Quizás esto era hacer trampa para Jisoo, su método no fue muy sutil; sin embargo la música se encargaría de cubrir todas las palabras. Y eso ella lo llamaría “Jugar con astucia”.
Me empujó con fuerza hacia adelante, mis tetas cayeron contra el respaldo del sofá, me pone como loca que sea tan brusca conmigo, y todo se debía a Lisa, mi estómago se llenó de mariposas. Su glande retrocedió, pero sólo lo hizo para reunir más empuje, al regresar lo hizo con una fuerza tal que mi conchita casi se desgarra. Una parte de su verga quedó en mi interior, cerré los ojos y solté un grito de dolor que ni siquiera la estruendosa música pudo disimular. Cerré los ojos y comencé a pedir más, no sabía si ella me podría escuchar, pero yo necesitaba decirlo.
—¡La quiero toda, Jeong... dámela toda!
Mi vagina se estremeció con la segunda embestida, esta vez sentí que la verga penetraba un poco más profundo. Volaba de placer, pero me atemorizaba un poco sentirme tan llena sabiendo que aún quedaba una buena porción por entrar. Separé un poco más las piernas y clavé las uñas en el sofá, me preparé para lo que venía. Jeongyeon comenzó a darme estocadas cortas pero rápidas. ¡Me estaba cogiendo! No la tenía toda adentro pero ya podía afirmar que me estaba cogiendo. Sus manos me sujetaban con tanta firmeza que me resultaba imposible moverme, no podía hacer otra cosa que recibir todo lo que ella pudiera meterme. Rápidamente caí en un pozo de puro goce y placer. Me estaba taladrando bestialmente, agradecía que mi rajita lubricara tan bien y que ella tuviera tanta experiencia, confiaba completamente en Jeong, ella no me lastimaría.
Al abrir los ojos me encontré con una escena de lo más curiosa. No podía oír qué ocurría pero mi madre parecía estar retando a Lisa, Rose se reía de la desgracia de su amiga mientras se acariciaba una nalga con gesto de dolor y Jisoo le acariciaba la otra. Supuse que Lisa había intentado desflorar el culo de Rose y que Jisoo se vio obligada a intervenir.
No podía concentrarme mucho en lo que ocurría ya que Jeong seguía penetrándome una y otra vez, dilatándome la concha y ganando terreno dentro de ella; sin embargo vi cómo Jisoo tomaba de la mano a Lisa y se la llevaba, luego ella se puso de rodillas arriba de un sillón, yo la veía de costado. Colocó los brazos sobre el respaldar, de la misma forma en la que yo lo hacía, para no salir volando con cada una de las clavadas de Jeong, y le indicaba algo a Lisa. Se abrió las nalgas, presentándole sus agujeritos y ella comenzó a reírse de alegría. Agarró su dura verga y comenzó a frotarla por los labios vaginales de novia, los cuales chorreaban flujos. Jeongyeon sacó casi toda su verga y avanzó violentamente, haciéndome gritar de placer, luego siguió dándome con movimientos rápidos y cortitos; si Nayeon podía sentir esto en su concha cada vez que quería, debía ser una mujer sumamente feliz.
Volví a mirar a Rose, la chica no había perdido tiempo lamentándose por nada, la vi acostada de lado en un sillón, su cabeza reposaba entre las piernas de Jisoo y su lengua jugaba con esa verga dura, Jisoo se estaba llevando el premio mayor. Sostenía en alto una de las piernas de Rose y le estaba perforando la delicada conchita con los dedos. Justo frente a mi, Jisoo entrecerraba sus ojos y parecía estar gimiendo de placer, Lisa seguía frotando la punta de su pija contra esa concha.
En ese instante, cuando se me dio por mirar a Jisoo una vez más, vi a alguien de quien me había olvidado por completo. Nayeon estaba de pie justo donde el pasillo comenzaba y miraba la escena con asombro e indignación. Clavó sus ojos en mí y yo le devolví la mirada expresándole todo el placer que sentía por la cogida que me estaba dando su novia. Ella frunció el ceño, se acercó al equipo de música y bajó el volumen. Me enfurecí. Le hice la clásica señal de “Fuck you” con mi dedo mayor, mordiéndome el labio inferior por la bronca. Ella me ignoró y se fue por donde había venido. Era la aguafiestas más grande que había conocido en mi vida. La música había pasado a ser un leve murmullo de fondo, hubiera vuelto a subir el volumen, pero no quería alejarme de Jeongyeon por nada del mundo, estaba pasando el mejor momento de mi vida y no le permitiría a nadie que lo arruine.