CAPÍTULO 27. LA FIESTA DE BLIND CHANNEL (PARTE 1)

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9 de octubre, 2021. Helsinki, Finlandia.

Allí estaban. Los cuatro. Ante la gran casa blanca que los Blind Channel se habían agenciado, en la capital de su país.

Les habían invitado al cumpleaños de Joel y Joonas, los cuales habían cumplido veintiocho y veintisiete años, respectivamente, el día cinco.

Habían seguido siendo amigos de ellos desde que terminó Eurovisión, y eran de los pocos que les seguían hablando. Tras los vídeos y tweets de Martha, muchos habían dejado de hablarles, seguirles en redes sociales , e, incluso, cuando eran preguntados por ellos en entrevistas, les ignoraban, como Efendi.

Pero los Blind Channel no. Habían podido hablar con ellos, y los finlandeses les habían escuchado, con atención. Comprendían que errores tenemos todos, debían de ser los únicos.

No habían vuelto a hablar con Alessia desde hacía un mes. No tenían forma de comunicarse con ella: les había bloqueado de todas las formas posibles, no sabían dónde se encontraba y sus amigos tampoco les dirigían la palabra.

La última toma de contacto que habían tenido había sido aquella desastrosa videollamada, en la que la chica les había dejado claro que no quería volver a saber de ellos. Aquello destrozó a Ethan especialmente.

La quería, necesitaba volver con ella, ni él mismo entendía por qué, pero la española no salía de su mente, había conseguido colarse en su cerebro e instalarse allí, y no había forma de olvidarse de ella. No había vuelto a acostarse con Coral, ni con nadie. Estaba demasiado deprimido como para ello.

Lo último que la chica había dicho públicamente de él, era una serie de tweets, pidiendo que, por favor, la gente dejase de enviarles a los cuatro italianos amenazas de muerte, y dejando claro que creía a Ethan cuando decía que él no había enviado la foto y que Martha se había pasado la foto a sí misma, pero que le dolía mucho todas las cosas que habían sido dichas en aquellos vídeos y también pedía que, por favor, se dejase de hablar del tema y de relacionarla públicamente con ellos.

Aquello había calmado bastante al público, pero, aún así, el odio se seguía sintiendo, muy fuerte, las entrevistas habían disminuido algo, ninguno miraba los mensajes directos de las redes sociales, y, de vez en cuando, algún fan, les preguntaba si pensaban aquellas cosas de verdad delante de la cámara de algún teléfono, a lo que ellos siempre respondían que dijeron muchas gilipolleces y que lo sentían mucho.

Y era verdad. Puede que ya lo dijesen por resorte, pero, de verdad que sentían haber dicho todo aquello. Sabían que para Alessia todo eso debía de estar siendo muy duro.

Sabían que la chica había salido dos semanas atrás del hospital, ya casi recuperada, y, hacía una semana, había comenzado su propio tour, en contra de toda recomendación médica seguramente, en su país y en Portugal. Ethan había visto un montonazo de vídeos suyos, eran la leche, a pesar de que no podían moverse muy bien aún por las secuelas del ataque. Aunque también la veía cansada, con muchas ojeras, como si no durmiese bien. El italiano se preguntaba qué cantidad de culpa tendría él de su insomnio.

- ¿En qué piensas? - Preguntó Damiano a su amigo, mientras le observaba mirar a algún punto de la fachada, sin parpadear.

- Ya sabes... Pero bueno. Vamos, venga, que ya llegamos tarde. - Los cuatro dieron su nombre al segurata de la puerta, y pasaron dentro de la gran mansión, la cual estaba llena de gente. Pronto, se dieron cuenta de que a muchos les conocían: Jendrick hablaba animadamente con Gjon's, las Hurricane intentaban ligar con un grupo de chicos en la escalera, Tix y Efendi bebían en medio pasillo, algo apartados, y hablando muy íntimamente. La mirada que Efendi dedicó a los italianos no se les olvidaría.

FEAR FOR NOBODY - MåneskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora