22. Lluvia

28 8 4
                                    

No podía aguantarlo más. Tomé tu rostros entre mis manos y te besé como si mi mundo dependiera de ello. Tus labios eran suaves y se movían con timidez, fue una completa sorpresa para mi que no me apartadas y salieras corriendo.

—No creo que seas una princesa oscura—dije para llenar el silencio que se formó entre nosotros—y si alguna vez tienes dudas sobre cómo encontrarte, puedes mirar mi corazón. Ahí estarás siempre.

—Eso que dices es muy bonito—sonreiste—gracias.

—Es lo que siento Scarlett. En mi mundo no existe nadie más especial que tú.

Luego nos quedamos callados para escuchar de pronto la lluvia caer. El clima se volvió tan agradable para mi que no pude evitar sonreír.

—Amo los días nublados. Porque son la certeza de que los días soleados volverán. Es como llorar para después reir—comenté

—Eso te sucederá a ti, pero después de mis lágrimas nunca vienen sonrisas—respondiste un tanto melancólica—Después de llorar, siempre vine la soledad y más lágrimas. Eso nunca cambia.

Con aquellas palabras me puse de pie. Estaba comenzando a molestarme mucho tu lado pesimista. Así que antes de hacer o decir algo que te lastimara, entrelacé nuestras manos y te hice correr hacia la lluvia.

—¿Estas loco?—preguntaste riendo.

—Un poco—grité haciéndote girar para seguir el compás que marcaban nuestros latidos y la melodía que cantaban tus ojos—A partir de este momento todo cambiará porque cuando llueva en tus ojos recordarás este día y sonreirás.

Entonces te besé ¡Y rayos! En ese instante juré que jamás me cansaría de hacerlo.

Caricias Rotas [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora