El día estaba soleado, cálido y radiante. Por eso salí al patio dispuesta a tomar sol durante unos minutos. No mucho, porque si bien me gusta estar un poco bronceada, descubrí que tener cierta palidez en la piel hace que mis tetas luzcan mejor.
Me tendí en una de las reposeras, completamente desnuda, y dejé que los rayos de sol hicieran su magia.
Pocos minutos más tarde llegó Jisoo, con dos vasos bien grandes llenos de limonada fresca, me tendió uno y dijo algo que me dejó descolocada:
—Jennie, ¿podrías ponerte algo de ropa? —Me fijé que ella tenía puesto un bikini celeste que en otra mujer hubiera sido modesto, pero en su voluptuoso cuerpo quedaba algo pequeño.
—¿Qué? ¿Por qué? —Tomé un sorbo de limonada casera, tenía un buen equilibrio entre acidez y dulzura, justo como a mí me gusta.
—Es que… no quiero tener problemas con Jihyo.
La miré sin comprender nada.
—Después de lo que pasó realmente creés que Jihyo se va a quejar de que yo tome sol desnuda?
—No lo sé… pero es preferible evitarlo —ella se acostó en la reposera que estaba junto a la mía—. No te cuesta nada ponerte un bikini.
—Pero… me va a quedar la silueta del bikini marcada… y no quiero.
—No seas caprichosa, Jennie. Tampoco puedes estar todo el día con las tetas y la concha al aire.
Me senté y la miré a los ojos, aunque ella tuviera la mirada fija en el cielo.
—Jisoo. ¿Se puede saber qué te pasa? Porque hace dos días estabas defendiendo la postura de andar todo el día en culo, y ahora… ah, ya sé… qué estúpida. Me había olvidado que a veces te entran ataques de culpa. Seguramente estuviste pensando que eres una pésima compañera por todo lo que pasó y que el grupo se está yendo al carajo.
—Se está yendo todo al carajo —dijo Jisoo—. ¿No te das cuenta, Jennie? Cuando vino Wendy con sus amigas… terminamos todas cogiendo a la primera de cambio. Eso ni siquiera fue un juego. Fue una orgía, como en los tiempos de los antiguos romanos.
—Pensé que lo habías disfrutado.
—Sí que lo disfruté, así como también disfruté lo que pasó con Jihyo. Pero… me da miedo. ¿Qué va a pasar dentro de un año o dos? ¿O dentro de diez?
—¿A qué te refieres?
—Dime la verdad, Jennie. Después de todo lo que pasó… ¿Lisa o Rose se mostraron especialmente cariñosas contigo?
—Bueno, si por mostrarse “cariñosas” te refieres a que terminamos cogiendo, sí, claro que pasó. Y tú lo sabés muy bien.
—No me refiero a eso. Lo que quiero decir es si alguna te expresó… otro tipo de cariño.
Me puse rígida. Entendí perfectamente a qué se refería. Hubo momentos en los que Rose y Lisa mostraron un cariño hacia mí que debería ser normal en una pareja, pero se ve muy raro entre amigas. Un tipo de “amor” que va más allá de la amistad.
—Em, sí… puede ser —le respondí.
—¿Ves? Eso es lo que más me preocupa. Que necesitemos este tipo de “muestras de cariño” entre nosotras y que eso nos traiga serios problemas en el futuro.
—Pero Jisoo, yo tengo novia… Rose se lleva cada día mejor con Yeri, no me extrañaría que empiecen a salir… y hasta tú estás de novia, con Lisa, y no creo que quiera dejarte ir, con lo bien que cojes.
—¿Pero realmente creés que haya futuro en esas relaciones? O es pura calentura. Te estoy diciendo esto porque yo tuve el mismo problema con Lisa, hace muchos años. Lisa estaba bastante preocupada, hasta nuestro debut; pero… ¿sabías que estuvo a punto de dejar de lado su sueño?