Omnisciente
El celo de Megumi había comenzado ya, hasta ahora el omega permanecía en soledad, Sukuna no entró a la habitación en el resto del día más que para dejar un plato de comida y salir de ahí ignorando al pelinegro.
Megumi no entendía el porqué pero estaba agradecido con esto, aunque sentía esa necesidad en su parte baja, tenía miedo y su mente no estaba del todo perdida.
Estaba consciente a través de esos lascivos pensamientos, apenas había podido dormir un poco por la tarde ya que tenía la sensación de que Sukuna entraría en cualquier momento.
Ya era tarde por la noche, el ambiente estaba frío pero aún así Megumi se sentía acalorado.
Justo estaba fuera de la cama cuando escuchó la puerta abrirse, eran las doce casi una de la madrugada, el alfa nunca fue bueno para dormir.
Y obviamente era Sukuna quien había entrado, nadie tenía permitido verlo esos días.Megumi ni siquiera volteó, se quedó dando la espalda a la entrada pero podía escuchar y sentir como el imponente alfa se acercaba poco a poco.
— ¿Cómo has estado? — el omega sabía que esa preocupación era algo falsa.
Sintió como el alfa pasaba sus manos por su cintura pegándose a su espalda — Te hice una pregunta — le apretó con esas grandes y fuertes manos.
Ese tacto quemaba para él omega.— Sukuna... — Megumi dio la vuelta para verlo de frente y a los ojos — haz lo que tengas que hacer... — el mayor levantó una ceja.
El omega sabía perfectamente lo que iba a ocurrir, tal vez no sepa cómo pero se hacía una idea, ya no quería esperar más, uno, por miedo, dos, su celo y cuerpo se lo pedían, lo necesitaba.
— ¿Qué es eso que debo de hacer? — hizo una media sonrisa con la intención de jugar un poco con él omega que le miraba a los ojos.
Megumi se agachó y estuvo en silencio unos segundos antes de abrir la bata de dormir que llevaba puesta revelando que estaba completamente desnudo.
La sonrisa de Sukuna desapareció poco a poco pero en sus ojos se podía ver la satisfacción — Mmh... creí que lucharías un poco más —
— ¿De qué me serviría pelear? — Megumi sabía que si peleaba o se negaba todo sería peor para él, no tenía sentido intentar evitar lo inevitable.
El mayor levantó los hombros sin dejar de verlo de forma intimidante.
— Sería un poco más divertido... — le agarró de la barbilla para levantar su rostro y conectar sus miradas.
Sin esperar una respuesta del pelinegro comenzó a besarle siendo brusco y sucio, Megumi intentaba seguirle el paso en ese beso pero Sukuna era demasiado agresivo y demandante, no permitiría que un omega lleve las riendas de la situación — De rodillas — ordenó y esta vez Megumi entendió lo que le pedía.
Una vez estuvo de rodillas, subió sus manos hasta el pantalón del mayor para bajarlo junto a su ropa interior.
Megumi tragó saliva con algo de miedo, ya sabía que el alfa era de gran tamaño ahí abajo, pero saber que eso estaba por entrar en él, que es totalmente virgen le causaba hasta pánico.
Empezó a masturbarlo lentamente para ponerlo duro, podía sentir como crecía en su mano, como las venas se marcaban cada vez más hasta el punto que se sentía tan duro como roca.
Sukuna no tenía ningún gesto en su rostro, solo le veía desde arriba con seriedad y casi aburrimiento ante el omega que solo le masturbaba — Usa la puta boca — le agarró del cabello y pegó la cara del chico contra su miembro.
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Loyal (SukuFushi)(omegaverse)
Fiksi PenggemarLos monstruos también aman, amor cruel y violento.