Capítulo 9.

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Me levanté tarde, muy tarde, no fuimos a la playa, además llovía. Pero aun así, era un lugar hermoso. Me quedé acostada una hora más, ya que en ese lugar hablaba con Noah y con Ryder. Les conté lo de Sophie, a Ryder no pareció agradarle mucho, pero aun así se quedó callado.

Me levanté. Había muchas masitas sobre la mesa y un café de Starbucks. Seguro fueron cuando yo “dormía”. En la tv no había muchas cosas pero nos pusimos a ver noticias, eran aburridas. 

Me dirigí a mi cuarto a cambiarme, me coloqué unos jeans, una blusa de encaje color beige clarito, y unos tenis blancos. Era ropa cómoda, muy cómoda, y que yo amaba con mi vida. Bueno, exagero, pero ropa que me encantaba. Le dije a mi mamá que iba a pasear por el pequeño pueblo y ver si podía comprarme ropa, así que me llevé un poco de dinero. Tomé mis llaves y un pequeño bolso con el color de mi blusa. Tomé el ascensor, pero cuando apenas bajé, Mauricio estaba allí. No podía evitarlo, era un chico muy hermoso. No sólo por su apariencia, lo que yo conocía de él, que no era mucho, también. El me vio, y me sonrió. Yo me sonrojé, y no me dio tiempo para irme.

-Hola. –me dijo el, aun sonriéndome.

-Hey. –le respondí.

-¿Sales a algún lugar? –me preguntó.

-Iré por la ciudad. –le sonreí. 

-Genial, te acompaño.

-Pero…

-Te acompaño. ¿A dónde iremos?

Comencé a reír levemente, mordí mi labio inferior y aun sonrojada lo miré fijamente, aunque luego corrí la vista hacia la puerta.

-Iré a comprar ropa y a tomar algo, ¿seguro quieres venir?

-Sí, sí quiero. –me sonrió. 

Ambos caminamos hacia la puerta y yo corrí mi cabello hacia un lado. El abrió la puerta y me hizo pasar. Le agradecí y me dirigí para la derecha, cuando de repente me tomó del hombro.

-No, no. Para allí no es, es por aquí.

Se rio un poquito, y caminé para su lado. Él me miraba cuando yo no, y yo lo miraba cuando él no. Abrió la boca para decir algo, pero luego la cerró.

Después de caminar unos cinco minutos sin decir nada, por fin le salieron algunas palabras.

-Cuéntame de ti. 

Me quedé callada, porque no sabía que decir, y con esto me di cuenta que no sé quién soy. Bueno, no. Pero en serio, no sabía que decir. 

-Me llamo Emma. Tengo dieciocho años, tengo un hermano llamado Bradley, vivo con él, mi madre y mi padre. Nos llevamos muy bien con mi familia. Soy tímida cuando debo contar cosas mías, con esto claramente te das cuenta –dejé escapar una risa.- y bueno. Me gusta ir de compras, no me gusta el chocolate, pero sí amo la pizza. Soy alérgica al maní, me gustan los panqueques y tengo una debilidad con los chicos que tienen bonitas mejillas… oh, jamás di mi primer beso.

Eso lo agregué, quería llamar su atención, tal vez no era tan importante, pero me gustaría que lo supiera. 

-¿En serio no has dado tu primer beso? Woah, haha. Yo soy Mauricio, me dicen Mau, o Mauri, o, bueno, me llaman de muchas formas. Nací un catorce de febrero, actualmente tengo veinte, todo muy bonito, sí, lo sé, nací en San Valentín. Me gusta hacer videos en youtube, es más, si quieres puedes visitar mi canal, soy screamau101, nací en México, pero me vine a vivir aquí a los once. 

Era hermoso, era perfecto, era todo. 

Doblamos en una esquina y comenzamos a ver las tiendas de ropa, aunque se notaba que a él no le gustaban mucho las prendas que a mí me encantaban. 

Se hicieron las 4:00pm, y nos dio un poco de hambre así que fuimos a tomar algo al lugar que quedaba en una esquina, era realmente bonito, pero realmente caro. No nos importó y entramos. Nos sentamos en la ventana, él se sentó al lado mío, por lo cual el asiento de en frente estaba vacío. 

Me pidió una foto y yo me la tomé. Hicimos caras raras, yo apoyé mi cabeza en su hombro y él recostó la suya en la mía mientras sacaba la lengua y yo me hacía visca. Realmente reimos al ver la foto, el pasó un brazo por mis hombros y me preguntó:

-¿No importa que haga esto, verdad?

Yo le negué con la cabeza y me reí. Cuando la chica vino a traernos la carta, yo ya sabía que pediría. Panqueques y un chocolate caliente.

-¿Qué pediras? –Me preguntó Mau.

-Chocolate caliente y panqueques. ¿Tú?

-Jugo de naranja y una rosca. 

Después de unos minutos la chica volvió, y nos preguntó que pediríamos. Mau le dijo nuestras órdenes, cuando se fue el me miró.

-Y bueno bellezaaaaa. Ya no sé qué decir. 

 Él se rio. 

-¿Te parece si hoy volvemos a la terraza? Un lugar bonito.

-Sí, me gustaría volver. O podríamos, digo, después de aquí, ir para allá.

-¿No querías comprar ropa?

-No, está bien, voy otro día.

Él me sonrió, y yo me refugié en esa cálida y bonita sonrisa que tenía.

La terraza. (Screamau)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora