It'll Be Okay; Jung Jaehyun

13

Salgo del ascensor una vez llego al piso de la oficina, en el camino algunas personas que caminan por los pasillos me saludan de manera rápida sin perder la formalidad.

—Buenos días Choi ¿alguna novedad?

—Ninguna Jefe.

Le agradecí antes de volver a caminar hacia la oficina para comenzar con el trabajo del día: revisar papeles, firmar algunos otros, enojarme conmigo mismo, y conducir a casa. Últimamente, en eso consistía mi rutina diaria.

Tan pronto como tomé asiento, el teléfono de la oficina sonó, lo tomé escuchando una voz femenina del otro lado.

—El señor Nakamoto solicita verle.

—Dile que pase.

Escuche una afirmación de ella antes de que colgaran la línea. Me acomodé mi saco para levantarme en la espera del japonés, en lo que llegaba me acerqué al ventanal para observar la vista que no todos los días me daba el tiempo de apreciar.

Las contadas veces que había venido Eunsoo solía permanecer en el sofá negro de la habitación, observando la vista iluminada de la ciudad hasta altas horas de la noche, aunque no mantuviéramos conversación alguna, su simple compañía me mantenía de ánimos para permanecer en aquella oficina.

Tres golpes a la puerta se escucharon antes de que Choi abriera la misma. dejando a Yuta entrar.

El japonés chifló viendo con asombro toda la habitación, y sonriendo al último.—Lo más cerca que estaré del paraíso.

Finalmente me miró para estrechar mi mano y hacer un saludo que él mismo me había enseñado.

—Puedes tomar asiento.

Ignoró mi invitación para dejar unas carpetas encima del escritorio, me senté a analizar los documentos que me había entregado, mientras él seguía recorriendo todo el lugar.

Analizaba algunos perfiles de abogados que tenían en la firma de Nakamoto, para poder dejarles el caso, quería que nuestro proceso de divorcio fuese lo más limpio, justo y rápido que se pudiese; antes de que me arrepintiera.

—Que belleza —dijo, desconcentrándome de mi tarea.—¿Por qué te quieres divorciar de ella?

Formé una línea con mis labios mirándolo, se disculpó al instante. Dejó donde estaba un pequeño marco que cubría una foto de ambos, una que fue tomada el día que firmamos los papeles de nuestra boda, ella resaltaba en un vestido amarillo con flores blancas y yo vestía un traje palo de rosa, idea de Eun para vestir de esa manera ese día.

—No te diré, es confidencial.

—¿Lo sabe Johnny? —habló mientras era seguido por mis ojos, viendo como levantaba otra foto que ahora era de los gemelos. — Se nota que son tus hijos.

—No tengo tanta confianza con él.

Evadí su último comentario para analizar la información de cada perfil.

—Te vas a arrepentir.

Le escuché afirmar, más que preguntar; separé 4 hojas del grupo completo para revisarlas con más detenimiento.

—Lo haré. —solté en voz baja, releyendo las hojas que había apartado.

—¿Entonces? —Se quejó moviendo sus piernas desesperadamente.

—Revisa estos. —Ignoré su pregunta, recibiendo una mala mirada de él por haberlo hecho, aunque sabía que me perdonaría después.

—Lo mejor de lo mejor, me encargaré de esto. Te enviaré sus contactos.