🥵🍻

5K 113 20
                                    


No podía más, comencé a experimentar otra vez esa extraña sensación en la que el tiempo parece hacerse más lento, podía sentir cada centímetro de la verga de Jeongyeon dentro de mi concha y ya tenía sus bolas chocando contra mí. Me la estaba clavando completa. Mis gemidos pasaron a ser manifestaciones de agonía, no podía hablar, no podía gritar, sólo podía sufrir placenteramente cada una de las embestidas. Mi vagina comenzó a sufrir espasmos y pude sentir un líquido tibio saltando de ella, cayendo en la cara interna de mis piernas; estaba acabando y mis rodillas perdían rigidez; por suerte Jeong tenía la fuerza suficiente como para sostenerme. Siguió clavándome sin cesar y mi concha seguía escupiendo juguito, mi corazón latía violentamente y hasta tenía dificultades para respirar. Todo se nubló y temí desmayarme, pero eso no ocurriría, no era más que un momento de agónico placer; el cual recordaría toda mi vida.

No sé cuánto tiempo me llevó volver a ser consciente de la realidad, pero me había parecido una eternidad. Mi clímax había terminado, sin embargo aún estaba muy excitada, recibiendo la verga de Jeongyeon en todo su largo y ancho. Miré a Rose, ella miraba la escena sentada al lado de ellas. Rose apoyó la espalda en el sofá mientras miraba asombrada cómo le rompían el culo a Jisoo a pocos centímetros de ella. Noté que la pequeña estaba haciendo un gran esfuerzo por quitarle el lugar a Jisoo, lo cual terminó haciendo, la punta de la verga de Lisa comenzó a perderse dentro de su culito, ella se estaba poniendo roja como un tomate y por sus resoplidos me di cuenta de que a Rose le dolía bastante;  soltó un grito de dolor y comenzó a masturbarse rápidamente. No pudo tolerar mucho esa gruesa cabeza adentro, se vio obligada a sacarla, pero casi inmediatamente la clavó hasta la mitad dentro de su conchita rosada. Volvió a soltar otro grito, pero éste era de puro placer. Con un brazo estirado hacia atrás rodeó la cabeza de Lisa.

—Esta vez sí me vas a coger, Lisa —le dijo antes de empezar el sube y baja, permitiendo que la verga se clavara cada vez más hondo.

Jeongyeon parecía insaciable, continuaba dándome sin parar, muda como si fuera una máquina. No necesitaba palabras de su parte, la forma en la que me penetraba me daba a entender que para ella también este momento era sumamente importante, y quería hacerlo bien. Al fin y al cabo sería la primera vez que le partiera la conchita a la amiga de su posiblemente ex novia.

Jisoo se puso de pie frente a Rose, ésta abrió la boca y se abalanzó hacia adelante en cuanto la vio, le comió toda su vagina y comenzó a mamarla, pude ver que Lisa por fin había caído en la cuenta de que su amiguita  no era una niña y que ya estaba totalmente apta para ser cogida, ella misma comenzó a sacudir su cuerpo dándole fuertes embestidas desde abajo hacia arriba.

—¿Te vas a tomar la lechita, ricura? —le preguntó Jisoo.

—Sí, me la voy a tomar toda —aseguró Rose sin dejar saltar sobre esa verga que se perdía en su interior.

—¿Solo la de Lisa? —sabía que esa pregunta en realidad era un desafío.

—La de todas —respondió ella soltando algunos de los gemidos agudos más hermosos que había escuchado en mi vida. Luego volvió a tragarse la vagina de Jisoo. para continuar metiéndole la lengua.

Pasados unos segundos, Jisoo comenzó a descargar todos sus fluidos leche en la boquita de la nena. Rose parecía encantada con esto, estaba notando que sus jugos le gustaban casi tanto como los míos, por lo que tal vez no era tan cierto lo de ser novias como ella afirmaba; pero si ella era feliz diciendo que lo era, yo no me interpondría. Ella no dejaba de sacudirse arriba de Lisa y se iba tragando con gusto todos los fluidos que le caían en la boca, la cual era mucha, ya que Jisoo llevaba largo rato siendo cogida y sin haber terminado.

Luego de haberse tomado hasta la última gota, Lisa la levantó por las axilas como si fuera una muñequita de trapo y con una seña y una sonrisa le indicó que se pusiera de rodillas en el piso. Ella obedeció y abrió la boca, encantada. Mi Lili se masturbó con ganas; el primer chorro de semen cruzó en diagonal toda la cara de la pequeña, ella se apresuró a meterse la verga en la boca y recibir allí el resto de la descarga.

Lisa giró su cabeza y vio a Rose de rodillas en el piso, con la cara salpicada de semen y su verga metida en la boca. La rubia sonrió y  Rose le agarró la verga y la masturbó, hasta que pudo obtener otra descarga de ese precioso néctar dentro de su boquita. Ella lamía todo lo que estuviera impregnado de leche con una gracia natural.

De pronto noté que Jeongyeon me agarraba con más fuerza, sus embestidas se aceleraron y se llevó toda mi atención.

—¡Ay, si... sí... siiiii! —comencé a gritar mientras me aferraba del respaldo del sofá.

Su verga producía un húmedo chasquido al clavarse en mí una y otra vez. Apreté los dientes y comencé a resoplar para poder tolerar toda su furia, el tronco salía casi completamente y luego sentía los huevos rebotando contra mí.

—Ay Jeong... me vas a partir... Ay... no pares... no pares...

Fue maravilloso escucharla jadear mientras ponía todo su empeño en cogerme. Su leche comenzó a llenarme, parecía que no tenía a donde ir, seguía saliendo... más y más... y toda se iba acumulando en mi interior. Agradecí usar regularmente pastillas anticonceptivas, de lo contrario esto hubiera sido muy peligroso. Jeongyeon aceleró el ritmo por última vez para poder descargar todo su semen y luego fue aminorando la marcha poco a poco, hasta que se quedó quieta. Dediqué algunos segundos a recuperar el aliento y a disfrutar el calorcito que me llenaba, luego ella se apartó.

*Nota: para las pocas que pidieron lo que pasó entre Jennie y Mina se narrarán en una parte alterna la cual tardará un poco.*

strip póker IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora