Capítulo 14.

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Llegué al cuarto donde nos alojábamos y lo primero que hice (además de abrir la puerta) fue tirarme en la cama. Estaba diferente. Yo la sentía diferente. Dejó de ser las suaves plumas, dejó de ser el cielo. Se convirtió en piedras duras y en tierra. No era agradable. Nada era agradable. Una vez más, saqué mi celular. Sonó Eleanor Rigby, otra canción de The Beatles. Se tornaba cansada, ya que la escuché un tiempo
prolongado. La saqué, y sonó No Reply. Uno de los éxitos de Beatles for Sale.
Tarareaba esa canción todo el tiempo, y la tarareé en ese momento hasta que se escucharon unos golpecitos suaves y delicados. No parecían los de Brad, ni los de Mauricio, ya que ellos se sacaban al tocar una simple puerta. Era mamá. Se dirigió a mí con una sonrisa y una bolsa de regalo. ¿Era para mí? Por supuesto.
Lo abrí. Era un vestido demasiado hermoso, de encaje negro con flores grisáceas, daban un toque frío pero fino.

- Mamá, no tenías por que.
- Sólo... quería hacerlo.

Me levanté para darle un cálido abrazo, de esos que sólo ella daba. Pero no lo sentía igual. Me separé con rapidéz. Quizá... ¿Era yo la diferente? No lo creo.

Decidí bajar unos minutos a la sala, necesitaba señal, y de esa sólo había abajo. Hablaba con Mau.

MAU: ¿Me extrañas?
YO: No.
MAU: ¿Segura?
YO: No.
MAU: Ja. Yo sí lo hago.
YO: Y ven. Estoy en la recepción.
MAU: No puedo, Emma.
YO: ¿Por qué?
MAU: Es tarde. Recuerda que estoy aquí para trabajar. Me voy, te quiero.

Estuve a punto de escribir lo común hasta que se desconectó, justo cuando me llegó un mensaje de Noah.

NOAH: ¿Sigues viva?
YO: [Emoji fantasmal.]
NOAH: Te extraño, imbécil.
YO: Y yo a ti, idiota.
NOAH: ¿Buenas nuevas?
YO: Estoy saliendo con alguien.
NOAH: Estás hace dos semanas allí, ¿Y ya sales con alguien?
YO: Sí. Pero es complicado. Comenzó ayer, y me siento rara.
NOAH: Amiga, es tu primer novio. Es obvio que es así. Me voy, te quiero. Chao.
YO: Chao, perrita.
NOAH: [Emojis de besos.]

Eran las 1:34 AM. No era ni tarde ni temprano. Pero estaba debastada. Llegó Eloy.

- Sólo te diré que necesito la recepción para la gente que entra ahora.

Ambos reímos y me levanté, mientras que me disculpaba. Dijo que no ocurría nada, pero no le creo. Me despedí y fui a la habitación, en la cual me dormí en el sillón.

Me levanté a las 5:55PM de esa tarde. No puede ser. Mauricio, terraza, atardecer. Ni bien desperté, cambié mi buzo y lavé mis dientes. Me fui corriendo a la terraza, y él. Él estaba ahí.

- ¡LO SIENTO!

Lo abracé por el cuello.

- ¿Lo olvidaste?
- No, me quedé dormida. Perdón.
- Está bien. Te quiero.

Él me abrazó. Se sentía bien. Sus abrazos me mantenían de pie sobre la tierra. Me quitaban el frío y me hacían bien, literal. Sus abrazos era todo. Me gusta, pensé. Demasiado, repetí.

La terraza. (Screamau)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora