Loyal (SukuFushi)(omegaverse)

C11

Omnisciente

Sukuna llevaba a Megumi agarrándolo por el brazo sin tener que hacer mucha fuerza puesto a qué el omega no se negaba o intentaba safarse.

Estaba algo asustando pensando en lo que podría pasar, que casi le haya desnudado en el jardín era ya suficiente señal de lo que sucedería.

Pero no sé quejaba ni decía algo, no quería empeorar las cosas haciéndolo enojar.
Aparte no era la primera vez que escuchaba sobre algo como un alfa tomando a un omega así de la nada.

Al parecer sería uno más.

Cuando llegaron a su habitación le soltó y Megumi solo se quedó en su lugar aún en silencio.

— Amo, yo de verdad no le mentiría —

— Quítate la ropa — dijo dándole la espalda mientras se servía algo de licor en un vaso.

— N-no es necesario — estaba rojo y nervioso a más no poder — prometo que seré bueno — Sukuna solo le volteo a ver directo a los ojos.

Sin decir alguna palabra Megumi entendió que debía obedecer.

Con un suspiro de resignación comenzó a desabrochar su ropa y quitarla prenda por prenda, nunca había mostrado su cuerpo a nadie.

— Toda la ropa — dijo al ver que el menor se quedó en ropa interior.
Megumi lentamente bajó sus calzoncillos y con ayuda de sus manos cubrió su entrepierna.

Ni siquiera levantaba la mirada pero sabía que Sukuna le estaba viendo detenidamente y sin pena — Ven aquí — aún sin dejar de ver al piso y cubrirse Megumi siguió la orden.

Sukuna le agarró de la barbilla para verlo a los ojos — Eres hermoso — medio sonrió — No me tengas miedo, al menos no ahora — comenzó a besarlo a la vez que bajaba sus manos a su cintura para llevárselo a la cama.

— Amo... — suspiró al estar acostado en las sábanas con Sukuna encima.

El alfa no dejaba de besar su cuello y pecho mientras paseaba sus manos por el cuerpo del omega a su gusto — ¡No! — chilló cuando sintió como Sukuna tocó su entrepierna.

El mayor dejó de acariciarlo y se separó para verlo desde arriba, no parecía muy contento con ser interrumpido — S-soy virgen... — dijo con miedo.

— Mmh... — sonrió — más te vale — antes de que Megumi dijiese algo más Sukuna le besó; era un beso morboso y sucio — y no te asustes, solo quiero devolverte el favor — continúo dejando un camino de besos desde su cuello pasando por su pecho y finalmente llegando a su abdomen.

Megumi no sabía lo que Sukuna iba a hacer pero estaba confundido con como el mayor acercaba su rostro cada vez más a su zona íntima.

El alfa sin previo aviso agarró al omega por los muslos para separar sus piernas — Ni te atrevas — gruñó antes de que Megumi se pudiese cubrir.

Sukuna miraba a la entrada del chico como un animal hambriento.

— Sukuna — justo cuando dijo el nombre de su amo sintió la humedad de su lengua contra su vagina — ¡Ah! — abrió los ojos en grande.