Capítulo 41

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-Por fin llegaron- nos dijo Daniel al llegar mientras nos sentábamos en la mesa donde el estaba anteriormente- me adelanté y pedí un croissant lo siento-

-Esta bien Dani- le respondí 

-Hola, ¿en qué les puedo ayudar?- se acercó un mesero a preguntarnos 

-Un brownie por favor- 

-Que sean dos- añadí 

-Vale, ¿algo más?-

-No, gracias-

Estuvimos más o menos una hora ahí, gastándonos el dinero que habíamos ganado y básicamente charlando. Daniel se despidió de ambos ya que debía ir a casa porque saldría con su hija a pedir dulces. Mateo y yo nos quedamos afuera de la cafetería.

-¿Te llevo a casa, Ale?-

-No, no te preocupes, Mario tiene una fiesta por aquí cerca, iré caminando-

-Yo te llevo Ale-

-Tu no eres mi chofer Mateo-

-No, solo soy una persona que no quiere que andes sola por la calle-

-Yo sé de defensa personal- bromeé

-Perfecto, la puedes usar otro día, déjame llevarte-

-¿No aceptaras un no por respuesta?-

-Definitivamente no-

-Eres la persona mas necia que conozco-

-Lo tomaré como un cumplido-

-No lo es- le respondí mientras caminábamos a su auto

-Ignoraré lo que acabas de decir- bromeó con una sonrisa 

Uno cinco minutos después llegamos al lugar de la fiesta, era claramente una fiesta de disfraces, pero la mayoría de las personas tenían disfraces comunes, tipo ángeles, demonios, etc...

-Llegamos- 

-Gracias por traerme- le sonreí 

-No te preocupes, amo ser tu Uber- me sonrió de vuelta 

Abrí la puerta, pero justo antes de bajarme del auto me detuve.

-Mateo-

-Alejandra-

-¿Qué vas a hacer ahora?-

-Bueno me esta esperando mi sofá y un maratón de películas de Halloween-

-Si lo deseas puedes venir... a la fiesta, las películas te pueden esperar un par de horas-

-Emmm... ¿enserio?-

-Pues si quieres, no hay presión-

-No no, si-

-¿Si vienes?-

-Si, si quieres bájate y yo estaciono el coche-

-Esta bien, yo te acompaño-

Acompañé a Mateo a estacionar el coche y mientras esperaba me entró una llamada de Sebas.

-Hola Sebas- le respondí y de inmediato Mateo posó su mirada en mi por unos segundos 

-No voy a poder ir a lo de Mario- soltó- tengo demasiadas cosas por hacer, aún estoy en la oficina-

-Esta bien-

-Lo siento Alex-

-Esta bien Sebas-

-Si quieres yo voy por ti cuando salgas-

-No, esta bien, yo tomo un taxi-

-Vale, me tengo que ir, hablamos luego- me dijo para después terminar la llamada

MateoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora