Capítulo | 17 |

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Chaeyoung parpadeó y estaba a punto de hacer clic en el correo de voz sin abrir cuando entró otra llamada de Dahyun. Al instante respondió, una bola de preocupación comenzó a formarse en su pecho.

—¿Dahyunie? —ella respondió.

—¿Dónde has estado? ¿Estás bien? —Dahyun primero gritó, luego suavizó su tono—. ¡Pensé que habías tenido un accidente o algo por no responder!

—Lo siento, estoy...—su voz se apagó mientras volvía sus ojos hacia Mina, que la estaba mirando con ojos oscuros desde los escalones de la piscina—...un poco ocupada en este momento.

—Oh, Chaeng, —dijo Dahyun, su voz repentinamente suave, preocupada—. Yo... yo ni siquiera sé cómo decirte esto, pero... casi se ha ido a la mitad.

—¿Qué quieres decir? ¿Qué se ha ido?

—El dinero en la cuenta bancaria de la empresa. Lo que hemos, quiero decir, lo que has ahorrado en los últimos meses. Creo que pudo haber algunas discrepancias cuando lo comprobé hace unas semanas, pero sé que lo manejas normalmente, así que confío en ti. Pero... esto era demasiado sospechoso y tuve que llamarte —Dahyun hizo una pausa—. ¿No lo has puesto en otra cuenta ni nada? ¿Para algún proyecto o algo?

Chaeyoung, que había estado escuchando con creciente temor, negó con la cabeza bruscamente a pesar de que Dahyun no podía verla. Pequeñas gotas de agua volaron de las puntas de su cabello y aterrizaron con una salpicadura en el concreto.

—¿Qué? No. No, no he... ¿qué? ¿La mitad se ha ido? —El pánico comenzó a correr por sus venas, ahogándole la garganta. El dinero por el que había trabajado tan duro para ahorrar... no podía haberse perdido la mitad. No tenía sentido.

—No entiendo, ¿estás segura? —Preguntó Chaeyoung, su voz se hizo más fuerte—. ¿Estás absolutamente segura? ¿No es un fraude bancario? ¿Papá no lo transfirió ni nada? ¿Mamá?

—El banco dice que alguien aprobó los retiros, con autorización de dos factores. Mamá no sabe nada al respecto, y ha estado llorando en su habitación diciendo que todos estaremos arruinados. Papá tampoco hizo nada... —Dahyun se calló.

Y Chaeyoung lo confirmó ella misma. No necesitaba las pausas y los silencios de Dahyun para averiguar quién era la única persona que quedaba en su familia con acceso a la cuenta bancaria, quién ayudaba a equilibrar las chequeras, quién trabajaba a tiempo parcial cuando Chaeyoung no estaba presente.

—¿Donde esta ella? —Preguntó Chaeyoung, su voz era fría.

—Ella no contesta su teléfono. No has hablado con ella en días, ¿verdad?

Chaeyoung recordó la última vez que había tenido una conversación significativa con Nayeon con algo de culpa. Había sido cuando Nayeon la acusó de no importarle, de sentirse avergonzada de ella. Hace semanas. Ni siquiera se despidió cuando se fue, no correctamente.

La voz de Dahyun continuó a través de la línea.

—No quiero asustarte más, pero creo que tengo una teoría bastante sólida sobre lo que podría estar pasando también, y... no te va a gustar.

—¿Me estás diciendo que el hecho de que Nayeon robó la mitad del dinero del pago de la deuda no es la peor noticia? —Preguntó Chaeyoung, incrédula.

—¡Presuntamente! —Exclamó Dahyun—. ¡Necesitamos escucharlo de ella antes de sacar conclusiones apresuradas! Pero, ¿has visto su Instagram últimamente?

—He estado ocupada, así que no, ni siquiera me importan las locas fotos de playa de Nayeon de lo que sea que esté publicando últimamente —dijo Chaeyoung con desprecio. Su ira, aunque basada en una suposición, estaba burbujeando en su pecho.

Like a red, red rose thorn {Michaeng Traducción}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora