Puedo Oírte - La Secuela De ¿Puedes Oírme? CANCELADO

Capitulo VI: Sentimientos inundados

Ángel Behemot

Le he pagado el motel a esa chica que apenas conozco, quizás hice mal y pueda que se moleste. Pero durante toda la noche no pude dormir recordando esa mirada rota en sus ojos, la manera en la que antes de bajarse del mercedes miró al motel con una expresión de cansancio, como si no quisiera volver a regresar, como si se sintiera agotada de volver allí.  No pude evitar sentirme preocupado cuando se bajó de mi coche mientras desaparecía de camino al motel, me quedé mirándola hasta que llegara a la puerta, procurándome de que llegara sana y salva. 

Tal vez no vuelva a hablarme porque piense que soy un acosador y un entrometido, y no la culpo si llega a pensarlo. He pasado las ultimas dos horas desde que le pagué la estadía tratando de borrar esa mirada en sus hermosos ojos verdes, pero son las cinco de la mañana y aun no lo consigo.

Sacudo mi cabeza. No puedo dejar que eso me afecte, si me deja de hablar no me importa... Usualmente las personas no se quedan mucho rato en  mi vida, ya estoy acostumbrado. Así que me levanto de la cama para comenzar con mi rutina de ejercicio diaria antes de irme a trabajar.

Hoy no he podido dormir bien, pero no puedo permitirme que eso me afecte en el resto del día. Dormir es algo que no me agrada, suelo tener pesadillas que me torturan y atormentan. Pero me obligo a mantener una vida que sea lo más saludable posible, por lo que dormir ocho horas me parece necesario para cumplirlo. Todas las mañanas me levanto con demasiada energía, y aunque suene como algo positivo, en realidad es lo contrario. Es una energía negativa, llena de ira, ansiedad, estrés, frustración y odio. Una energía que dreno llevando mi cuerpo al limite, para que así pueda concentrarme el resto del día en mis ocupaciones. Es una lucha que a veces me cuesta llevar, pero debo hacerlo.

Antes de entrenar primero paso por la cocina para desayunar, el desayuno es una de las jornadas del día que más me gusta, puesto a que consigo desconectar un poco mi mente. Desde que vivo solo, suelo comer mucho, muchísimo, mucho más de lo que debería de comer para mi tamaño y complexión, sobretodo cuando tengo fuertes episodios de estrés, aunque intento controlarme cuando estoy delante de otras personas. Pero como también entreno de manera exagerada, quemo la mayor parte de estas calorías en mis rutinas.

Cocinar es algo que me entretiene mucho, por lo que siempre tengo los refrigeradores repletos de todo tipo de condimentos y comida. Me preparo un plato de pan integral tostado con mantequilla de almendra y rebanadas de plátano, otro plato de muslos de pollo, arroz y verduras al vapor, y un ultimo plato de Avena, con proteína en polvo y arándanos. Acompañado de una enorme jarra de merengada de frutas.

Cuando termino de desayunar, lavo los trastes y tomo el ascensor para bajar a la sala de ejercicios que se encuentra dentro de mi estacionamiento privado, y así iniciar mi sección de entrenamiento, no sin antes darme una media hora de reposo. Mi rutina de hoy consiste en una hora de cardio en la cinta de correr. 15 repeticiones de Press de banca con 90kg. 20 segundos de flexiones. 3 series de 5 repeticiones de Press de banca con agarre estrecho con 90kg. 20 segundos de zancadas con mancuerdas de 20gk. 3 series de 10 repeticiones de Press francés con barra. 20 segundos de rodillas arriba. 3 series de 10 repeticiones de Elevaciones laterales de hombro. 20 segundos de sentadillas. 3 series de 10 repeticiones de Press militar  tras nunca con barra con 75kg. 

Monstruo. Bueno para nada. Suicida. No puedes salvar a nadie. No eres nadie. No soy nadie. Todas las personas a las que quiero en algún momento desaparecen. Dejaste morir a tus amigos. Todo lo que tienes en algún momento lo vas a perder. Escucho esas malditas palabras en mi cabeza a gritos todo el tiempo, todas sonando a la vez repitiéndose una y otra vez en un numero infinito de veces. Son palabras que intento silenciar, porque si permito que sigan allí gritando, se harán más fuertes, se apoderarán de mí y me convertiré otra vez en un "Monstruo bueno para nada suicida que no puede salvar a nadie, al que todas las personas a las que quiere desaparecen, que dejó morir a sus amigos y que perderá todo lo que tiene en algún momento"  Y para callar al menos un poco esas palabras en mi cabeza entreno mi cuerpo en exceso todas las mañanas llevándoló al limite. "No volveré a ceder ante mis demonios. No permitiré que esos traumas vuelvan a vencerme. Me prometí que jamás me volvería a sentir tan débil como aquellos días grises. "