Loyal (SukuFushi)(omegaverse)

C21

Omnisciente

— ¿Dónde está Urame? — Megumi volteó al escuchar a Sukuna.

El omega estaba limpiando y ordenando la habitación de su amo, últimamente el alfa no le dejaba salir de ahí, sabía que su celo estaba por comenzar así que lo quería tener con él en todo momento.

Sukuna es un alfa bastante posesivo, ni siquiera quería que otros vieran a Megumi en celo.

Al menos el chico estaba algo tranquilo, esos últimos días Sukuna no se había comportado agresivo o grosero como es común, parecía estar tranquilo.

— En la mañana que salí a la cocina escuché que estaba haciendo unos arreglos en el jardín — dijo esto y la mirada del alfa cambió por completo, como si le hubieran dado una terrible noticia.

Sukuna no dio respuesta, dándose la vuelta comenzó a caminar y nomas con eso se podía sentir como su vibra cambió por completo, iba con pasos duros, sus hombros estaban tensos y llevaba las manos hechas puño.

Megumi se confundió por esto, pero así como se confundió se llenó de curiosidad y fue siguiendo al mayor siendo silencioso así como manteniendo su distancia.

Sabía que Sukuna tenía una especie de fijación con su jardín, más no entendía el porqué.

— ¡¿Qué mierda haces?! — gritó el alfa llegando al jardín donde Urame estaba parada en medio mientras los sirvientes movían y modificaban algunas plantas ya sea moviéndolas de lugar o cortándolas — ¡Deténganse ahora mismo! —

Todos los que estaban ahí dejaron de hacer lo que estaban haciendo al escuchar la potente y molesta voz de su amo.

— S-solo estoy renovando — respondió algo despreocupada pero nerviosa por el tono de voz del alfa — hace tiempo que era igual — Sukuna tenía la mandíbula dura.

— ¡A-amo la señorita Urame nos dijo que era orden suya! — dijo un sirviente justificándose rápidamente sabiendo bien lo que estaba por pasar.

Eso solo hizo enojar más a Sukuna.

— ¡Vamos! — Megumi sintió su brazo ser agarrado por fuerza, Yuuji había llegado al escuchar los gritos — ¡Rápido! — por igual Yuuji sabía que las cosas se pondrían feas en esa casa.

Megumi dejó de ver y siguió a Yuuji yendo directo a su habitación, en ese momento cualquier persona que se tope a Sukuna de frente estaría en peligro.

Pero había una persona que no se podría salvar del alfa.

Sukuna se acercó peligrosamente a Urame y sin cuidado, con la mente nublada en enojo, la agarró del cabello con fuerza, los sirvientes no hicieron nada para evitarlo, al contrario, salieron de ahí casi corriendo.

Llevaba a la omega a jalones ignorando los quejidos y golpes que le daba por intentar liberarse pero entre más lo intentaba, Sukuna hacía más fuerza en su agarre.

Urame aparte de asustada, estaba sorprendida y fuera de sí, Sukuna nunca se había portado violento con ella.

Al estar en la entrada de la gran casa Sukuna literalmente la lanzó contra el suelo haciéndola caer aparatosamente.

— ¡¿Qué te pasa?! — le gritó — ¡Mi papá sabrá esto! —

— ¡Me importa una puta mierda! — gritó más alto haciéndola callar — ¡Lárgate de esta maldita casa! — ordenó gruñendo y con ganas de hacerle más daño pero se contenía — Y si el imbecil de tu padre se atreve a poner un pie en esta casa, yo mismo lo mataré...