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—Divorciémonos.

Se despojó de su saco dejándolo caer sobre la silla frente a mí, tirando cerca de mi vista un sobre color amarillo.

Despegué mis labios del contacto frío de la taza y la coloqué a un lado de la laptop. No dije nada, y él tampoco, sólo se mantuvo alejado de mí preparando una bebida, que cuándo derramó agua caliente al interior del vaso y el olor llegó hasta dónde me encontraba, supe que era café.

Me mantuve observando su persona, cuando su persona volteó a mi dirección dejé escapar todo el aire que hasta ahora había acumulado. Con algo de asombro, debía admitir.

—¿Lo dices enserio? —Mi voz salió grave y un escalofrío me recorrió al escucharme.

—No todos los días llego a casa pidiendo el divorcio Eunsoo. —mencionó dándome la espalda nuevamente.

Yoonoh tenía razón.

—Estoy muy ocupada estos momentos, dame una semana más.

El sonido de la cuchara revolviendo los hielos se detuvo y se alejó de la mesada hasta encontrarse frente a mí. Carraspeó intentando llamar mi atención, pero mi vista ya había caído en la pantalla frente a mí.

"La sujeta de su mano con desesperación, no quiere dejarla ir pero sabe que la ha perdido" se escribía en el guion que después de releerlo por veinte veces no me terminaba de convencer, tenía que terminar la revisión de éste para mañana a primera hora. Intuía que nadie vería un capítulo de nuestro proyecto con este final tan vago.

Me tomó de sorpresa cuando tapó la cámara del dispositivo con sus dedos, estaba observándome con sus labios en línea recta y después de unos segundos en silencio cerró sus ojos, volviendo a suspirar, más fuerte que antes. Como si estuviera a punto de perder la calma.

—Deberías ir a dormir, yo me quedaré en el sillón.

No dije ninguna palabra, no quería comenzar alguna clase de discusión, mucho menos en estos momentos que me encontraba tan cansada. Antes de subir el primer escalón di un ultimo vistazo a Yonooh, recostándose en el sillón y colocándose la manta de Jihyo encima.

Al día siguiente, por alguna razón, amanecí con un intenso dolor en la espalda, el cual tuve que arrastrar hasta la fría oficina dónde trabajaba.

—¡Unnie!

Dejé de cabecear en mi silla encontrándome a Hyojung gritando mi nombre delante de mi cubículo de trabajo. El sueño me estaba llevando cada vez más a una especie de paraíso.

—Hyo...¿qué sucede? —sonreí apenada por haberla ignorado.

—El jefe te llama —me dedicó una sonrisa como ella acostumbraba, asentí un poco más despierta y me levanté de la silla para dirigirme a la oficina principal del piso.

Un toque a la puerta y esta se abrió casi de manera automática.

—Eunsoo que agradable verte por acá.

—Usted me llamó.

Estalló en risa pero se calló al darse cuenta de fallido intento de hacerme reír.

—Tienes razón, entra y toma asiento, por favor.

Atendí sus palabras y me acomodé frente al escritorio.

—Oh...la revisión del guion está casi terminada, a mi parecer deberíamos confirmar la disponibilidad de ambos idols para hacer unas pequeñas modificaciones en los personajes, aunque yo sugiero un cambio para el protagonista-

—¿Cómo van las cosas en casa Eunsoo? —habló ignorando lo que había mencionado mientras su vista caía en la pecera iluminada de la habitación.

—¿Uh?, ah...van bien —balbuceé.

It'll Be Okay; Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora