Loyal (SukuFushi)(omegaverse)

C13

Omnisciente

Sukuna entró a la habitación de Yuuji sin avisarle antes, se tomaba muy enserio su papel como mandante en esa casa.

Si él quería nadie tenía privacidad.

— Yuuji — llamó al menor que con un poco de miedo salió de detrás del vestidor.
De seguro Sukuna estaría enojado después de que el día anterior haya interrumpido el "castigo" a Megumi — Quita esa cara de idiota, si estuviera enojado contigo ya lo sabrías — aparte de saberlo probablemente ya estuviera en el suelo llorando.

Ni él mismo sabe cómo su rostro aguanta esas bofetadas de Sukuna.

— ¿Entonces que quieres? — dijo algo más relajado.

— ¿Cuál es tu sastre? —

— Mmh... — le parecía una extraña pregunta — Es el señor Hu — respondió dudoso — ¿Por qué? — Sukuna medio sonrió.

— Llevaré a que hagan algo de ropa para Megumi — quería ser él mismo quien vista al omega a su propio gusto, verlo como él quiere.

— El señor Hu Ya tiene mis medidas, puedes... — la risa del alfa le interrumpío.
Parecía burlesco.

— Eres una ballena comparado con Megumi — Yuuji tragó saliva con bastante pena y vergüenza ahora, Sukuna no tenía nada de tacto y no le importaba humillarlo.

Incluso destruir su autoestima.

[Flashback, Sukuna tenía 18 y Yuuji 13]

— Sukuna, por favor no hagas esto... — dijo en voz baja mientras retenía las lágrimas.
El agarre de Sukuna en su cabello era violento y fuerte.

— Me gané esto por tu culpa — señaló a su propio rostro dónde su labio inferior tenía una pequeña herida y un pómulo morado — de alguna forma tienes que pagarme, idiota — le dijo al oído antes de empujarlo con la suficiente fuerza para tirarlo al suelo — ya sabes que hacer —

El pequeño Yuuji ahora no podría dejar de llorar, comenzó a quitarse la ropa lentamente bajo la mirada de su hermano mayor.

Fue prenda por prenda hasta quedar completamente desnudo y de rodillas en el suelo.
Su piel temblaba con la fría brisan del invierno que se aproximaba pero eso claro que a Sukuna no le importaba.

— Perdón... — se disculpó cabizbajo esperando que al menos así su hermano sienta algo de pena por él.

— Me das asco — agarró la ropa de Yuuji — te espero en casa — sonrió con maldad aguantando el dolor en su labio.
Y como si nada comenzó a caminar alejandose del menor.

No era la primera vez que le hacía eso.

Lo desnudaba y se iba con su ropa así Yuuji tendría que caminar por ahí desnudo para regresar a casa.
Al menos tenía la compasión de dejarlo cerca de casa, no muchos llegaban a ver al omega desnudo pero el miedo y vergüenza no se lo quitaban.
Y a Sukuna le encantaba humillarlo.

Cómo muchas otras veces Yuuji esperaría hasta la noche escondido por ahí y así nadie le vería.

Pero cuando llegaban a verlo deseaba morir, tan joven y humillado de esa forma.
Lo único bueno de todo esto es que quienes le miraban no decían nada ni hacían chismes, los Itadori siempre inspiraron respeto que cruzaba la línea del miedo.