ELLA ES MI AMANTE.

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Los caminos de México de norte a sur.
Yolanda me contó...

CAPÍTULO 14 extra.

Estaban poniéndose de acuerdo en hacer la broma, cuando en ese instante le sonó el teléfono celular de Luis, rin... rin...
Él rápido hacia una señal con la mano izquierda de que se callaran las dos chicas, entonces contestó el teléfono:
-Buenas tardes, este es Luis Estrada Camacho, diga ¿en qué le puedo ayudar? -
-Hola Luis, soy Graciela Montoya Dos amantes del Madero, de la empresa O.E.C. (Oficina, Escuela, Casa) ¿Cómo estás? -
Al escuchar los apellidos de la señora, casi suelta la carcajada, pero, se contuvo la risa contestándole:
-Estoy... estoy muy bien licenciada Graciela, que bueno que mi "tabique", digo que mi celular tenga señal aquí, estoy en el Distrito Federal, dígame. ¿En qué le puedo servir? -
Esperando la respuesta miraba al par de golfas como se acariciaban una a la otra los senos, estaban dándose de besos en la boca sin detenerse.
Ahora escuchó decir:
-Te estoy muy agradecida, los policías localizaron la camioneta destructor del camino 4x4 roja, y aprendieron a Alicia, a la sirvienta con todo lo que me había robado. -
-Que gusto me da escuchar esa noticia. -
-Ese mismo día que me llamaste, la agarraron los policías, iba con rumbo al estado de Puebla, tus datos fueron
exactos. -
-Qué bueno que recupero todas sus cosas licenciada. -
-Llámame Graciela, soy Graciela para ti Luis. -
-Okey Graciela, me da mucho gusto saber que recuperaste todo lo robado. -
-Escúchame Luis, te prometí una recompensa y quiero que vengas a Querétaro, quiero verte y compensar toda la ayuda que me brindaste, por ti esto fue posible. -
-Lo haré Graciela, solo que esperaré una carga, y no estoy seguro si me la darán para Querétaro, u otro estado,
quizá iré al altar Sonora... -
-Escúchame muy bien Luis, ahora mismo ven a mi compañía, yo te reembolso los gastos por venir tu tráiler vacío hasta aquí, te pago el diesel y todo tu tiempo que uses.
Como te digo, gracias a ti, atraparon a Alicia Rosas Rico, está bien que vengas pronto a mi tienda, porque al mismo tiempo, tengo una carga para que la transportes al estado de
Monterrey. -
-En ese caso, tal vez salga esta misma noche para tu empresa, si no para mañana bien temprano a las nueve por más tardar salgo para allá. -
-Llegando a Querétaro me llamas Luis, por favor. ¿Te parece bien? -
-Está bien Graciela, te lo agradezco muchísimo. -
-No, yo a ti te lo agradezco, nos vemos Luis quedamos en contacto. -
Colgó el teléfono Graciela.
Luis veía a las dos mujeres que seguían besándose en los labios, entonces, con el celular aún puesto en su oreja comentó:
-Ahí nos vemos la cola cuando nos bañemos, pinche putita igual que estas dos putas zorras que traigo abordo, perras calenturientas. -
Al escucharlo, enseguida las dos chicas voltearon a mirarlo.
Luis con una sonrisa miró la cara de sorpresa, les expresó:
-No que no volteaban pinches zorras. -
Recibiendo de inmediato de Paulina, un golpe con el puño cerrado en su hombro, diciéndole:
-Te dejamos conversar y te pasas de pendejo con nosotras. -
- ¡Ay! Era broma, ya había colgado la licenciada. -
- ¿Qué quería la doña? -
Preguntó Yolanda, interesada en saber. Luis sobándose el madrazo le respondió:
-Es una clienta de Querétaro, desea
que visite su compañía para mañana a más tardar, que ya tiene una carga para transportarla para Monterrey. -
Ellas lo escuchaban atentas. Paulina le preguntó:
- ¿Te tienes que ir pantera? -
-Aunque no quiera, necesito ir a Querétaro ya, le urge ahorita mismo, pero les digo que más tardar mañana. -
Al escuchar esta respuesta. Paulina le señaló:
-Pero, primero antes de que te vayas, te bajas del tráiler y le tocas a la puerta, le dices a Marisol como quedamos, y que sea fuerte porque quiero escucharlo. -
Luis miró a las dos jóvenes, tratando de sonreír, diciéndoles:
-Se pasan de pendejas las dos conmigo, si me parte mi madre esta pendeja, ustedes me defienden culeras. -
-Anda ja jajá demuéstranos que tienes huevos pantera. Ja jajá. -
Le indicó Yolanda riéndose junto con su camarada, mirándolo abrir la puerta del tractocamión y descender de este.
