Thomas esperaba nervioso, sentado en una silla, en medio de aquella sala, con los cascos puestos, mientras Ethan, Victoria y Damiano le sonreían desde detrás de las cámaras, intentando animarle.
Se suponía que le iban a entrevistar, junto a Alessia, Carlos y Miguel, por lo del juicio. Nunca había hecho una entrevista sin sus amigos, así que ya de por sí estaba de los nervios, pero además es que los tres españoles no llegaban, ni respondían los mensajes. No les había visto desde que habían salido del juzgado, así que tampoco tenía idea de dónde podrían estar.
Miro su móvil de nuevo, y volvió a llamar a Alessia, pero nada: le seguía saliendo que tenía el teléfono apagado. Tampoco había leído ninguno de sus whatsapps. "Estamos apañados" pensó el chico, mientras se metía al chat de Addison. Seguía sin responderle, y estaba empezando a preocuparse, una cosa era que le ignorase porque no le apeteciese responder, pero, siempre que le había preguntado por viajes, la chica le había respondido cuando había llegado al lugar de destino.
Se suponía que debería haber aterrizado a las cinco de la tarde del día anterior. ¿Qué le pasaba? ¿Tan enfadada estaba de golpe? ¿Había hecho él algo que le molestase, a caso?
De pronto, una llamada entrante cruzó por su pantalla: Alessandro, el primo de la chica, le estaba llamando. - ¡Mahmood! - Dijo él, al coger el teléfono. - ¿Cómo estás? - No era habitual que el chico le llamase, por lo que empezó a hacerse una bola de nervios.
- Bien, bien, estoy en Sicilia con unos amigos y un productor... Oye, ¿puedes decirle a Addie que coja el teléfono? Necesito que me mire unos papeles de mi contrato, el tío del estudio me está dando el coñazo con que...
- No estoy en Roma.
- Oh, perdona. Es verdad, mierda. El juicio, ¿qué tal ha ido? ¿Has ganado, no?
- Sí, todo bien... Oye, ¿Addison no te coje el teléfono?
- No, ¿a ti tampoco?
- No. - Dijo el chico, mordiéndose las uñas. - Ni si quiera me dijo que había aterrizado.
- Ahora que lo dices... La escribí anoche, y tampoco me respondió. - Hubo un silencio al otro lado de la línea. - Seguro que está bien, que en cuanto aterrizó se fue de fiesta, y está en casa de algún amigo, ya sabes.
- Sí, claro. - Respondió Thomas, no muy seguro.
- Voy a llamar a mi madre, para que vaya a mi casa a por los papeles... Bueno, te dejo, Thomas. Perdona por molestarte, tío.
- No pasa nada... Si te responde, o algo, avísame.
- Lo mismo te digo. Hasta luego.
- Adiós.
El chico colgó el teléfono, suspirando, al tiempo que Damiano comenzaba a hablarle sobre unos ensayos que tenían que hacer la semana siguiente.
Diez minutos después, Alessia, Carlos y Miguel entraban en la sala, con un café en la mano.
- Perdón, hemos tenido otra entrevista antes de esta. - Anunció Carlos, tirándose sobre su silla.
- ¿Otra? - Preguntó Damiano, desde su silla, a lo lejos.
- Sí, para Rolling Stone. - Respondió Miguel, para luego tomar un sorbo de su café.
- ¿Has tenido una puta entrevista con los Rolling Stones? - Preguntó Thomas, incrédulo.
- No, imbécil, ¡la revista de música! ¡No el grupo! - Dijo Alessia, mirándole, aguantándose la risa.
- Ah, sí. Eso tiene más sentido, sí.
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FEAR FOR NOBODY - Måneskin
Fiksi PenggemarSegunda parte de La paura del buio, en la que los fantasmas del pasado siguen persiguiendo a Alessia... Aunque también veremos que los chicos tienen los suyos propios.