08

476 38 3
                                    

Las pequeñas vacaciones que se le habían dado al equipo de trabajo habían terminado por lo que pensar en el trabajo nuevamente volvía a ser una obligación más. Era hora de demostrar que toda la planeación hecha con detalle y esfuerzo podía cosechar frutos, convertirse en lo que pensábamos sería el mejor programa del año. 

Respecto a mi situación en casa, ésta mañana me había llegado la hoja de requisitos para presentar la petición de divorcio ante el tribunal, Jaehyun comenzaba a mover piezas y yo ni siquiera había buscado un abogado.

—Unnie, ¿todo bien?

Me limité a sonreírle sin decirle nada, se alejó y agradecida por eso tomé asiento en uno de los cómodos sillones de la cafetería.

¿Dónde podía conseguir un abogado?

Él mismo me había propuesto conseguir uno por mí, claro me negué, intentando rescatar mi orgullo o algo así. Iba a ganar por mi cuenta sin necesitar de su ayuda.

El equipo de grabación comenzó a murmurar cuando una furgoneta negra se estacionó frente al pequeño local.

De ella bajó el chico que había entrevistado hace unas semanas, Jeno destacaba por los rizos que ahora adornaban su cabello, lo hacía aparentar una edad más grande.

Llegó con una ropa sencilla y cómoda como se lo pedimos, me acerqué llevando en mis manos una cabeza gigante de rana.

En una última reunión habíamos acordado cambiar la presentación del personaje de Jeno para los primeros capítulos. Sería un chico tímido que dañado por el amor se esconde en la botarga de una rana.

—Señorita Soo ¿ninguna rana salió herida por este traje?

—Ninguna rana sólo mis manos fueron las que sufrieron.

Su expresión sonriente se transformó en una de preocupación cuando dije lo último. El taller al que habíamos solicitado la botarga lo entregó en tan malas condiciones que tuve que arreglarlo yo misma.

Analizó la botarga en sus manos y aunque intentó convencerme con una sonrisa se notaba que no podía del todo. El lugar dónde debía estar un ojo guiñando estaba ocupado por una gran equis, su lengua era un triangulo mal cortado y cosido con hilo negro que resaltaba mucho y ni siquiera combinaba; me alegraba haberlo limpiado antes de entregárselo porque sino lo hubiera entregado con mis lagrimas adornando todo el traje.

—Entonces es por la señorita Eunsoo que está muy bonito.

Su manager se acercó a él y se alejaron junto con su equipo personal a un lugar dónde pudiese convertirse en la rana víctima del amor.

Regresé a la silla dónde antes estaba y tomé uno de los cafés que habían pedido para el equipo de trabajo.

Ahora me ocuparía de supervisar que todo saliera bien y después tendría que encontrar una solución para mi problema actual con Yonooh.

Me concentré  en unos papeles del trabajo dejando que todo a mi alrededor fluyera, sin embargo la voz del director regañando al personal y a alguien en particular provocó que dejara de hacer lo que estaba haciendo para poner atención en lo que sucedía en el lugar. 

—¡Corte corte! ¿Qué estupidez fue eso?

—Minho no podemos hablarle así a los artistas.

—Cállate y haz tu trabajo... tú rana idiota intenta mover más tus manos pareces un árbol.

Nuevamente había interrumpido la grabación aquel señor calvo que no pasaba de los cuarenta, desde que le gritó a su asistente dudé en su profesionalismo pero ahora que seguía corrigiendo a Jeno me había hecho perder mi poca confianza en él.

Noté que utilizaba un rollo de papeles para apuntar de forma amenazante a quienes regañaba. El guion que le habíamos dado ni siquiera lo había revisado y había preferido darle otro uso ¿Cómo los obligaba a actuar de una forma que no querían y sin seguir nuestras reglas?

—¡Comenzamos de nuevo! —Un miembro del staff gritó para que todos tomaran nuevamente su posición.

El ambiente comenzaba a hartarme tanto que me encontraba de camino a la salida del local para evadir mis responsabilidades como supervisora del equipo, pero antes de dar la vuelta fui la única que notó el pie de Jeno pegar cada vez más desesperadamente el suelo.

Se sentía incómodo. ¿Ansiedad?

Ciertamente al ser una celebridad le era difícil expresarse en público,  tanto así que me arrepentí del consejo que le había dicho sobre ser él mismo. En las cámaras podía aparentar ser un chico brillante y entusiasta pero en este momento mi instinto de madre aseguraba que debajo de esa cabeza de rana mal hecha, estaba llorando sin poder controlarse.

—Alto —dije en un tono normal que pudo llegar a los oídos del director, todos voltearon a verme—. Terminemos por hoy.

Me acerqué hacía donde estaba el personal de Jeno para que diéramos por concluido el trabajo del día.

—Que estupidez detener mi grabación.

¿En serio había dicho eso?

—Me parece haber escuchado mal pero esto que está grabando no es de su propiedad ni mucho menos mío, es de todas las personas que están detrás de la producción y un guion que ni siquiera está leyendo usted.

El director volteó a verme con una mirada pesada, realmente tenía mucho miedo aunque mi semblante no lo reflejara. Observé a Hyojung de fondo, mirando expectante la escena.

El director no dijo nada pero se levantó de su silla y se acercó a mí, demasiado cerca haciéndome dar unos pasos hacia atrás.

—Niña loca, cierra tu maldita boca y déjame hacer mi trabajo.

Los murmullos del lugar se intensificaron. Su comentario había logrado sacarme de mis casillas por completo, mis impulsos ganaron sobre mi consciencia haciéndome tomar de su camisa y arrastrarlo a la salida del local, los forcejeos eran más intensos de lo que había pensado, era realmente pesado y se resistía de una manera brutal. Pero aunque mis dedos comenzaban a ponerse rojos por la fricción de la tela no podía tolerar ninguna ofensa más al equipo de trabajo.

Mientras el señor se pegaba al suelo y yo jalaba de su camisa, ésta comenzó a rasgarse, segundos después sentí un impacto con el marco de la entrada e inmediatamente un dolor se esparció en mi cabeza junto con un pitido en mi oído.

—¡Eunsoo!

Un grito femenino me sacó de mi inconsciencia y pude girar a tiempo para esquivar la silla que el director había lanzado en mi dirección. Un maniático total.

El tacón de mi zapatilla se había roto, me retiré ambos zapatos para evitar seguir tambaleándome.

—Idiota. —Aún con su playera rota el hombre frente a mí seguía insultándome sin sentido.

De nueva cuenta comenzó a correr a mi dirección, mi cerebro trabajo tan rápido como pudo para idear una manera de no volver a salir lesionada, me hice a un lado dejando que su cara diera un golpe en seco en el pavimento de la calle. En un actuar rápido y con ayuda del staff cerramos la puerta del local, el señor gritaba golpeando el cristal dedicándome miles de insultos que no escuchaba por el espacio de vidrio de nos separaba.

—¡La grabación del día se cancela hoy! —La voz del director de guion resonó por el lugar entero.

Mi respiración estaba agitada, Hyojung se acercó a mí con unos pañuelos para limpiar mis labios y la sangre en mi nariz.

—Gracias. —murmuré en voz baja.

Antes de que la pelea comenzara, Chaewon y Jeno ya habían salido con ayuda de su staff, estaba agradecida que no hubiesen presenciado el acto de violencia que había ocurrido.

Alguien ya había llamado a la policía que llegó unos minutos después de que la pelea física terminara, terminaron llevándose al señor junto con su equipo de trabajo.

Después de que todos me preguntaran si estaba bien y responder con un "sí" falso, regresé en silencio a casa, donde esperaba que el día pudiese concluir de una mejor forma.

【❤】

It'll Be Okay; Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora