Así en el cielo como en el Infierno

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Olimpo. 1990

Los gigantes causaron estragos en el monte Olimpo, y apenas la deidad del vino, Dionisio pudo derrotar a los descendientes de Gea con ayuda de Hestias y algunos soldados de Zeus. No obstante, muchos templos quedaron bastante deteriorados y como también humanos al servicio divino fallecieron, no había otra manera q ordenar a los dioses de menor nivel a reconstruir aquellos lugares sagrados por decreto de Hera, reina de los dioses.

Santuario de Athena

Los caballeros de plata y bronce estaban en mejores condiciones, aunq todavía algunos presentaban heridas muy complicadas como para q estos fueran a batallar. Por lo q el maestro Dohko ordenó a q los más debilitados estuviesen montando guardia en el santuario en caso de alguna eventualidad. Shaina y Marin se encargarían de cuidar a un vegetal Seiya. Ikki se quedaría porq aun estaba en coma, y Shun debía protegerlo.

- Lamentablemente los dioses quieren este destino, matarnos mutuamente los unos a los otros, mortales e inmortales. -

Dohko hablo, y los caballeros preparados para lo peor fruncieron el ceño y miraban con detalle el santuario porq sabían q quizás ese sitio sería lo último q verían de la tierra.

Pueblo de Rodorio

Pese a las circunstancias, Afrodita quiso dar una vuelta por aquel pueblo adyacente al santuario. Y una canción de Glam Metal del 1985 q se escuchaba en el equipo de sonido de una casa privilegiada invocó recuerdos en él cuando era un santo bajo la usurpación de Saga; memorias q le dieron un sabor nostálgicos a sus pensamientos. Más una voz muy añorada le hizo regresar al presente pero también ver algo del pasado.

- Afrodita, yo sabía q estabas vivo!!-

Una mujer de lisos cabellos negros, delgada y piel blanca se acercó corriendo al caballero. Esa chica tenía una mirada incrédula pero de igual forma abrazo al hombre de cabellos rizados azules, tan fuerte para corroborar q aquel joven vivía.

- Gabrielle!!-

Afrodita no pudo evitar emocionarse al verla, y de hecho también la abrazo con fuerza. Por un momento se miraron a los ojos y la mirada de Piscis era de deseo, pero las cosas no llegaron a más.

Cuando Afrodita y Gabrielle entraron a la casa de la madre de la chica, una sorpresa dejó en descontento al santo; un hombre alto y formidable cargaba a un bebé en sus brazos, y ese mismo hombre beso los labios de la amiga de Piscis. Él supo q ya la chica tenía su vida hecha, por lo q cerró sus ojos ante la escena y dio la vuelta para irse. Sin embargo la madre de Gabrielle reconoció al caballero más bello y ella no creía lo q veía, así q él no tuvo más opción q ser cortés y contarle a los presentes todo lo q le paso después de revivir, incluyendo la gran batalla q librará en los cielos.

- Te conozco desde q eras un niño. Tu muerte nos afectó muchísimo y el saber q has regresado, me contenta; pero me da tanto dolor el saber q irás a morir. Apenas volviste. Deberías dejar esa vida de Caballero de Athena.-

La madre de Gabrielle lloró mientras decia aquellas palabras.

- Lo siento, señora Beta. Pero para eso regrese de la muerte, para morir peleando contra los dioses. De otra manera jamás hubiese vuelto. Para eso nací, para cumplir mi destino, una vida hecha para morir peleando. Para ser un Caballero del Zodiaco. -

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2022 ⏰

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La Peligrosa Seducción de la Rosa Fúnebre. Afrodita de PiscisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora