Omnisciente
Toji escucho como llamaban a su puerta, había estado bebiendo últimamente, escuchar sobre la condición de su hijo lo puso mal.
Sabe que su hijo es inocente, que no merece que sufrir ningún daño, no ha hecho ningún daño a nadie, le duele pensar que él permitió que todo esto sucediera.
Y que a pesar de todo eso Megumi no le haya buscado le hace pensar que tal vez ya es demasiado tarde para su amado niño.
Al escuchar como los golpes en la puerta no cesaban se levantó a abrir, encontrándose con un joven que cargaba dos canastas, una de estas llenas de jugosas y bellas frutas, en la otra canasta había pan y carne.
— Los envía el amo Itadori — le paso las canastas que Toji tomó sin muchas ganas — también envió esto — le pasó una carta y sin más que decir, el muchacho dio la vuelta por donde vino.
El pelinegro entró a su casa dejando las canastas en la mesa y poniendo toda su atención en esa carta.
Al abrir el sobre aparte de una hoja, se encontró con dinero, era una muy buena cantidad, más de la que le había estado mandando antes.
Parecía que Sukuna estaba "pagándole" por lo que le hizo a Megumi.Suspiró y continuó con la carta, que al leerla solo le provocó enojo.
"Hola papá, hace un tiempo que no te veo y te extraño, pero estoy bien, el amo Sukuna ha sido generoso conmigo y no tienes nada de que preocuparte, esperaré tu llamado dentro de unas semanas, por ahora, estoy tranquilo, cuídate mucho y te amo"
Toji gruñó al terminar de leerla.
No es ningún estúpido, sabe que lo que estaba escrito en esa carta no eran palabras de su hijo, Sukuna escribió lo que quiso a su conveniencia.
Precisamente, quería mantener a Toji alejado por unas semanas más.
Tal vez no podría hacer lo que quería, por ahora tendría que mantenerse en línea.
Pero si había algo que podía hacer.
Vengarse.[...]
Ya habían pasado cerca una semana y media desde el celo de Megumi, el joven omega ya había salido de la habitación del alfa, las marcas en su cuerpo como los moretones y demás ya no estaban ahí, sin embargo había otras marcas que dejarían cicatriz.
Lo único que le reconfortaba era que estaban en zonas que su ropa cubría.
Pero había otra cosa que lo ponía triste, la ausencia de su padre.En la carta que Sukuna escribió por él, pidió que no tarde en verlo, que lo necesitaba y quería pasar un rato con él.
Le dolía pensar que su papá se quería mantener alejado de él o simplemente no le importaba.
La vibra en esa casa había cambiado después del celo de Megumi, los sirvientes ya no le trataban igual y no le veían como cualquier persona.
Extrañamente lo trataban como si estuviera a cargo.Cumplían lo que sea que Megumi pidiese, procuraban tenerlo satisfecho y no molestarle.
Él no lo sabía pero después de lo ocurrido ahora era el omega del amo Sukuna de manera oficial. Ya no es un simple sirviente, era el omega de esa casa.
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Loyal (SukuFushi)(omegaverse)
FanfictionLos monstruos también aman, amor cruel y violento.