18

430 47 11
                                    

Doblo en el pasillo de juguetes, observando los coloridos empaques en los estantes.

—¿Aún no te decides Unnie? —dice Hyojung mientras toma un set para colorear.

—Es difícil escoger un regalo para ellos, siento que sólo lo aceptan porque soy su madre. —suspiro frustrada.

No había vuelto a ver a Jaehyun desde la cena del otro día; en cambio, en la mañana había despertado con un mensaje de su parte, informándome que quería hacer una fiesta para el cumpleaños de los gemelos, acepté al momento emocionada por aquel evento que realizábamos cada año. A pesar de que este año fuese diferente no quería dejar que los niños lo sintieran de esa manera, por lo que acepté a su propuesta.

Él se encargaría de organizar lo necesario para la fiesta que por cierto se llevaría a cabo en su departamento, y aunque intentó negarse, pedí la responsabilidad de los regalos y el pastel. Era lo menos que podía hacer.

—Deberías regalarles algo más significativo, aunque son pequeños me sorprende como atesoran aquellas cosas.

Asiento ante su comentario. Salimos del centro comercial y nos dirigimos al estacionamiento. Una vez adentro, Hyojung se acomoda en el asiento del copiloto y yo a su lado me dedico a buscar el cinturón para colocármelo. 

—Unnie —dice, captando mi atención—, veo que has estado con la mente ocupada estos días, sé que todos tenemos problemas pero siento como si no tuvieras la confianza para contármelo— suspira y desvía su mirada al frente, muerde su labio inferior y la observo jugar con sus dedos.

Aquello me hace sentir mal, mi pequeña pero sincera amistad con Hyojung era una de las relaciones más significativas para mí. Entendía su preocupación, realmente no era buena para esconder mis sentimientos, era fácil de leer pero aunque fuese de esa manera no me agradaba que la gente se preocupase de mí.

 —¿Es sobre Yonooh? —Siento un nudo en mi garganta cuando la escucho preguntar aquello.

—Estamos en ese proceso, ya sabes, en el que pensamos que es mejor darnos un tiempo. —Duda de mis palabras, sabe que hay algo de mentira en ello por el tono con el que lo dije, pero ambas estamos agradecidas de que haya sido capaz de contarle la verdad.

—Cualquier cosa Unnie, siempre puedes confiar en mí. —Toma mi mano con fuerza y algo dentro de mí se remueve con intensidad. Me sorprendo cuando siento una lagrima caer de mi ojo. 

Aquel sentimiento que me había quedado después de mi ultima reunión en persona con Jaehyun no se había ido, aún. En una de esas noches en las que me sentaba mirando a la nada en la habitación había vuelto a sentirme de una manera extraña en la que sentía que mi corazón se apretujaba, Jiho me había sorprendido al aparecer en el marco de la puerta preguntando si estaba bien, se acercó a mi lado y con pequeñas caricias de su parte apenas pude dormir esa noche.

Hyojung me dejó en casa, el trabajo en la oficina había disminuido por lo que la mayoría del tiempo sólo debía sentarme frente a la computadora, revisar algunas cosas, enviarlas por correo y mi trabajo del día había terminado.

Caminé a la cocina después de haberme despojado de mis zapatos. El sonido de unos pasos bajando por las escaleras llamó mi atención, los niños habían sido recogidos de la escuela por Jaehyun , por lo que se suponía que nadie estaba en la casa más que yo misma. Me giré hacia aquella dirección, con un el cuchillo que había tomado en mi puño.

Mi cuerpo entero se relajo cuando al final de las escaleras observé la figura de Jaehyun, con una expresión asustada de su parte, boqueé por la sorpresa de encontrarlo en la casa y también porque había pensado que alguien ajeno había irrumpido en la casa.

—Lo siento. —Dejé el cuchillo en su lugar, jugando con mis manos al verlo acercarse. Suelta una risita después de que su expresión se calma. —¿Necesitas algo?

