Loyal (SukuFushi)(omegaverse)

C19

Omnisciente

Un nuevo día comenzaba y no como comúnmente ocurría, ese día todos se estaban moviendo de arriba a abajo por toda la casa.
Se estaban preparando para algo.

Megumi salió de la habitación del alfa dónde antes se encontraba en soledad.

Al despertar ni siquiera vio a Sukuna por ahí así que le pareció extraño, habían estado desayunando juntos así que el que no estuviese ahí si le generaba dudas.

Habían pasado pocos días desde que volvió y hasta el momento todo era paz, bueno, lo que se consideraba paz ahí.
Quería decir que Sukuna estaba complacido con todo en general.

Ya que si él está molesto, todos tienen que pagar, afortunadamente no era el caso.
Hasta el momento.

— ¿Que está pasando? — preguntó entrando a la cocina — hoy están más apurados de lo normal — todos menos él, solo se encargaba de las necesidades de Sukuna así que en si no tenía mucho que hacer.

Ya que aparte cuando el alfa lo encontraba haciendo otras tareas le regañaba.
Solo tenía que atenderlo a él.

— ¿No te lo dijo? — Panda limpio el sudor de su frente, había estado algo acalorado por estar cocinando desde temprano — Vendrá su prometida — Megumi sintió un especie de vacío en su estómago — Estará unos pocos días aquí como es de costumbre —

Por la cara de Megumi el otro supo que la había medio cagado — ¿Ya lo sabías no? — el menor asintió.

— S-si... Solo no creí que fuera hoy — rasco su cabellera antes de dar la vuelta e irse lentamente.
Quería hablar con Sukuna, ni siquiera reclamarle, solo hablar.

No podía reclamar, estaba obligado a permanecer en esa casa de cualquier forma, solo quería saber.

Y no va a mentir, se sentía un poquito celoso al pensar en que Sukuna tenía una prometida.

Caminaba perdido en sus propios pensamientos y preocupaciones, su rostro indiferente ya era conocido por ahí.
Algunos lo trataban como si estuviese a cargo incluso.

Ya que si algo le pasaba a Megumi o no le complacían significaba que Sukuna estaría molesto y nadie quiere eso.

— ¡Amo! — le llamó al verlo pasar, el alfa le miro directo a los ojos y Megumi supo que el mayor no estaba de muy buen humor.

Ya aprendió a identificar las miradas y el lenguaje corporal de Sukuna, incluso se estaba acostumbrando a él.

— ¿Por que saliste de la habitación? — le miró de arriba a abajo — ¿Buscas algo? —

— Eh... — miró al suelo unos segundos — Solo quería saber que va a pasar conmigo, escuché que su prometida estaría aquí — el alfa suspiró sin paciencia — aparte mi celo vendrá... no creo que sea una situación muy cómoda — usualmente cuando otros omegas tenían sus celos se tomaban un tiempo libre para no causar molestias o que haya un desorden en la casa.

Pero Sukuna fue muy claro al decir que Megumi no se iría de ahí.

— Solo estará aquí unos días, nada tiene que cambiar —