𝟑 ‖ 𝐌𝐮𝐬𝐞𝐨

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╎𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘣𝘢𝘫𝘢
𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘳𝘶𝘮𝘰𝘳 𝘺 𝘯𝘰 𝘭𝘦𝘴 𝘤𝘳𝘦𝘰
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢 𝘧𝘳𝘦𝘯𝘢𝘳
𝘓𝘰 𝘱𝘦𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘪𝘶𝘥𝘢𝘥

╎𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘣𝘢𝘫𝘢 𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘳𝘶𝘮𝘰𝘳 𝘺 𝘯𝘰 𝘭𝘦𝘴 𝘤𝘳𝘦𝘰 𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢 𝘧𝘳𝘦𝘯𝘢𝘳 𝘓𝘰 𝘱𝘦𝘰𝘳 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘪𝘶𝘥𝘢𝘥

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La ciudad tenía un aire más de frescura, a comparación de ayer era un día soleado. Caminaba junto a Yelena por las calles de Nueva York guiandola a nuestro próximo objetivo.

—Al principio pensé en un banco.

—¿Por qué es donde tienen el dinero?

—Exacto, pero después creí que seríaburrido entonces pensé en diez bancos pero me di cuenta de que era algo impulsivo así que...

—Que bueno que te diste cuenta.

Sarcasmo. Suspire con discreción ignorando aquella comentario mientras seguía avanzando a su lado.

—Pero no me podía concentrar con cinco mujeres en una celda, así que hice que me pusieran en aislamiento para tener un poco de paz y claridad y es cuando se me ocurrió.

Detuve mi andar con una sonrisa de entusiasmo. Estábamos frente al lugar que sería testigo de la estafa más estúpida del siglo, no podía verla pero estaba segura que a pesar de que se lo esperaba le sorprendía. Todo le sorprendía a decir verdad.

Aquel museo era uno de los más importantes del país, repleto de piezas arqueológicas y joyas valoradas en más de 100, 000 dolares por la nación. Y este año, sería la cede para el evento anual de la Gala del Met, ¿Qué si podía ser más importante?  No, ni siquiera 10 bancos generarían la vergüenza que está gala hará.

Y ahora me tenían aquí, escuchando escuchando sus estúpidos sermones que me pasaba por los pies. Eran totalmente innecesarios.

—Es un museo.

—¿Y?— ¿Cuál era el problema?

—Y... no es como robar una tienda de licores.

Asentí lentamente masticando con lentitud mi desayuno, no entiendo el porqué de tantos "peros" esta claro y perfectamente calculado.

—Y por eso no robaremos un museo, robare-

—Perdón— sus orbes oscuros buscaron los míos, estaba molesta— Perdóname no hablo ucraniano.

—Dije que no robaremos un museo— alzo una ceja cambiando la seriedad por burla— Robaremos a alguien en un museo.

Una vez entendido eso podía comer en paz, cruzo los brazos usándolos como soporte sobre la mesa para recargar todo su peso, parece ser que la conversación no se quedaría ahí.

—Oye— lo sabía—Aunque esto llegara a ser posibl-

—Es posible.

—Aunque lo fuera— rodó los ojos— Necesitaríamos como veinte personas y medio millón de dólares.

𝐃𝐈𝐀𝐌𝐎𝐍𝐃𝐒┊𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora