Ethan no podía creerse lo que acababa de ocurrir. Alessia, tampoco.
¿Por qué se ha ido? ¿Por qué me ha abandonado a sabiendas de que no estaré aquí cuando vuelva? se preguntaba Ethan, apoyándose contra la ventana del cuarto de su... ¿ex novia?
¿Por qué no me acompaña? Sabe que le necesito, ¿por qué no viene conmigo? pensaba Alessia, mientras llamaba al ascensor.
Era todo tan confuso, tan complicado, ambos tenían ganas de llorar, al mismo tiempo que algo de rabia en su interior.
Sobre todo por parte de Ethan. No podía creerse que se hubiese ido, a pesar de lo que le había dicho, a pesar de lo que la había cuidado todos aquellos meses, de lo paciente que había sido con ella y con su recuperación.
Estaba tan cabreado, que le mandó un mensaje a la chica. Si no te subes a ese avión a las dos y media de la tarde, no vuelvas a hablarme. No puedo más.
Pero la chica no lo leyó.
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Los cuatro italianos estaban en el aeropuerto, esperando el avión. Ni Alessia, ni Carlos, ni Miguel habían aparecido. Ni lo iban a hacer a tiempo, a ese punto. Ya habían abierto la puerta de embarque, y los chicos se estaban dirigiendo hacia ella, esperando en la cola.
Ethan miró un par de veces hacia atrás, con la esperanza de que la española apareciese en algún momento, de que le pidiera disculpas y pudieran ir a Italia juntos, presentarla a su familia, estar un par de días por ahí, a solas, antes de continuar la gira de festivales que estaban haciendo por toda Europa, pero no pasó.
Ninguno de los tres apareció.
Toda la banda, junto a Martha, subieron al avión, y se sentaron en el avión de primera clase, que tenían casi para ellos solos, ya que los tres asientos de la fila 2 estaban vacíos.
Se llamó a los tres españoles unas tres veces a la puerta de embarque, pero no aparecieron, por lo que el avión despegó, sin ellos dentro.
Ethan miraba su teléfono cada treinta segundos, aproximadamente, con la esperanza de ver un mensaje de Alessia, lo que fuera, pero nada. No aparecía nada. Nadie le estaba hablando, y su ansiedad crecía por momentos, tanto, que le costaba respirar... Hasta que un Hola apareció por la pantalla.
No tenía el número guardado, pero muy poca gente tenía su número personal, y, más o menos, recordaba aquel teléfono, así que supo en seguida de quién se trataba: Coral, su ex novia, ex mejor amiga, y ex todo.
Habían crecido juntos a las afueras de Roma, y se llevaban conociendo toda la vida cuando Ethan se dió cuenta de lo muy enamorado que estaba de ella.
Fue su primera y única relación seria antes de conocer a Alessia, que había terminado justo después del festival de San Remo, cuando Thomas le avisó de que la chica estaba mandándole mensajes subidos de tono, y de que una vez incluso había tratado de besarle. Tras aquella noche tan dura en la que la dejó, no habían vuelto a hablar.
Aunque debía reconocer que la echaba algo de menos. No olvidas a tu mejor amiga de toda la vida de un día para otro. Tenía muy superada la ruptura, pero la pérdida de la amistad... Le había dolido de verdad. Hola, respondió el chico, no muy seguro de por qué le estaba hablando ahora Coral.
¿Cómo estás?
Bien, volviendo a Italia a pasar unos días antes del próximo festival.
Oh, ¿aún no habéis acabado la gira?
Los últimos festivales son a mediados de octubre, más o menos.
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FEAR FOR NOBODY - Måneskin
FanfictionSegunda parte de La paura del buio, en la que los fantasmas del pasado siguen persiguiendo a Alessia... Aunque también veremos que los chicos tienen los suyos propios.