Del amor al odio

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*Relata Nahim*

05/02/20

Le dije a Sofía que llegaría mañana para darle una sorpresa.

Tengo muchos sentimientos encontrados en este momento, feliz por nuestros logros pero a la vez confundido por esta tal Mili.

Aún no logro recordar nada de lo que pasó, pero lo más probable es que me haya acostado con ella.

¿Eso era grave? Lo es y muy grave, el remordimiento me ataca a cada rato, lo peor es que no logré encontrar a la chica con la que me acosté para buscarla y aclarar todo.

Tomé el consejo de no decirle nada a Sofía, por miedo a lastimarla y porque no la quiero perder por alguien que no sé ni quien es.

Por otro lado, extrañé mucho a Sofí y necesito verla.

Voy en un taxi pensando en todo —Ya hemos llegado— estoy tan distraído que no me doy cuenta cuando llegamos a la casa de Sofía.

Le pago al taxista y me quedo al frente de su puerta analizando si tocar o no.

La batalla más grande está en tu mente, la conciencia es algo que puede destruirte de una manera inimaginable.

Y justo ahora mi conciencia estaba torturándome.

No debería ser gran cosa esto, ya que en realidad no me acuerdo de absolutamente nada y ahora que lo creo quizás nunca ocurrió.

Así que decido tratar de olvidarlo y le hago frente al timbre que parece estar jugándome.

Presionó aquel botón y el sonido de una campana suena en el interior de la casa.

Lo siguiente que veo es lo que menos supuse que pasaría, aunque era una de las posibilidades más probables.

—Hola— me saluda con desinterés y como si no le sorprendiera verme.

Si no lo conociera diría que me odia en serio.

—¡Hey!— dije con emoción, pero él solo me ignoro y dejo la puerta abierta para que pasara.

Entré y ella venía saliendo de su habitación, apenas me vio, corrió y se lanzó a mis brazos, me abrazo como si llevara un mes sin verme y en realidad era así.

—¿Por qué no me avisaste?— dijo antes de hundirnos en un beso apasionado dónde nuestros labios se comían con necesidad.

La falta que me hacía, ella, sus finos labios, sus suaves manos acariciando y desordenado mi cabello y el aroma a coco de su perfume y su crema.

No había culpa que me frenará de probar sus besos y caricias.

Ni siquiera la voz de Trent diciendo que saldría nos detuvo o nos distrajo de nuestro momento.

Cada roce, cada mordisco y cada succión de sus labios me provocaba un sentimiento de pasión y ternura.

—Te extrañe— le digo separando un poco mis labios a los de ella para luego volverlos a unir.

Luego ella los separa definitivamente y me da un golpe en el brazo.

—¿Qué te pasa idiota?— me grita en la cara mientras la veo sorprendido —¿Cómo no me avisas que ibas a llegar?

Ella me abraza y hunde su rostro en mi pecho y nos quedamos en esa posición por varios segundos, su teléfono sonó, el sonido de la notificación indicaba que era un WhatsApp, pero ella lo ignoró.

—Debes estar cansado, déjame ofrecerte algo— mientras iba a la cocina, su teléfono volvió a sonar con la misma notificación de antes.

Ella me estaba sirviendo algo de comer mientras me preguntaba cosas sobre el campeonato y el equipo.

Amaba que a pesar de no saber y no gustarle nada sobre fútbol, ella me preguntaba y se interesaba en lo que yo hacía.

Me dio la comida y su teléfono sonó en una tercera notificación y esta vez si lo reviso y aquí fue donde todo se derrumbó para mí.

*Relata Sofía*

Bien, dices que del amor al odio hay solo un pequeño paso, un solo momento, una sola acción... Lo más curioso es que en la mayoría de los casos el odio es por amar a una persona y la misma te causa daño. Pero uno no siente odio solamente, es un sentimiento de decepción, de tristeza, te sientes defraudado y un gran vacío llena tu pecho y no sabes exactamente como reaccionar, ganas de matar a la persona, ganas de llorar, ganas de no ver a la persona, todo eso se junta.

En mi caso hace un segundo estaba consintiendo al hombre que amo y ahora solo quiero arrancarle la cabeza.

Mi teléfono llevaba rato sonando y como estaba ocupado no lo había revisado, pero cuando lo vi mi mundo de amor se cayó totalmente.

Era un número desconocido, abrí el mensaje y había 3 mensajes o mejor dicho 3 fotografías que eran de Nahim besando a una chica en la puerta de una habitación, se veía un poco borrosa, pero lo que sí se veía claro era que Nahim la estaba manoseando mientras comía sus labios como un tigre comería su presa y 3 fotos más tarde desaparecieron por la puerta de la habitación.

¿Enojo?, ¿Decepción?, ¿Tristeza?

Realmente no lo sé, el típico “te lo puedo explicar” o “no es lo que parece” salían de sus labios mientras le reclamaba, pero se superó a él mismo diciendo “No me acuerdo de nada realmente” ¿En serio? ¿Quería que le creyera después de que se fue a revolcarse con la primera chica que le apareció?

Después de varios minutos de discusión, él decidió irse a su casa, justo antes de irse lo detuve.

—Nahim espera— le dije mientras abría la puerta, él me miró con cierta esperanza —Esto— me costaba decirlo realmente —Esto se acabó— con lágrimas en mis ojos y un nudo en la garganta, me di media vuelta y me fui a mi habitación mientras escuché como la puerta principal se cerraba y con ella mi corazón y mis ganas de amar a alguien más.

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Hola gente bella.... Dios esto duele, Nahim no es malo, pero cometió un error, ¿Debe Sofía perdonarlo?

Por otro lado, síganme en instagram como manu15_escritor

De nuevo gracias por todo, es una historia humilde y ustedes la han alzado y me tiene muy contento esto.

Gracias por leer y recuerden nada es lo que parece.

Del Amor A La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora