C a p i t u l o 1

382 49 196
                                    

*Alyssa*

𝑁𝑜...𝑑𝑒𝑗𝑎𝑚𝑒. 𝑆𝑢𝑒𝑙𝑡𝑎𝑚𝑒, 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟...𝑄𝑈𝐸 𝑀𝐸 𝑆𝑈𝐸𝐿𝑇𝐸𝑆.

Gritos, sollozos, dos personas...yo grito por mi vida mientras la otra disfruta lo que me está haciendo.
Un golpe fuerte en mi mejilla...

Y desperté.

-Uggh, pesadillas de nuevo-dije todavía adormilada.

Me giro un poco la cama para alcanzar mi teléfono y veo la hora.
"3:15 a.m, aún"-pienso.
Cómo no logro conciliar el sueño de nuevo, le mando un mensaje a un amigo con el que hablo hace ya meses.

Estamos a kilómetros de distancia pero aún así siempre está para mí y aveces siento que lo conozco de toda la vida.

*Chat*

Yo:Estás despierto?

Lian:Para ti siempre, pequeña. ¿Qué pasó?,
¿Está todo bien?

Yo:No paso nada grave, tranquilo. Es solo
que...pesadillas de
nuevo.

Lian:Hummm...quieres
distraerte?, podemos
hablar de lo que sea.

Yo:Mmmm, va.
No estaría mal.

Y así pasa la madrugada, hablando con él hasta que ya casi amanecía y conseguí dormir un poco más.

-Alyssa, despierta ya!!-escucho que mi madre grita desde la cocina.

-Agh, ya voy, ya voy!!-le respondo parandome de la cama.

"Otro día más de mierda, que emoción", pienso.

Bajo las escaleras para encontrarme a mi madre molesta, bueno, no es nada raro y la verdad no me importa.

Nuestra relación "madre e hija" no es la mejor q digamos. Es todo lo contrario a la "relación perfecta". Pero bueno, ese no es el punto.

Ni siquiera desayuno porque se que ya se me hizo tarde, todo por quedarme más de 30 minutos en el teléfono antes de pararme de la cama. Al llegar a la parada del bus veo que ya no lo alcance, me resigno a irme andando, aunque con esta energía que cargo no llegare nunca.

Por suerte, pasa Alex, mi mejor amigo, en su moto.

-Gustas que te lleve, señorita "siempre me levanto tarde y casi siempre pierdo el bus"?-me dice.

-Dale, llévame. Por eso te amo. -le digo subiendome a la parte trasera de la moto.

En menos de 20 minutos estamos llegando al instituto.

Entramos al instituto entre algunas bromas de Alex hacia mí y viceversa. Pero al entrar, nos damos cuenta de que la mayoría nos queda viendo, bueno, a mí en especial.

-¿Sabes qué pasó?-le pregunto a Alex.

-No, no tengo la más mínima idea. Habrá que preguntar.

Pero antes de que él o yo podamos decir algo, escucho que al final del pasillo un chico grita.

-Oye, Alyssa. ¿Me enseñarias las tetas?, Es que verlas en fotos no fue suficiente.

Hasta mi último suspiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora