FEAR FOR NOBODY - Måneskin

CAPÍTULO 19. THOMAS Y ADDISON

TW: Sumisión química.

- Vaya... - Comentó Alessia, tras el silencio que había reinado en la habitación durante los últimos segundos. - Solamente había visto el clip, nunca había escuchado sobre la entrevista entera... Osea, había oído todo lo de su padre, y tal, pero... No de forma tan directa, solamente por lo que había leído por ahí.

- Sí, bueno... La gente se quedó con la contestación, y con nada más. Pero bueno, aquella entrevista no solamente sirvió para recaudar fondos, al final. Aquello lanzó al estrellato a Addison, consiguió un agente gracias a Martha, empezó a aparecer en un montón de pasarelas, y las revistas comenzaron a pegarse por tenerla entre sus páginas...

- ¿Y cuándo volviste a verla?

- Oh, como su agente era de la misma agencia que Martha, a partir de entonces empezamos a ser más amigos... Nos veíamos como mínimo una vez a la semana, salíamos de fiesta, íbamos al cine, o a su casa, que, como su padre se piró y ella consiguió la emancipación legal, pasó a ser suya básicamente, ya que su madre le había dado en herencia su mitad de la casa cuando murió. Cambió las cerraduras, arregló los muebles que su padre había roto con los años, pintó las paredes, que estaban a ese punto grafiteadas por los yonkis que su padre había llevado, reformó la cocina y el baño... En fin, consiguió recuperar las riendas de su vida. Y comenzó a ser feliz de verdad.

- Y vosotros comenzasteis a ser más amigos.

- Oh, sí. - Respondió Thomas, poniéndose algo colorado. - Todo el tiempo que pasábamos a solas... Bueno, nos lo pasábamos muy bien juntos. Todo 2018 fue... Una maravilla, simplemente.

- ¿Y por qué no comenzasteis a salir?

- Ella no quería novio. Y yo tampoco quería una novia. Nos lo tomábamos un poco como un juego. Ella comenzó a escribir canciones con su primo, ya sabes, todo lo que supuso Soldi... Le dio mucha más fama, y comenzó a salir de fiesta ya no solo conmigo, sino con mucha más gente de la industria musical, a parte de toda la gente que conocía del mundo del modelaje y de la moda, donde, por cierto, conoció a Giorgia, y se hicieron muy buenas amigas. Se hizo increíblemente popular, muchísimo más que nosotros. Y nosotros comenzamos a trabajar en la gira de Il ballo della vita, así que empezamos a vernos menos.

>> Aún, así, cada vez que nos veíamos, era como si no hubiera pasado el tiempo entre nosotros, ¿sabes? Yo seguía sintiendo lo mismo por ella, y creo que le pasaba lo mismo conmigo. Por mucho que intentásemos estar con otras personas, por mucho que conociésemos gente nueva... No sé. Nuestra conexión seguía siendo la misma. Era increíble. Pero luego... Llegó la pandemia. Y se cargó un montón de cosas buenas, como lo nuestro.

>> Empecé a dejar de usar el teléfono. Antes estaba medio adicto a él, y contestaba a todo el mundo al instante, pero, con el confinamiento, empecé a pasar de todo el mundo, no me apetecía hablar con nadie. Eso le dolió mucho.

>> No era mi intención pasar de ella, de verdad, simplemente no tenía ganas de hablar con nadie... Cuando acabó todo lo del confinamiento, y tal, intenté hablar de nuevo con ella, pero ahora era ella quien no tenía ganas de hablar conmigo. Se había centrado en Mahmood, en su tía, y en la creación del nuevo álbum de su primo, además de seguir con su carrera como modelo.

>> No volvimos a hablarnos en casi seis meses, hasta que llegó diciembre, y me la encontré en Ibiza, en una fiesta privada.

>> Estaba realmente molesta, no quería ni hablar conmigo, por lo que se puso a hablar con los DJs de Swedish House Mafia, quienes estaban planeando su regreso... Y se llevaron realmente bien. Tanto que me dio envidia ver cómo unos desconocidos podían llevarse tan bien con ella, y yo, que la llevaba conociendo desde hacía años, no.