Luis dio unos pasos parándose enfrente de la puerta con nervios toco el timbre, este se escuchó adentro de la casa, rin... rin... rin.
Luis giró su cara mirando hacia la ventana del tractocamión, viendo a las dos cabronas con una sonrisa
en su rostro.
Ya se escondían agachándose en el tablero del tractocamión esperando atendieran a la puerta, se escucharon unos pasos venir. Luis sintió mariposas en el estómago, rápido
repasaba la pregunta que le formaría a la joven.
Miró los ojos de las dos chicas al asomarse por la ventanilla.
Hasta que se escuchó abrir la puerta que tocaba, viendo Luis como las dos mujeres se agacharon otra vez escondiéndose en el tractocamión.
Ahora volteó su cara, mirando a la joven que atendía a la puerta.
Era una chicuela, que estaba parada de lado, era de ojos cafés, labios gruesos, de piel morena, con cabello largo y negro como la noche, media como uno setenta y cinco de estatura, era un poco gorda, y poseedora de unos grandes senos, que no los escondía la blusa escotada de color blanca que tenía puesta.
Se le veía unas grandes nalgas, en esa apretada minifalda de color negra, que parecía, que esas nalgas se la reventarían en cualquier momento, estaba descalza, posteriormente, del
rápido escaneo que Luis le hizo a la joven, escuchó las preguntas:
- ¿Qué desea? ¿A quién busca? -
Mientras él contestaba, ella también lo barrió de arriba para abajo mostrándole una sonrisa, al parecerle el joven de buen ver.
Ahora Luis con nervios, le preguntó:
-Disculpe, la señorita Marisol Montes. ¿Vive aquí? -
-Soy yo, dígame. ¿Qué desea? -
Luis todo nervioso, giró su cara hacia el tractocamión, y nuevamente volteó a ver a la joven, preguntándole en voz alta:
-Señorita... eh señorita. ¿Me deja abrirle las nalgas y meterle mi garrote en su fundillito, hasta poder deslecharme adentro de este? -
Claro, la respuesta de la chica no se hizo esperar, enojada le preguntó:
- ¿Crees que mi casa es un putero, hijo de la chingada? ¿Quién te crees que eres puto? ¡Ven acá cabrón!
¡Te voy a partir toda tu puta madre! -
Al ver la cara de la joven mostrar ese enojo.
Luis solo retrocedió con una sonrisa nerviosa, y sin esperarlo, la joven
agarró una escoba que estaba sobrecargada en la pared, junto
a la puerta.
Enseguida, salió a la calle, dando unos pasos grandes, levantándole la escoba para pegarle unos madrazos en el lomo, gritándole:
- ¡Te partiré tu pinche madre! ¡Para que jamás vuelvas a mi casa cabrón! -
Entre las carcajadas, se escuchó en el interior del tractocamión unas voces femeninas que gritaban:
-Ja jajá ¡Méteselo por el culo! Ja jajá Ja jajá. ¡Alcánzalo pinche depravado! Ja jajá. ¡Dale duro al pendejo! -
-Ja jajá ¡Todavía no abren el putero! Ja jajá. ¡Es muy temprano para coger! ¡Por lo menos, que se obscurezca! Ja
jajá. ¡Todavía no se lo lava! Ja jajá. -
Marisol muy seria, y antes de darle el primer escobazo, al escuchar las voces, que le fueron muy familiares, alzó la vista hacia la ventana del tractocamión, mirando a sus dos amigas que se asomaban.
Estaban las dos rojas de la risa, si, ahí estaban arriba del tractocamión, mostrando su cara, la diosa y
Yolanda, quien seguía gritando:
- ¡Dile manita! Ja jajá ¡No soy puta, porque no cobro! Ja jajá. ¡Tus nalgas son gratis! Ja jajá. ¡La ganga de hoy es garganta, panocha y culito gratis! -
Ahora Marisol, comenzó a sonreír gritándoles:
- ¡Pinches golfas! ¿Qué hacen ahí? ¿Qué putas haces ahí adentro "niña"? -
Ahora, la joven miró a Luis. Quien con las manos arriba se protegía de un posible escobazo, que le aterrizara en la cabeza.
Marisol extrañada le preguntaba a Luis:
- ¿Esas dos zorras son tus amigas? -
Asustado y alzando las dos manos en señal de derrota, él enseguida le contestó:
-No, pero, si son tus amigas, y mira lo que hicieron que te preguntará, las dos me comentaron, que tú muy contenta me meterías a tu casa, para cogerte, las mentirosas me dijeron: ahí mero en la puerta, se va agachar y se abrirá de nalgas, para que te desleches en su fundillito, es reputa nuestra amiga, así me dijeron tus amigas. -
- ¿Eso te dijeron? Bájense pinches culeras. ¿Ya ven como son conmigo? A las que voy agarrar a escobazos, es a
ustedes, par de putas chismosas. -
Yolanda cuidándose de la escoba, estaba presintiendo un golpe, le comentó:
-Yo no dije eso de ti mi amor, yo soy incapaz de decir algo así de ti manita. -
-Tenías que ser tú, pinche "niña" y tus travesuras de kínder. -
-Me emputa, que me digas niña, ¡Lo sabes! -
-Por eso te lo digo pendeja, para que mandas a pedirme así las nalgas. -
-La pinche diosa, que anda regalando tus nalgas mi amor, ella le dijo al pantera, pídele el culo a esa puta golfa chaquetera. -
Al escuchar Paulina que su amiga le echaba la culpa le expresó:
- ¡Ah! Es solo mi culpa, la Yolanda le dijo al pantera, Marisol no cobra pídele las pinches nalgas, son gratis es reputa esa pinche golfa chaquetera, ja jajá. -
- ¿Qué hacen en ese tráiler? Bájense cabronas para darles un escobazo, que bien merecido se lo tienes las dos pinches zorras. -
Las dos jóvenes, entre risas se bajaron del tractocamión.
Yolanda abrazó a su amiga, dándole un beso en la mejilla. Paulina enseguida le comentó:
-No me lo vas a creer Marisol, pero, andaba yo en la frontera, y él me trajo hasta aquí, tuvo un viaje al Distrito y
yo al llegar le presente a Yolanda, por eso te llame hace unas horas, para saber en dónde vivía esta pinche golfa de kínder, por no decirle niña, porque se encabrona, y luego no me la
chupa rico. -
Marisol continuó protestando, diciéndoles:
-Pues el cabrón, me saco de honda. ¿Cómo que te abro de nalgas? Me deslechó en tu fundillito.
La neta esta guapo, pero, no soy tan descarada para meterlo a besos, después de lo que me dijo el pendejo. -
-Si bien que te gusta pinche Marisol, ahora resulta que hasta te cotizas, mira te lo presento, él es Luis Estrada Camacho.
Ven Luis ya no te golpeara la pinche santa, ya va a dejar su "automóvil" estacionado, no hay riesgo que te quiera atropellar. -
Él se acercó con una sonrisa perturbada, le daba la mano derecha, mirando que Marisol, dejaba la escoba recargada en la barda, recibiendo la mano derecha de la joven.
Quien ponía una sonrisa en su cara escuchándola presentarse:
-Marisol Montes Guevara, para servirte. -
-Mucho gusto en conocerte Marisol, y esa fue una mala broma de estas dos zorras, me dijeron demuestra tus huevos pantera, ve y pregúntale, y yo por hacerles caso, casi me gane unos pinches escobazos por medio lomo. -
Marisol sonrió, mirando a sus amigas, después les preguntó:
- ¿Se quedarán mucho tiempo en mi casa? -
Paulina se acercó a ella contestándole:
-Nada más te cogemos, y nos vamos de tu casa "santita" unos tres orgasmos, y nos vamos a chingar a nuestra madre. -
Marisol sonrió, apretando con sus dientes su labio inferior, enseguida les decía:
-Vamos entren a la casa, estoy
sola, ayer una amiga vino a visitarme, y tengo todavía unas cervezas que metimos de contrabando. -
- ¿Son Guante al Hígado M.R.? -
Preguntó Yolanda. Marisol sonriendo le contestó:
- ¿Qué otra cerveza es mejor? -
Los cuatro ingresaron a la casa, cerrando la puerta, ya en la sala más en privado.
Paulina abrazo a Marisol dándole un beso en los labios, enseguida, bajaba sus manos acariciándole las nalgas. Yolanda se acercó abrazándola, juntando su boca a la de Marisol, poniéndole su mano derecha en el trasero, tocando una de las manos de la diosa.
Su mano izquierda con descaro le tocaba los senos, de una forma suave, las tres mujeres intercambiaban besos y caricias, manoseándose mutuamente todo su cuerpo.
Mientras tanto, Luis poniendo una cara de pendejo, estaba parado
mirando en silencio, a este trio de lesbianas, con que gusto se
manoseaban entre ellas su cuerpo.
Hasta que Paulina le explicó:
-Marisol, mi amigo el pantera vino hasta aquí para cogerte, y no se ira de tu casa, hasta derramarse en tus nalgas, así que rapidito híncate mi hijita, para que se la vayas chupando, para que se le enderece el pinche garrote, y te lo meta completa entre las nalgas. -
Esas palabras fueron increíbles, o quizá mágicas para Luis, porque enseguida, vio como Marisol, siendo una pinche desconocida, sin poner ningún reproche para Paulina, solo dio cuatro pasos, dejando de acariciar a sus dos amantes.
En plena sala, se paró enfrente de él, muy despacio se fue arrodillando, y enseguida, con sus dos manos le fue bajando la bragueta, le desabrochó el pantalón bajándole el calzón, dejándole de fuera sus diez gruesas pulgadas de flácido garrote.
Solo lo miró por un momento.
Marisol abrió sus labios metiéndose a su boca, solo cinco pulgadas, chupándolo como solo ella sabía hacerlo, con gula, tratando de ponerlo bien duro.
Cuando ella cerró sus labios.
Luis sintió la tibia saliva y la lengua darle de vueltas en la punta de su garrote, con su mano derecha Marisol lo empezó a masturbar de arriba para abajo.
Mientras continuaba chupando toda la punta, desapareciendo en su boca, hasta siete pulgadas del grueso garrote, se lo sacaba por completo, dejando un hilo de baba entre sus
labios y la gruesa punta, con suavidad lo agitaba y se lo lengüeteaba, lo restregaba en los labios, le escupía y se lo volvía a meter a la boca, sintiéndolo crecer adentro, tocándole la punta hasta su garganta.
Luis sentía temblarle las piernas, con las mamadas, lamidas y chupadas de garrote, que le daba esta desconocida, quien golosamente, se lo hundía en la boca lo más que podía.
Ahora sus dos amigas, una de cada lado se inclinaban, le acarician su cuerpo manoseándola por completo.
Paulina a su izquierda, muy despacio le quitó su blusa blanca, dejando Marisol por un momento de masturbar a Luis al sacar sus manos de la prenda.
Yolanda en su derecha,con sus manos le aflojo el brasier quitándoselo, dejando a la vista de Luis, los dos enormes senos morenos que tenía Marisol, estaban adornados por sus dos grandes pezones cafés obscuros.
Ella solo sonrió, al mirar la cara que puso Luis al empezarla a desnudar sus dos amigas, entre besos y caricias. Paulina se inclinó, y con ambas manos, nuevamente le acariciaba los grandes senos, con sus dedos muy suavemente le apretaba sus pezones, antes que Marisol volviera a chupar, ese excitado garrote, le ordenó al oído:
-Levántate mi amor. -
Marisol sin un reproche, se colocó de pie obedeciéndole, recibió un beso en los labios de Yolanda, mientras que Paulina, con sus dos manos le desabrochó la minifalda negra,
resbalando esta hasta caer a sus pies. Ahora, pudieron verle su pequeña tanga de color blanca, que le cubría su papayita, solo algunos vellitos negros se asomaban a los lados.