Levanta su vista y se dedica a verme, contrario a lo que pensaría, no me siento incómoda al estar bajo su mirada, de hecho, me hace sentir de cierta forma en tranquilidad y paz. Sus ojos intercambian emociones que no termino de comprender, pero que prenden una pequeña chispa en mi interior.

Con lentitud, acerca sus manos a mi rostro, acunándolo, al mismo tiempo que se acerca a mi cuerpo. Cuando mi espalda choca con la mesada entiendo que he quedado atrapada, sin salida.

—Eunsoo, sé sincera conmigo —Su voz dulce acaricia mis oídos, mis ojos caen en sus labios y las lindas pestañas que protegen sus ojos.— ¿aún me amas?

A esta cercanía puedo darme cuenta que sigue usando aquella colonia desde que éramos compañeros de universidad, una esencia frutal pero no tan dulce al punto de hostigar, elegante al mismo tiempo. 

—Yo...—Mi voz se apaga por el esfuerzo que hacen mis palabras para salir, tomo una gran cantidad de aire cuando me doy cuenta que la respiración me falta y siento mis pestañas humedecerse— ,no lo sé.

El tiempo sigue avanzando pero nos quedamos en esa estresante posición, no se mueve ni un poquito, y yo a pesar de estar acorralada tampoco hago ningún movimiento.

—¿Puedes preguntarme? —Asiento, hipnotizada bajo su persona— ,pregúntame por qué te pedí aquello, por qué no he hecho nada para detener todo esto.

—Jae, —Mis labios se separan, dejando entrar una de mis lagrimas en mi boca, sintiendo el sabor salado de éstas.— ¿por qué quieres divorciarte?

Mi vista que había evitado todo este tiempo su mirada se levanta, encontrándome con sus ojos cerrados y su ceño fruncido, como si estuviera aguantando una clase de dolor desconocido.

—Todo este tiempo me convencí de que por fin había encontrado la felicidad  a tu lado, —Sus dedos tiemblan y cuando se da cuenta de aquello se aleja de mí por completo, como si ahora mi piel le quemase— pero me di cuenta que desde que nos conocimos no he podido conocerte realmente, sé que no has sido sincera conmigo en ningún momento. 

Mi pecho subía y bajaba de forma exagerada por el intento de respirara entre el llanto que me consumía.

—¿Lo dices por mi depresión? —digo con esfuerzo debido a las lagrimas con las que me ahogo.

—Es desde hace mucho tiempo atrás de eso Eunsoo. —Revuelve su cabello frustrado— Si te soy sincero, creo que nunca me he sentido amado por ti.

Aquello termina de romper por completo mi corazón.

Cuando los gemelos nacieron, en vez de sonreír o llorar como mamá me lo había contado según su experiencia, no había siquiera alguna emoción en mí. Ni a la semana, ni al mes, según la doctora le había dicho a Jaehyun que pasaba por una depresión post parto, afortunadamente después de un tratamiento pude sentirme mejor; aunque sabía que aún seguía ahí porque en algunas ocasiones algunas lagunas regresaban a mí cuando veía a los dos pequeños entre mis brazos. Esa vez había sido, tal vez, la primera y la última vez en la que había intentado preocuparme por mí.

Me costaba aceptar el hecho de que todo este tiempo había actuado hacia Jaehyun de la manera en la que lo haría como una madre o una amiga más. "Como si hubieses tenido la necesidad de proteger al chico inseguro", pensé en mi mente.

Separé mis labios, limpiando mi cara con la manga de mi saco antes de hablar. —Y yo creo que jamás te he amado de verdad.

Mis palabras nos dolieron a ambos, pero ahora sabía que eso era lo más cercano a mis verdaderos sentimientos. Por un momento me pareció decepcionante pensar en el hecho de haber formado una vida al lado de Jaehyun sin amarlo como el lo había pensado todo estos años.

Cuando Jaehyun tomó su abrigo que estaba colgando en el perchero de la entrada y salió por aquella puerta, supe que me dolería seguir. Comprendí que las razones por las que las parejas se separan son distintas y que duele más ser el que rompe un corazón, a ser quién se lo rompieron.

【❤】

It'll Be Okay; Jung JaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora