C10

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Omnisciente

La mañana siguiente después de esa fiesta, Megumi no podía dejar de pensar en lo que hizo esa noche.

Se sentía extraño e incluso algo sucio, pero mientras lo hacía no le importaba nada de eso.
Era raro para él.

Por ahora no quería pensar en eso, tenía vergüenza de siquiera verle el rostro a su amo, así que solo se concentraría en que hoy era su día libre e iría a casa aún que sea por unas horas.

— Megumi — escuchó la voz de Panda detrás de él, ya estaba por irse.

— ¿Si? — cuando volteó vió al más alto con una canasta en sus brazos.

Canasta llena de frutas y algunas verduras.

— El amo me pidió entregarte esto — pasó la canasta que Megumi tomó con confusión — No preguntes por qué, solo tómala, eres afortunado — sonrió — intenta que nadie te vea salir con esto — ambos entendían el porque.

Obviamente todos los demás sirvientes ya tenían sospechas y envidiaban al pelinegro.
Lo veían salir cada fin de semana y ver cómo iba por toda la casa haciendo pequeños mandados era molesto para ellos que no paraban de trabajar.

Megumi lo miró por unos segundos antes de asentir.

— Gracias — Panda negó.

— Dale las gracias al amo, ahora, tengo que volver a trabajar, no llegues tarde — dijo antes de darse la vuelta e irse tranquilo pero rápido.

Ahora el chico tenía más cosas de que preocuparse, seguramente al regresar tendría que "pagarle" a Sukuna.

Luego de unos largos minutos de camino hacia el pueblo y de ahí hasta su casa, finalmente estaba frente a la puerta que para su sorpresa, se encontraba abierta.

Sin dudarlo mucho entró terminando de abrir la puerta y esperándose de lo peor.
Ladrones o algo así.

Cosa a la cual no tenía miedo, creció con una vida difícil, sabe lidiar con ese tipo de personas sin problema.

Pero lo que encontró era peor a su parecer, Toji estaba con la cabeza recostada sobre la mesa y a juzgar por el olor, había estado bebiendo de nuevo.

Seguramente toda la noche como para terminar así en casa.

Megumi suspiró y dejó la canasta sobre la mesa, vaya forma de arruinar una sorpresa.

— Papá — tocó su hombro para moverlo — papá — insistió una vez más viendo cómo poco a poco se abrían los ojos del mayor.

Toji parpadeo unas cuantas veces antes de ver con claridad, se había llevado una falsa sorpresa.

Su borrosa mirada le hizo ver a alguien más, alguien que realmente extrañaba — Bebiste de nuevo — remarcó lo obvio.

El alfa solo suspiró como queja.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó enderezando su espalda.

— Pasó una semana desde la última vez que vine, traje esto — señaló la canasta.

No mencionó nada más sobre su ebriedad, no quería molestar a su padre, sabe el temperamento que tiene en ese estado.

— ¿Quien te dió eso? — ya se esperaba esa pregunta.

— La compré en el camino, con mi paga — decirle que fue un regalo de su amo haría sospechar bastante a Toji.

— No necesito tu ayuda — Megumi levantó una ceja confundido — ¡No necesito tu ayuda! — gritó antes de hacer volar la canasta y todo su contenido con un golpe.

Loyal (SukuFushi)(omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora