Ángel Joel Behemot
Veo como Helena se pierde entre la multitud de gente. La impresión en sus ojos vuelve a dejarme una sensación de preocupación. Quiero acompañarla, como hombre, no me parece correcto dejar que una mujer salga exponiéndose a cualquier peligro, y no solo es eso, sino también la expresión en su rostro pálido al momento de decir que saldría a tomar aire es lo que me deja tan desasosegado.
Sé que estoy siendo un pesado al tratar de ayudarla a cada rato, metiendo mis narices dónde no me llaman.
Las dos amigas de Helena me siguen bailando sensualmente al lento ritmo de la canción. Creo que los tres ya nos hemos divertido lo suficiente. Así que dejo de moverme y les digo que saldré a acompañar a Helena.
— Voy a acompañarla — Les digo intentado apartarme de ellas amistosamente.
Pero antes de que pueda dar un paso, la chica pelirroja llamada Elle que estaba detrás de mí, se posiciona inmediatamente en medio.
— Quédate con nosotras, estamos disfrutando mucho de tu compañía — Dice.
Las dos se me ponen delante y bailan entre ellas acariciándose sus cuerpos, ambas me lanzan una mirada hambrienta y luego, sin decir nada más, empiezan a besarse enfrente de mí a nada de distancia de mi boca, como si quisieran que me uniera a ellas.
Me limito a solamente tragar saliva, me siento presionado e incomodo.
— ¿Que pasa? ¿Eres tímido? — Dice la rubia con una sonrisa maliciosa y divertida antes de volver a besarse con la pelirroja.
Pero ninguna de las dos me incita nada. Tengo delante de mí a dos mujeres sumamente hermosas, besándose para provocarme y yo solo estoy pensando en Helena. No puedo dejar que salga sola a horas peligrosas de la noche, de un sitio donde hay centenares de personas fueras de sí por consumir drogas y alcohol.
— ¿Que te parece si después de esto, dejamos a Helena en el motel y nos acompañas a casa? — Me pregunta la chica pelirroja, que con sus llamativos ojos me mira suplicante, mordiéndose el labio a pocos centímetros de mi boca, acercándose más para besarme.
— No puedo — Respondo apartando la cara, me separo de ellas y me voy.
Me marcho abriéndome paso entre las personas para buscar la salida. Me siento mal por esas dos chicas, no quiero que piensen que no me interesan. Ambas son unas mujeres tan lindas que parecen de revista, sobretodo esa pelirroja con lindos ojos idéntica a una muñeca de porcelana, pero la realidad es: que pienso que Helena y yo hemos entablado una amistad y no me parece correcto follarme a sus dos mejores amigas, mucho menos la misma noche en que me las presenta. Esta noche solo he venido a hacer algo diferente, no he venido en busca de acostarme con nadie.
Casi estoy llegando a la salida, pero alguien me retiene sujetando con fuerza mi brazo.
— ¿Que coño es lo que te pasa? ¿Acaso no te gustan las chicas?
Es la chica rubia que si mal no me acuerdo, su nombre era Mia. Tiene una mirada furiosa en sus ojos inyectados en sangre, causados seguramente por efecto de la marihuana.
— ¿Qué?
— Dos chicas te ofrecen hacer un trío ¿Y tú solamente sales corriendo?
— No salí corriendo. Les dije que quiero acompañar a Helena a tomar aire, ustedes también deberían ir con ella.
— ¡Helena está despechada! Es normal que quiera salir unos minutos sola para pensar y reponerse.
— Aún así no deja de ser peligroso para ella ¿Acaso no vieron la cara que tenía antes de salir? Está tan borracha como ustedes. Además de que tampoco me vendría mal a mí también respirar un poco de aire natural.
La chica rubia se sobresalta y empieza a manotear el aire.
— Definitivamente Helena se ha encontrado al tipo más raro de todo el continente.
Decido mantenerme en silencio y tomar lo que acaba de decir como un cumplido.
— Estaré afuera con Helena, por si nos quieren acompañar.
Sin decir nada más le doy la espalda, salgo del club y voy en busca de Helena.
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Puedo Oírte - La Secuela De ¿Puedes Oírme? CANCELADO
RomanceLa secuela de Puedes Oírme. Han pasado tres años de la muerte de Emily. Ángel intenta seguir con su vida queriendo dejar atrás todo su pasado. Nuestro querido protagonista ha descubierto que el trabajo duro y la constante dedicación es un excelente...