Enseguida, la joven se hincó, de inmediato abrió su boca poniendo en sus labios, la punta del garrote de Luis, hundiéndose unas pulgadas en su boca, tocándolo su tibia saliva
y su lengua, sintiendo ella las dos manos del trailero acariciarle sus senos, tocando los dedos sus pezones. Luis sonreía, cuando miraba a Paulina besar en los labios a
Yolanda.
Las manos de ellas acariciaban todo el cuerpo de Marisol, tal parecía que esto se pondría bueno en unos instantes más.
Después de unos minutos de chupar, mamar, lamer y masturbar ese grueso garrote.
Paulina le ordeno a Marisol:
-Siéntate en el sillón, para que el pantera te joda tu bizcochito. -
Mientras ella hablaba, Luis miraba a Yolanda quedar completamente desnuda, ahí en plena sala, pudiendo de nuevo ver ese hermoso cuerpo, sus blancos senos, con sus pezones rosas, las blancas nalgas, los deliciosos muslos y ese excitante bizcochito rosita adornado de sus vellitos castaños.
Después de este delicioso escaneo, Luis bajó la vista mirando a Marisol sacarse de su boca su garrote, que estaba totalmente erecto.
Ella se puso de pie, y de inmediato dio unos pasos hasta donde estaba el sillón de color negro, ante la vista de los tres presentes, se agachó quitándose su mini tanga, mostrándoles esas enormes nalgas morenas, que se cargaba, de inmediato arrojó la prenda en el piso.
Se dio la vuelta, mirándosele su bizcochote entre las piernotas, estaba adornado con sus vellitos negros, en seguida se sentó en la orilla del sillón, colocó su espalda en el asiento, y
parte del respaldo, enseguida, con sus dos manos se agarró uno de sus senos, colocándoselo en la boca, sacando su lengua, lamiéndose ella misma uno de sus obscuros pezones.
Luis estaba boquiabierto, miraba sin parpadear el par de muslos morenos que estaban abiertos de par en par, veía el bizcochito semi abierto, esperando su garrote, miraba sus
nalgotas, y podía verle su pequeño fundillito que estaba adornado de una aureola café.
Marisol esperaba, que se acercara Luis para fornicarla, pero, antes que él se aproximara se hincó Yolanda enfrente de su amiga.
La muy puta, enseguida abrió su boca sacando su lengua, adueñándose de esa caliente papayita, dándole una golosa mamada desde el fundillito hasta el delicioso clítoris, cerrando sus labios en este, dándole unos pequeños jalones.
Mientras su lengua, por dentro de su boca lo lamia, escuchándose a Marisol soltar unos quejidos de placer:
- ¡Ah! ¡Ah! ¡Así! ¡Ah! ¡Qué rico! ¡Ah! -
Luis ahora miró acercarse a Paulina, quien también ya estaba completamente desnuda, pudo admirar, ese cuerpo perfecto de diosa que tenía esa preciosa modelo, su pelo lacio dorado, que era largo hasta la cintura, sus enormes y blancos senos con sus pezones rosas.
Tenía una cinturita delgadita, mostrando sus piernas blancas, macizas y firmes, en medio de estas enseñaba todo su bizcochito, bien rasurado, se miraba esa deliciosa rayita rosa, que se antojaba para mamarla hasta hacerla venir en la boca.
Luis estaba aturdido, por estos hermosos cuerpos desnudos, miraba como la diosa ya también se hincaba para lamerle el bizcochito a su amiga Marisol.
Ahora Yolanda quitaba su cara, de las piernas de su amante, de inmediato la diosa le hundía su cara, chupándole toda la panochita, haciéndola que siguiera quejándose de placer:
- ¡Ah! ¡Ah! -

Está historia continuará....
Gracias por seguirme.
Los invitó a leer mis novelas publicadas aquí en wattpad


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Soy Humberto David Arellano Vázquez. Aries.


davidarellano400












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