La partida de strip póker ya era puro morbo y Rose planteó su estrategia de forma brillante. Como ya había pagado un desafío sin haber perdido, la próxima vez que obtuviera la peor combinación de cartas no tendría que hacer nada… y esas horribles cartas llegaron en la partida inmediatamente posterior al desafío. Creo que todas en la mesa sospechamos que perdió a propósito; pero nadie dijo nada. Yo me alegré de que Rose volviera al juego tan rápido. Siempre es lindo verla cumplir los desafíos. Quién ganó esa partida fue Nayeon y parecía aliviada de no tener que sancionar a nadie. Creo que, al igual que a Lisa, le cuesta un poco ponerse creativa con los desafíos.
La siguiente partida la ganó Jihyo y la perdedora fue Lisa.
—Mmm… es una lástima que no pueda ponerte como desafío hacer algo con las pijas de la sala —Lisa se puso pálida—. Me parece injusto y creo que le quita emoción al juego; pero quedate tranquila, no lo voy a hacer. A pesar de eso, siento que si te pongo a hacer algo con cualquiera de las mujeres, más que un castigo, te estaría dando una recompensa.
—Eso depende de cómo lo plantees —dijo Jisoo—. Podrías pedirle a Lisa que realice una tarea en específico y que la haga bien. Si la hace mal, recibiría otro desafío.
—Mmm… ¿y si hace mal ese? ¿quedaría descalificada del juego?
—No sé, hasta ahora nunca ocurrió algo así —respondió Jisoo—. Pero podríamos decir que si alguien falla tres desafíos consecutivos, queda fuera del juego.
—Eso ya me resulta más interesante. Sé que eres bastante brusca para el sexo, por eso el desafío va a consistir en sexo anal. Prefiero evitar penetraciones entre ustedes, y no quiero que Dahyun tenga que enfrentarse a tu brusquedad. Por eso vas a hacerlo conmigo.
—Uy, qué conveniente —dijo Rose, poniendo los ojos en blanco—. A mí me parece que andás con ganas de que te den por el culo.
—Claro que no. Yo intento evitar a toda costa el sexo anal. Lo considero impuro, inmoral…
—Pero te gusta… —acotó mi Rose.
—Y altamente adictivo —concluyó Jihyo—. No digo que no se pueda disfrutar, digo que es preferible evitarlo. Hoy haré una excepción, solo por los motivos que mencioné. Además así podré verificar si Lisa lo hace bien, y el desafío consistirá en que me penetre sin hacerme daño. Tendrá que tener cuidado.
—Eso sí que es un desafío —dijo Jisoo—. Y a Lisa le va a venir muy bien practicarlo, para que aprenda a tener un poquito de consideración cuando estemos solas.
—Sí, opino lo mismo —añadí—. Me gusta el desafío.
—Entonces, que no se hable más. Vamos a hacerlo.
Después de decir esto, Jihyo se preparó. Se colocó en cuatro sobre la alfombra y usó abundante lubricante para el culo.
Lisa no perdió el tiempo, se posicionó detrás de ella y la tomó de la cintura. Tenía la verga muy dura, se le marcaban mucho las venas. Apoyó el glande en el culo de Jihyo y comenzó a empujar.
Miramos con atención, tenía unas ganas locas de masturbarme… y lo hice, porque nadie podía impedírmelo. Acaricié mi concha lentamente mientras veía cómo Jihyo se preparaba física y psicológicamente para lo que iba a venir.
La verga comenzó a entrar de a poco, pero lo hizo sin detenerse. Cuando el glande se perdió dentro de ese agujero, Lisa demostró que carecía de autocontrol. Empezó a bombear el culo de Jihyo a buen ritmo, como si ella ya estuviera completamente dilatada.
Jihyo chilló, gimió. Su cara se puso roja. Resopló con los dientes apretados. Sus tetas se sacudieron para todos lados. Bajó la cabeza y así su culo quedó más expuesto.