Ingranazhe (Varias Parejas) INAZUMA ELEVEN FANFIC AU YAOI

Capítulo 8:El rubio nunca será rival para el perro de pelea de los Kira

Conexiones. Cuando uno es pequeño, le enseñan que los dedos se conectan a la mano, la mano al brazo, el brazo al hombro y así todo el cuerpo. Hijo, hermanos, padres, abuelos, tíos, primos, sobrinos y nietos. Las personas se conectan sin darse cuenta, por momentos, por lugares, por otras personas, eventos o simplemente bebidas. Fudo Akio podía comprobar eso, cada noche, con cada persona que se sentaba frente a él a pedir un primer trago, esos que de uno podían llegar hasta alguien perdiendo la conciencia. Ahí contempló el crecer de muchas cosas, organizaciones, empresas, relaciones amorosas, de trabajo.

Aquella vez que el mediador de ONCE se encontró por primera vez con Natsumi Raimon por una tercera margarita, hablando de la curiosidad de que pidieran la misma bebida, ese momento que empezó con la venta de inventos, cada uno de los integrantes de ONCE hasta llegar a Endo Mamoru. ¿Conectores? Endo Mamoru conecta a ONCE con Clario Orven, qué hace conexión con Goenji Shuuya, a su vez Natsumi conecta con Kido Yuuto, Goenji Shuuya conecta con Kudo Michiya y el hombre tras el poder militar conecta con Hitomiko Kira ¿Quien era ella? realmente no se puede decir si ella es importante, solo dirige una de las empresas de finanzas más grandes a nombre de su padre, además de vivir haciendo eventos de caridad, quizá quería comprar su boleto al cielo por la siguiente conexión; Kira Hiroto.

Aun frente al gran imperio de empresas los KIRA tenían ese negocio oscuro que consistía en drogas y un muy interesante flujo de lavado de dinero, esa parte del imperio del padre la heredo el hijo menor, Hiroto, ya que Hitomiko, no tenía el estómago para llevarlo a cabo, la mayor siquiera sabía de la existencia del mismo ¿Como era eso posible? la respuesta es: Tatsuya Kiyama

Es ahí donde inicia la noche de hoy, con el joven de cabellos rojos que rara vez entraba por aquella puerta, pero que en ese momento había entrado, acompañando al peligris del poderoso apellido , a él sí que lo veía seguido, venían sin nadie más, lo cual fue extraño, Hiroto siempre cargaba con alguno de sus muchos guardias o empleados, pero esa vez no, esa vez solo entró con Kiyama, el que atendía el bar esperaba ansioso se sentarán ahí, porque solo había podido contemplar a la rara visita a la distancia, sus cuerpo sufrió un escalofrío cuando los vio acercarse, hasta encontrar un lugar donde sentarse. No supo en qué momento sus piernas se movieron hasta ellos, pero ya estaba frente a frente con ambos, aunque no miraba a ninguno a los ojos.

-¡Fudo!- Fue la forma de saludo de Kira- Sirvenos un Long Island Iced Tea para mi y un mojito de Fresa para él.- pidió con una sonrisa que rasgaba entre el cinismo y la audacia.

-En seguida - Aceptó la orden, buscando los ingredientes, comenzando a prepararla frente a ellos.

Si podía escuchar su conversación, era obvio que quería estar cerca, pese a no poder mirarlos directamente a los ojos, se tomó su tiempo para verlos. Hiroto vestía de forma llamativa, era su selló personal, camisa color rojo de mangas 1/4, pantalón blanco y botas negras, con algunos accesorios de oro. Mientras por otro lado estaba Kiyama usando unos pantalones negros, una camisa color negro de mangas largas que se doblan dejando ver sus muñecas a la perfección, un corset de medio corte que se acomodaba algo mas abajo de su pecho en color morado oscuro con detalles negros y botas color café. Dejó las bebidas frente a ellos sobre portavasos de marmol.

-¿Es cierto que si ves a alguien a los ojos pues robarle sus secretos?- Un escalofrío recorrió su espalda al escucharle hablar, pese al buen volumen de su voz está era átona, despertando el interés de Fudo, además ¿Cómo sabía eso? - ¿Es eso todo lo que haces? ¿Miras a las personas para robarles secretos y hacerlos tu nota de información?-

-Bueno, algunos creen que mis ojos verdes son bastante bonitos, así que, supongo que es inevitable verlos de vez en cuando.-

-Oh, pero Tatsuya tiene los ojos más hermosos que tú, y también son verdes- tentó Hiroto, esperando ver como continuaba todo eso.