1°Un pañuelo. Una promesa. ~Mi Salvador~

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− ¡Allí están! ¡Los de la Legión de reconocimiento están de regreso!

Exclamó una pequeña que corría hacia sus héroes a darles la bienvenida junto al resto de los habitantes. Tenía unos 11 años, pero para su edad era de baja estatura, aun así logro subirse en un par de cajas grandes para poder ver sobre la gente. Haciendo oídos sordos a los comentarios negativos y descarados de algunos contra los soldados, ella los miraba con admiración, con un brillo inocente en su rostro y con una gran sonrisa.

Hasta que lo vio entre sus compañeros, al capitán Levi; su serio rostro, su distinguido cabello, su estatura, la forma de montar a caballo, todo lo de él parecía tan extraordinario a sus ojos y con el se identificaba; ese era el hombre más fuerte de la humanidad, un soldado excepcional, un hombre que se enfrenta a esas bestias enormes sin dudar. Al capitán Levi, más que admiración, le tenía aprecio y amor.

Cuando lo veía acercarse, juró por un momento que habían cruzado miradas, su respiración se detuvo un momento al sentir esos profundos ojos, todo su mundo se detuvo. Sin embargo, sacándola cruelmente de sus fantasías por un tirón de cabello, es jalada desde atrás, cayendo para luego sentir el duro suelo en su cabeza y espalda. Una sombra se posiciona frente a ella, mientras sus ojos lo enfocaban, ____(tn) reconoce a su agresor, era el mismo que siempre se metía con ella y no estaba solo.

− ¡¿qué hacen?! ¡El capitán...! -no pudo terminar su oración. Veía frustrada al par.
− ¡Callate enana! ¿querías ver a tu querido capitán? El ni sabe que existes... -comentó cruelmente el mas alto.
− ¡Aun así...! - sus ojos se volvieron cristalinos.
− ¡Qué te calles! Maldita enana -añadió el otro tratando de sonar machote.

____(tn) solo pudo quedarse en el suelo sollozando, en posición fetal y cubriendo su rostro de las patadas errantes de los niños que empezaron a lastimarla, mientras les gritaban insultos. Para ella esto no era nuevo, solo era otra sesión de golpes, lo que le dolía era que habían escogido el peor momento, justamente, cuando ella era tan feliz le tenía que pasar esto.

Luego la algarabía de las demás personas se silenció un poco, a lo lejos se oyó el relinchar de un caballo, y murmullos.

El capitán Levi se había bajado de su caballo y se dirigía con paso firme hacia los tres.

POV Levi

Volvíamos de una de nuestras misiones fuera de las murallas, como siempre la hipocresía humana estaba presente, a pesar de que en esta ocasión no se habían sufrido tantas perdidas. Que tedioso se volvía todo ese alboroto en pro y en contra. Iba en mi caballo cuando divise el pequeño rostro de una niña que sobresalía de los demás, tenía una hermosa expresión de felicidad, ya la había visto antes en niños, pero ¿en una mocosa? Jamás. De repente puedo notar que se va hacia atrás y desaparece. Que extraño. Mientras avanzo en mi caballo, pasando al frente donde ella se encontraba momentos antes, agudizo mi vista hacia al fondo y logro divisar una escena nada agradable que me enfureció. Me detuve en seco, le di las correas de mi caballo a Hanji que estaba a mi lado, y me dirigí directamente al lugar.
No podía tolerar que un par de mocosos patearan descaradamente a la pobre niña.

POV narrador

Levi hizo un firme llamado de atención, espantando al par de niños que corrieron como gallinas al ver la fría y molesta expresión del soldado, quién los maldecía en sus adentros; después de llegar al lado de la niña maltratada se hinco para verle de cerca.

____(tn) se quedó allí esperando mas golpes cuando sintió una cálida mano posarse en su cabeza; levantó la mirada dudosa encontrándose con una expresión ahora cálida y un poco preocupada, dándole una sensación de seguridad y quietud, aunque no mostrara ninguna sonrisa.

− ponte de pie -la incitó el capitán.

Sin responder obedeció su orden, aun sin creer que él fuera quién creía que fuera. Este la miro, chasqueando la lengua con desagrado, mientras se disponía a sacar uno de sus tantos pañuelos de limpieza que llevaba encima, para quitarle la tierra y polvo que tenía en la cara, teniendo cuidado de no lastimar sus rasguños... también seco sus lagrimas con sutileza.

− ¿por qué te pegaban esos mocosos? - inquirió, sin detener su trabajo de dejarla limpia y cerciorarse que no tuviera mas que rasguños y moretones.
− P-porque soy fea, rara y... chiquita - dijo entre sollozos, sonrojada y con un poco de vergüenza.
− ¿y le crees a esos idiotas? - pregunto ya conmovido y con su duro corazón un poco oprimido. La entendía, y sabía que ella no lo merecía, pero debía mantenerse serio, si se doblegaba todo se iría abajo.
− Es que... -trataba de excusarse.
− Escúchame bien... No eres nada fea, pareces una bella princesa - admitió con su tono de siempre, acariciando una de sus mejillas rosadas con una mano, elevando el rostro de ella para que deslumbrara,- Tampoco es malo ser diferente o pequeño, sé como quieras... mi estatura también es baja, pero al momento de matar titanes como en la vida eso no importa... ¿entendiste?

El rostro de ____(tn) se iluminó como nunca antes, ahora solo tenía una duda.

− ¿U- Usted es... El capitán Levi?
− Si. ¿Cual es tu nombre? -indagó él.
− ____(tn) ____(ta) -respondió emocionada pero tímida

Un grito se oyó desde las filas, era Hanji llamando a Levi, quien se estaba demorando.

− Bien, ____(tn). Antes de irme prométeme una cosa -dijo colocándose de pie- Prométeme que lucharas y vivirás para volverte fuerte y demostrar que los enanos damos miedo.

*Lo que pudo haberse oido como una broma o un chiste... *

− Lo prometo capitán. Prometo que me volveré muy fuerte y entrare a la legión, para que usted vea con sus propios ojos que cumplí. -respondió con una gran sonrisa, mostrando el saludo de la legión, con la mano derecha en el corazón, mientras algunas lagrimas se escurrían.
− Si, voy a estar allí. Toma -le da el pañuelo- consérvalo para que no lo olvides.
− Capitán Levi... ¡Muchas gracias!

*Fue lo mejor que me había ocurrido en mi corta vida... preparando me para un mundo cruel. *

____(tn) por fin vio lo que creía imposible, Levi le había regalado una sonrisa, simple, pero muy inspiradora; se dio vuelta para volver con su tropa, las personas se hacían a un lado y permitirle el paso, montó su caballo con agilidad, y se alejó. Ella apretó el pañuelo que le había obsequiado colocándolo en su pecho, a partir de ahora había obtenido un verdadero motivo para luchar.

*Levi y tu* Una promesa de niña (SNK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora