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Comenzaba el primer día de la semana y ya deseaba con ansias que llegase el viernes para por lo menos descansar. Después de la monótona rutina de intentar levantar mis ánimos (y fallar en el intento), llevar a los niños a la escuela y conducir hasta el trabajo, noté que toda mi energía que había reunido el fin de semana se había acabado por completo.

En la misma cafetería donde días atrás se habían roto mis nuevos pares de zapatillas, el bullicio aumenta cuando el equipo da finalizada la grabación de hoy, me levanto de mi lugar para dirigirme con el staff de Jeno, hacia la salida trasera del local.

Llego donde unas personas suben conjuntos de ropa y me acerco a la chica que reconozco como la manager de Jeno.

—Oh, señorita Eunsoo ¿en qué le puedo ayudar?

—Sólo venía a dejarle esto —Le entrego con ambas manos un engargolado pesado de los horarios de las siguientes grabaciones.

Si las grabaciones no tenían más interrupciones, en unos tres o cuatro meses se comenzaría a transmitir el programa.

Le agradecí y me despedí rápidamente para regresar con Hyojung, Lia balanceaba su mano despidiéndose de mí y antes de desaparecer por el local pude ver la cabecita de Jeno asomarse rápidamente por la puerta de la van.

Reí por la acción del pelirrojo y corrí hacia dónde se encontraba mi compañera.

—Unnie, tenemos que ayudar en la revisión del guion pero me acaba de llamar el jefe para decirnos que podíamos trabajar fuera de la oficina.

—¿Es urgente? —pregunté, preocupada por una tarea más en mi agenda apretada.

—No realmente.

—Entonces nos vemos mañana.

Me despedí subiendo al carro para dirigirme a la escuela de Jihyo y Jiho, si llegaba estaría bastante temprano en la escuela. Así que sin prisa conduje con calma.

En el camino miré por la ventana una chica con pelo rojo salir de una tienda de conveniencia, era muy joven, tal vez como de la edad de Renjun, en sus manos abrazaba un bote de helado, sabor coco, que me recordó cuánto disfrutaban ese sabor de helado los gemelos. 

Sin querer, la escena en la que Jiho lloraba mientras lo abrazaba volvió a mi cabeza, una pregunta había estado dando vueltas a mi alrededor a partir de ese día.

¿Cómo podría vivir lejos de ellos?

No me preocupaba en absoluto el cuidado en el que se quedarían si se tenían que alejar de mí. Jaehyun no sólo había sido un buen esposo, también era buen padre, uno excelente. Odiaba el hecho de no poder odiar a Jaehyun.

Pero no podía ignorar el hecho de que su manera de ser me dejaba en una posición de villana o mala madre. Eunsoo, una madre que dedicaba más tiempo en su trabajo que en sus propios hijos. No sabía cuáles habían sido las primeras palabras de los gemelos, pero si en algo le había ganado a Jaehyun era que yo sí había visto sus primeros pasos.

Jaehyun fácilmente podía darse un espacio entre su trabajo y su familia, no por algo habíamos logrado estar juntos todo este tiempo, pienso yo; por otro lado, yo apenas podía darme un tiempo para respirar.

Sí, me desvivía trabajando y aunque en muchas ocasiones pensé en darle más tiempo de mí a mis pequeños dos amores, no era capaz de hacerlo.

Ellos necesitaban a alguien mejor, incluso Jaehyun.

Por el retrovisor observé como algunos padres y madres de familia salían de la escuela con sus respectivos hijos, salí del auto para llegar con la maestra que sostenía a los gemelos de sus manitas. Volví a notar un extraño comportamiento en Jiho cuando intenté agarrar su manita, desconcertada le sonreí a la maestra para despedirme de ella.

Sabía que Jihyo era extrovertida y Jiho era un introvertido, pero que se viera sin motivación y sin despegar su vista del suelo me preocupaba demasiado. Incluso tuve que batallar con Jiho pues tuve que arrastrarlo al vehículo, no estaba interesado en caminar.

Me aseguré que ambos tuviesen su cinturón de seguridad y conduje a casa, con un mal sabor de boca. Unos pequeños sollozos en la parte de atrás me alarmaron en el camino, pero antes que preguntara por el dueño o dueña de ese llanto, Jiho habló.

—Hoy le pegué a un niño

Nos detuvimos en un semáforo y aproveché para voltear y mirarlo.

—Fue Min, el provocó primero a Jiho.

—Jihyo.—Le llamé la atención para que no interrumpiera a su hermano, aunque quisiera ayudarlo, prefería que Jiho pudiese contarme aquello con sus propias palabras—Jiho, ¿quieres contármelo?

Sus ojitos lloros aparecieron por arriba de sus brazos que cubrían su cabeza, no me respondía con palabras pero sacudió su cabeza de arriba. Le sonreí limpiando con mi pulgar el rastro que sus lágrimas dejaban en sus mejillas.

Volví a acomodarme para seguir conduciendo una vez que el color del semáforo cambió a verde. Mientras escuchaba atentamente al pelinegro.

—Le conté a Min que ya casi no he visto a papá en la casa, me dijo que es porque papá ya no nos quiere, su mamá le dijo que el suyo los dejó porque amaba a otra persona.

—Jiho ¿por qué piensas eso?, claro que papá nos ama mucho.

—¿Pero por qué no lo hemos visto?

—Mis amigos dicen que cuando una pareja se separa es porque ya no se aman.—Jihyo siguió apoyando la idea de su hermano, dejándome desprotegida ante la situación

Dos pares de ojos se posaron sobre mí. Teníamos que hablar de este tema con los niños, aunque no sabía cómo era necesario hacerlo.

—Claro que su padre los ama mucho, es más ¿les parece si hoy cenamos todos juntos? —sugerí

No pude ver sus caras por estar atenta al camino pero el tono con el que me contestaron me alegró al instante, teníamos que contarles de la situación a los niños, no podía seguir escuchándolos dudar sobre el cariño de su madre y su padre.

【❤】

It'll Be Okay; Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora