Ese mismo día, horas antes.
Alessia montó en el ascensor, al borde de un ataque de pánico. Acababa de romper con su novio, ¿qué había hecho? ¿Estaba loca? No quería tirar esa relación a la basura, quería a Ethan de verdad, aquellos meses se había portado bien con ella de verdad, como nunca creyó que ninguna pareja suya se comportaría, la entendería y la apoyaría.
Pero no podía perder aquella oportunidad, no. Aquello era demasiado importante para ella, y él debía comprenderlo. De aquel momento dependía literalmente la resolución del caso de sus padres ante la justicia. Si no, sería otro caso más sin resolver en la historia de la policía, un expediente más apartado. Y sus padres no eran otro expediente más. Eran las personas que la habían criado, las personas a las que más había querido. Y merecían justicia. Aunque eso significase perder a Ethan para siempre.
No dejaba de temblar en el ascensor, tanto que, cuando el inspector Martínez se metió con ella en aquel cubículo, pudo notar que algo iba mal. - ¿Alessia? ¿Estás bien?
- Sí. He discutido con mi novio, eso es todo.
- Oh. - Asintió el hombre. - ¿Quieres hablar?
- No puedo, tengo prisa. - La chica se secó con el dorso de la mano las lágrimas que recorrían su rostro. - No se preocupe, de verdad, se me pasará.
El hombre asintió. - ¿Y ahora dónde vas?
Alessia se quedó en blanco. Confiaba en aquel hombre, pero Pablo le había dicho que no le dijese a nadie hacia dónde se dirigían, y ya había incumplido su palabra al decírselo a Ethan, aunque sabía que este no diría nada a la policía. - A... A ver a un amigo.
- ¿Tienes algún amigo viviendo por aquí?
- Sí. Está de Erasmus.
- Oh, ya veo. - Las puertas se abrieron en el sótano, donde Miguel y Carlos ya estaban esperándola. - Hola, chicos.
- Hola. - Dijeron los dos, a la vez, mientras abrían mucho los ojos, y miraban a Alessia, pidiendo una explicación.
- Hola, chicos. Ellos también van conmigo a ver a mi amigo, inspector. Así que bueno, aquí nos despedimos.
- Oh, yo también voy a coger el coche. - El hombre se bajó del ascensor, junto a ella, y los cuatro salieron al parking.
El inspector se acercó al Ford Mondeo que había alquilado, mientras Miguel y Carlos se subían a la parte de adelante de la furgoneta, y Alessia abría la puerta lateral para sentarse detrás. - Bueno, adiós, inspector.
- Adiós, Alessia. ¿Nos vemos luego? Podríamos comer juntos.
- Eh... Sí, claro. Hasta... Hasta luego. - Respondió ella, temblando, mientras se terminaba de subir, y cerraba la puerta.
Ya no le gustaba tanto aquel hombre. No, desde su útima visita en aquel verano.
2 de julio de 2021, clínica de Alessia. 19:20.
La enfermera había avisado a Alessia de que tenía visita. Estaba muy emocionada, no esperaba que nadie fuese a verla aquel día. ¿Y si Ethan había venido de sorpresa? Sabía que en unos días iba a intentar ir, si no les salía ninguna entrevista más en aquellos días. ¿Y si se había adelantado? No podía esperar para verle.
Pero, cuando llegó al jardín, se encontró a alguien muy diferente: ahí estaba el inspector Martínez, con un clavel blanco, de la mano. - ¡Inspector! - Alessia corrió hacia él, a abrazarle, y saludarle. A pesar de no ser Ethan y de llevarse una pequeña decepción por ello, ver al inspector siempre la alegraba. Siempre había sido bueno con ella, y se había preocupado por todo el tema de sus padres, y por cómo estaba ella en todo momento, sobre todo desde que volvió de Eurovisión, la había ido a visitar un par de veces allí. - ¿Cómo está?
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FEAR FOR NOBODY - Måneskin
FanfictieSegunda parte de La paura del buio, en la que los fantasmas del pasado siguen persiguiendo a Alessia... Aunque también veremos que los chicos tienen los suyos propios.