de aquel demonio.

Comencé a arrastrarlo a la salida, para luego sentir un fresco viento chocar
con mi rostro y revolver mi cabello oscuro. Lo miré de reojo, él solo sonreía angelicalmente mientras su cabello se movía al compás de la ventisca. Apreté las correas de mi mochila después de soltar su mano.

-¿Quieres que te lleve a casa?- Preguntó. Me miró, lo miré. Ambos reímos.

-Claro. Si no es molestia, Harry.- Dije desanimada, la verdad era que no
quería volver a casa y salir de la perfección que Harry causaba en su entorno.

Él irradiaba paz, confianza y serenidad. Él era extraño, jamás había visto un
hombre tan cálido y dulce, a la vez tenaz y punzante. Al parecer, él era una
edición limitada. Obviamente.

-No, claro que no molestas. Me gusta estar contigo, Zoey.- Me confesó
rápidamente. Lo quedé mirando, me había tomado por sorpresa. Nadie
hablaba conmigo más de una vez, y a nadie le gustaba estar conmigo. Yo era
cerrada, pero él me daba confianza, yo jamás hablaba con nadie, pero su
presencia me incitaba a hablar hasta por los codos, sus ojos y su sonrisa, me
daban el valor para enfrentar a Tells. Oh dios, ¿quién y qué era Harry
Styles?

Me hizo señas para que lo siguiera, obedecí mientras caminaba detrás de él
hasta su coche. Su espalda era una de las mejores que había visto, era ancha
y musculosa, y su remera blanca lo hacía ver extremadamente atlético. Sacudí mi cabeza y cerré mis ojos para salir del trance que todo Harry Styles me generaba.

Al abrirlos me encontré a tan solo unos pasos de un brilloso y remodelado
Mustang 67 rojo con dos franjas blancas en la parte delantera. Era un sueño.

-Lindo auto.- Mascullé mientras veía a Harry sonreír. Su perfil era el más lindo que había visto.

-Gracias, creo que... va con mi personalidad.- Levantó sus hombros con inocencia.

-¿Si?- Pregunté.

-Claro, este auto es imponente y veloz. Es uno de los mejores sin duda.- Me
miró mientras sus manos se ponían los bolsillos delanteros de su jean negro
ajustado.

-¿Eres imponente y veloz?- Pregunté con una sonrisa.

-Más de lo que te imaginas.

The Solitary Angel | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora